PATRIMONIO NATURAL Y TERRITORIO
Coordinadores: León Enrique Ávila Romero y Giovanni Pardini
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Francisco Emmanuel Arce Moguel
Resumen
La dependencia que existe respecto a los recursos dendroenergéticos que proveen de leña y carbón a las zonas rurales y suburbanas, ocasionan daños de diferentes dimensiones que están afectando la salud de las mujeres y niños que conviven frente a los fogones tradicionales instalados al interior de las viviendas y que tienen que invertir mas tiempo o dinero para conseguir leña debido al deterioro constante de la cobertura vegetal que rodea a las comunidades.
En el estado de Chiapas se encuentran 30 municipios en situación crítica por el alto consumo de leña y carbón ya que más del 80% de la población utiliza exclusivamente estos combustibles vegetales en el hogar.
Actualmente el manejo adecuado de la biodiversidad resulta prioritario, tanto en el contexto global como local, por lo que es necesario realizar procesos de planeación estratégica y promoción de acciones sustentables para garantizar el uso adecuado de los recursos naturales, así como buscar soluciones para contrarrestar la dependencia del uso exclusivo de la biomasa, como fuente de combustible. En este proceso se requiere la participación de los actores locales para cuidar sus recursos, así como de la sociedad global compensando este esfuerzo con fondos para el desarrollo local. En ese marco de intervención los gobiernos municipales deben tener una participación más contundente para conseguir que los habitantes de las comunidades rurales transiten hacia esquemas de aprovechamiento sustentables. En este trabajo propongo algunas acciones encaminadas al uso sustentable de los recursos dendroenergéticos impulsadas desde lo local.
Palabras clave
Biomasa, Recursos Dendroenergéticos, estufas ecológicas.
Los Sistemas Dendroenergéticos y su relación con el Desarrollo Local
Los procesos para generar, trasportar y utilizar combustibles de origen vegetal o biocombustibles, como el carbón vegetal y la leña, son conocidos como Sistemas Dendroenergéticos, éstos se encuentran determinados por las condiciones sociales, culturales y económicas de cada sociedad. En las comunidades rurales, los pobladores tienen bien identificadas las especies vegetales que tienen un mejor rendimiento, así como las que satisfacen en mayor medida sus necesidades energéticas.
Las actividades de cada Sistema Dendroenergético pueden variar en razón de la biomasa a la que tenga acceso cada comunidad, regularmente es más alto el consumo de combustibles de origen vegetal tanto en el medio rural como en las zonas suburbanas.
En zonas de alta marginación existe mayor dependencia a los combustibles vegetales para satisfacer la necesidades domésticas ya que se carece de otras alternativas, ésta situación puede vulnerar en gran medida la cobertura vegetal que rodea a las comunidades rurales, ocasionando un deterioro lento pero constante de los recursos naturales, debido a que no existen estrategias para producir sistemáticamente las especies con perfil dendroenergético.
El uso y el acceso a los recursos dendroenergéticos esta relacionado con el Desarrollo Humano, recordemos que éste concepto en su sentido más amplio, considera los esquemas que garantizan al individuo la adquisición de conocimientos, la capacidad para satisfacer plenamente sus necesidades y el derecho a una vida prolongada y saludable. La dependencia al carbón y la leña afecta en sus tres dimensiones el desarrollo humano, ya que los costos para su adquisición en algunos casos se han incrementado y además reducen las posibilidades de gozar de una vida prolongada y saludable principalmente a las mujeres, ya que son más vulnerables a padecer enfermedades respiratorias. En Chiapas tenemos a 17 de los 100 municipios con menores índices de desarrollo humano, una de las situaciones que propician los bajos niveles de desarrollo humano la podemos encontrar en el uso inadecuado de los recursos dendroenergéticos.
A lo largo de este documento voy a presentar una reflexión sobre la forma en que los habitantes de las comunidades rurales utilizan los recursos dendroenergéticos a su alcance para cocer alimentos bajo un modelo no sustentable en términos ambientales y económicos, que además está afectando la salud de las mujeres y los niños.
Como parte de la reflexión también propongo algunas alternativas para mejorar el aprovechamiento de los Recursos Dendroenergéticos por medio del uso de tecnologías sustentables.
