POLÍTICAS PÚBLICAS DE EDUCACIÓN SUPERIOR INTERCULTURAL Y EXPERIENCIAS DE DISEÑOS EDUCATIVOS
Eduardo Andrés Sandoval Forero y otros
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Debemos entender que el término de interculturalismo, dentro del ámbito educativo es lograr la coexistencia de diversos grupos, que se manifiestan en una convivencia civil, esto es, que haya un respeto recíproco, de igual manera, una participación de igualdad entre las diferentes culturas, esto quiere decir que también debe haber una apertura política de aceptación y participación del país en un sentido y el respeto de una identidad cultural, pero que esto no se traduzca en una asimilación cultural. Por lo tanto, la interculturalidad en la escuela se debe traducir en una propuesta pedagógica o en su caso de estrategia metodológica y que requiera de una voluntad política y social por parte de los involucrados.
Aquí hablamos de un reto en el aspecto educativo, que sea capaz de reconocer y construir una identidad propia a partir de lo propio, con la finalidad de preservar la diversidad cultural. En este sentido si queremos llegar a lo que es una sociedad multicultural debemos hacer énfasis para que haga una nueva articulación entre identidad y ciudadanía.
La educación pública como institución debe fomentar a la formación de la identidad nacional con el aporte fundamental de una educación intercultural en el cuál debe cumplir como tarea principal de “preparar a las generaciones jóvenes para vivir y ejercer el oficio de ciudadano en una comunidad configuradora de la nación” (Schnapper, citado por BOLIVAR 2000:31).
Para ello es necesario iniciar a través del acceso a la escritura, el leguaje y el diálogo; posteriormente, toda la tradición cultural mediante el aprendizaje y práctica de contenidos y valores compartidos y lograr de esta manera una sociedad multicultural. Me parece que esto es lo que las comunidades indígenas necesitan si se toman en cuenta la gran diversidad cultural junto con sus lenguas y compartir en conjunto los derechos democráticos, así como de participación y de comunicación.
Con el establecimiento de una educación intercultural bilingüe se debe plantear dentro del currículum todos los aspectos culturales originarios de los alumnos/as sin dejar fuera la cultura universal. Debe haber un diálogo abierto entre la cultura étnica y la cultura occidental para llegar a una educación de la diversidad.
Esta educación intercultural debe buscar “compatibilizar un núcleo ético y cultural común con el reconocimiento de las diferencias de cada grupo y con los contextos locales comunitarios”, (BOLIVAR 2000:33), considerando a la lengua propia, los saberes, formas de organización, tradiciones, conocimiento y valores de la cultura de origen, a fin de lograr una enseñanza y por ende un aprendizaje significativo para los alumnos/as, social y culturalmente diferenciado.
Se debe reconocer que como individuo tiene una identidad y considerando que vivimos en sociedades multiculturales que desean sobrevivir ante los embates de la globalización.
El uso del enfoque globalizador en la educación intercultural
La política educativa del gobierno federal, establece que a través de las autoridades educativas, deben orientar en flexibilizar los contenidos curriculares, las formas organizativas y las normas académicas de la escuela, con el propósito de que sea de gran utilidad para todos los destinatarios.
En este sentido, desde la perspectiva de la Educación Intercultural Bilingüe, los enfoques didácticos globalizadores toman especial importancia, porque tienen como principio fundamental la modificación de la práctica docente siendo el eje central de atención a las niñas y niños indígenas, propiciando nuevas técnicas, métodos y el uso de materiales para que haya un aprendizaje significativo.
Por lo tanto la educación es el medio principal de las sociedades para conservar, transmitir y transformar la cultura y la vida de los individuos, de ahí que constituye el soporte para