Problemática en torno al uso inadecuado de la Biomasa en Chiapas
En el estado de Chiapas el 58% de la población depende de la leña y el carbón para cocinar sus alimentos (INEGI, 2000) , esta proporción se incrementa por encima del 90% en más de 30 municipios que encabezan la lista nacional de municipios con alta dependencia de leña y carbón como combustible primario (Masera, 2003).
En el trabajo realizado por Masera y Trosero en 2003, se identifican las regiones donde existen un alto porcentaje de consumidores de leña y carbón como combustible doméstico, en ese estudio también señalan que los municipios chiapanecos se encuentran a la cabeza en cuanto al consumo de estos recursos.
El deterioro de la biomasa producido por la extracción de leña y carbón de los bosques puede representar en municipios de mediano tamaño y con bajos índices de desarrollo humano, como Chamula que tiene una población de cerca de 57,000 habitantes, de los cuales el 96% utiliza exclusivamente combustibles vegetales en el hogar, un consumo de 33,000 toneladas de recursos forestales al año. También se encuentra el caso de Oxchuc con el 94% de una población de 35,500 habitantes que usan exclusivamente leña y carbón como combustible que llegan a consumir alrededor de 21,000 toneladas al año.
La situación puede ser todavía más compleja si analizamos el caso de municipios que tienen un consumo de leña superior a su producción forestal. Sí calculamos el balance del consumo de leña, es decir la diferencia entre la producción forestal y el consumo de leña proveniente de bosques, en algunos municipios el ejercicio arroja un saldo negativo, como Mitontic que presenta el consumo de 4,172 toneladas por encima de la producción forestal del municipio.
El consumo intensivo de leña ha ocasionado que el ciclo de reproducción de algunas especies aprovechadas preferentemente para leña y carbón en las comunidades como el Encino (Quercus Fagaceae) se vea afectado, ya que se talan especímenes jóvenes sin esperar a que desarrollen (Prado L., 2006).
El consumo de leña como combustible doméstico es un factor que influye negativamente en la población por la contaminación al interior de las viviendas, en Chiapas el 10% de la población no cuenta con un cuarto independiente para la cocina y realizan esta actividad en la misma área que utilizan como dormitorio, por lo que las familias se enfrentan a la exposición continúa y prolongada de las emanaciones generadas en los fogones. En México las condiciones de contaminación al interior del hogar como consecuencia de la combustión de leña y carbón se ha considerado un problema de salud pública, de acuerdo al informe presentado en conjunto por la Secretaría de Salud y la Comisión para la Cooperación Ambiental en 2002.
Las mujeres y los niños de brazos que acompañan a la madre en el rebozo cotidianamente pasan más de 10 horas cerca de los fogones, están expuestos al riesgo de contraer enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, y agudas como la enfermedad pulmonar obstructiva, que en mujeres que cocinan con leña presenta una incidencia cuatro veces mayor por la exposición continua a partículas en suspensión de diferentes diámetros y a gases como el monóxido de carbono, benceno y 1,3-butadieno (Riojas, 2001).
El abastecimiento de leña es en muchos de los casos una tarea destinada a las mujeres y los niños, actividad que reclama de tiempo y esfuerzo, ya que derivado del deterioro de la cobertura forestal puede ser necesario recorrer varios kilómetros para conseguirla. Algunas comunidades se encuentran a tal grado que carecen en su entorno de especies dendroenergéticas y tienen que comprar leña a las comunidades vecinas o pagar el trasporte, éstas situaciones empeoran la condición económica de las familias rurales.
En el caso de los niños, su papel como colectores de leña se llega a convertir en una obligación que está muy por encima de las escolares, dejando poco tiempo y energía a los pequeños para dedicarla a estudiar (Soares, 2006).
Alternativas de solución para el uso adecuado de la Biomasa
Las comunidades rurales que dependen directamente de la leña para cocinar sus alimentos, se encuentran en el caso de Chiapas, en condiciones de alta dependencia y en un futuro cercano corren el riesgo de ya no disponer de suficientes recursos para satisfacer esta demanda.
Con la finalidad de establecer estrategias que permitan satisfacer la necesidad creciente de biocombustibles se puede optar por otras alternativas, como la eliminación parcial del uso de leña en el hogar por medio de la incorporación de tecnologías sustentables como es el Uso de Ollas y Estufas Solares o propiciar la transición hacia el uso de Fogones Mejorados. La aplicación de la tecnología solar en el medio rural mexicano tiene antecedentes en las actividades de la Misión Mazahua al norte del Estado de México, donde se dotó a 600 familias de Cocinas Prefabricadas de Tipo Caja y Horno. También se encuentra el proyecto encabezado por la misionera Kathy Dahl-Bredine en Oaxaca que consiste en capacitar a pobladores de comunidades rurales en la fabricación de Cocinas Solares con material de desecho.
Por su parte la organización Solar Household Energy, Inc. ha difundido el uso de Ollas Solares de fabricación nacional que se han empleado en proyectos como el que se implemento en Querétaro por el Grupo Ecológico Sierra Gorda y en el Programa 50 Mil que se propuso mandar ollas solares a las familias afectadas por la contingencia ambiental en Tabasco. Las ventajas de utilizar energía solar para cocinar son de tipo ambiental y económico ya que se elimina la dependencia a los combustibles. Los promotores de esta tecnología señalan la posibilidad de cocinar cualquier tipo de alimentos, e inclusive pasteurizar agua. Sin embargo los detractores de las cocinas solares tienen serios argumentos en su contra, por ejemplo las fugas luminosas y destellos que pueden ocasionar daños en la vista, así como el bajo rendimiento en época de lluvias y la necesidad de períodos de cocción más prolongados. Pero finalmente los argumentos que poseen mayor peso son los de tipo gastronómico y cultural, ya que con las cocinas solares de bajo costo es imposible hacer tortillas, que constituyen el principal alimento consumido en el medio rural.
La alternativa más asequible para disminuir el daño colateral que originan los fogones convencionales es la implementación de Fogones Ahorradores de Leña que presentan dos enormes ventajas frente a los tradicionales, en primer lugar reducen el consumo de leña en mas del 40%. En segundo, cuentan con una chimenea externa que elimina la expulsión de humo al interior de la cocina y de la vivienda, disminuyendo en gran medida el riesgo de las familias a contraer enfermedades respiratorias debido a la exposición de humo y contaminantes.
El camino recorrido por las estufas ahorradoras de leña, estufas ecológicas o fogones mejorados como también se les denomina es largo, podemos encontrar antecedentes del modelo de Estufa Lorena en Guatemala en la década de los setenta, posteriormente el Gobierno Federal de México implementó un programa que tuvo poco éxito en los ochentas. El proceso de implementación y adaptación de diferentes tecnologías enfocadas en el ahorro de leña derivo en modelos como la Olla Bruja, la Estufa Justa y la estufa Rocket entre otros.
Una provechosa evolución de la estufas Lorenas es el modelo de estufa Patsari , fruto de la concatenación exitosa entre los promotores sociales de las estufas ahorradoras, las usuarias y finalmente los académicos e investigadores, que mediante un proceso participativo diseñaron un modelo de estufa ecológica que fue reconocida a nivel internacional con el Premio Ashden 2006 a la Energía Sustentable en la categoría Salud y Asistencia Social, que se entrega en Londres cada año con el patrocinio del Príncipe de Gales.
El uso de estufas mejoradas es un alternativa valiosa en la búsqueda de reducir el consumo de biocombustibles, sin embargo es necesario diseñar una estrategia de mayor visión que permita a las comunidades en situación crítica por el excesivo consumo de leña transitar a un punto en el que una vez disminuido su consumo tengan acceso garantizado a especies dendroenergéticas que les provean, de manera sustentable, la leña requerida para sus actividades cotidianas.
Una fórmula que puede contribuir a solucionar la condición de los municipios en situación crítica es una Estrategia de Intervención para el manejo sustentable de recursos dendroenergéticos, que incluya al menos tres componentes:
Talleres de difusión para despertar la conciencia de la población que depende del uso de leña, de las implicaciones ambientales y sanitarias del modelo tradicional de consumo de leña.
Implementación de un programa de talleres de construcción de estufas mejoradas empleando el modelo Patsari, para disminuir en una primera etapa la demanda de leña en los hogares.
Un programa de manejo forestal de especies dendroenergéticas de la región para garantizar un abasto sustentable de leña para la población que depende completamente de este combustible.
Los talleres de difusión conducidos mediante un proceso participativo servirían para llevar acabo diagnósticos comunitarios que permitirán descubrir las soluciones locales más apropiadas para remediar la situación. Estos talleres permitirán difundir entre las familias los riesgos sanitarios del uso de fogones tradicionales.
Se trata de generar intercambio y nuevas ideas, conocimiento y sensibilidad para la participación/discusión/reflexión de la comunidad. Las reuniones grupales son un espacio para el debate interno alrededor de sus condiciones particulares. Se busca establecer un proceso de gestión participativa en torno de la problemática. Durante las sesiones se conformará el diagnóstico de la comunidad, se podrá identificar cómo los participantes perciben su problema, la necesidad de realizar otras acciones de saneamiento, sus dudas, demandas y necesidades de información adicional.
Los talleres de construcción de estufas Patsari son la base del proceso de transferencia tecnológica, porque acercan a los futuros usuarios con las nuevas estufas permitiendo un proceso interactivo de atención de dudas y sugerencias, en este proceso los actores locales se deben de apropiar de la técnica de construcción. Un elemento importante en el proceso es la participación de toda la familia ya que el fogón es un espacio de convivencia doméstica y es importante que todos participen del proceso de apropiación de la nueva tecnología.
Finalmente el programa de manejo forestal de especies dendroenergéticas locales, es la etapa que requiere de mayor inversión y es necesaria la coordinación interinstitucional para propiciar mejores resultados. El programa requiere forzosamente de la participación de los agentes locales para establecer técnicas de aprovechamiento forestal sustentables que permitan el abasto local y la reproducción de los recursos a explotar. En este sentido existen especies dendroenergéticas que pueden tener otros usos, por ejemplo pueden emplearse como cercas vivas, forraje, sombra, postes e inclusive de manera medicinal. El germoplasma local posee una gran variedad de especies con presencia en toda la geografía de estado como son el Cocoíte o Mata ratón (Gliricidia sepium) y el Quebracho (Schinopsis balansae) que pueden cumplir con las especificaciones necesarias para servir de combustible en el hogar ya que son especies de rápido desarrollo que convertidas en leña tienen un alto rendimiento.
Reflexión final
El uso sustentable de la Biomasa no basta para frenar el grave deterioro que puede observarse en regiones que fueron boscosas y donde la amenaza a los cuerpos forestales es de diversa índole entre las que podemos mencionar algunas prácticas agropecuarias añejas, como la ganadería extensiva; el aprovechamiento de recursos maderables sin un manejo sustentable o el cambio de perfil productivo de bosques a milpa, que lamentablemente se presentan día a día en las regiones económicamente deprimidas del estado de Chiapas.
Entre las estrategias implementadas desde lo local y con una fuerte participación de la comunidad global, se encuentran los programas de captura de carbono que buscan premiar a las comunidades rurales para que opten por preservar los bosques con incentivos económicos que se traducen en un ingreso constante para productores de municipios y comunidades de Alta y Muy Alta Marginación.
En ese sentido encontramos un ejemplo interesante, que tiene la posibilidad de convertirse en un caso exitoso, y es el emprendido por las autoridades locales con el apoyo de dependencias estatales y federales del municipio de Marqués de Comillas, fideicomisario para toda la humanidad de miles de hectáreas de Selva donde tienen su hogar cientos de especies endémicas en peligro de desaparecer y que en las últimas tres décadas ha perdido gran parte de la cobertura vegetal original. El Ayuntamiento local, desde la administración pasada, y con mayor énfasis en esta, ha realizado diversas actividades preventivas como talleres de manejo del fuego, capacitación a productores, impulso a brigadas contra incendios y promoción de programas federales dirigidos a la conservación de los recursos naturales.
En el ámbito de conservación hay que destacar el caso de ejidos como La Corona y La Victoria, que son ejemplo a nivel internacional de la aplicación exitosa de programas de captura de carbono. Como estrategias para recuperar la biomasa y garantizar recursos a las familias de este municipio se ha optado por promover la siembra de palma de aceite en últimos años o del hule en la década pasada.
Una Estrategia de Intervención para el manejo sustentable de recursos dendroenergéticos puede ser una alternativa más para favorecer el uso adecuado y la conservación de los recursos biológicos a los que aparentemente tenemos acceso ilimitado en territorios favorecidos por la naturaleza como lo es el estado de Chiapas, sin embargo únicamente con la participación del gobierno y de la sociedad civil es posible hacer frente a un problema sumamente complejo como es el deterioro de la cobertura vegetal que colinda con las comunidades rurales.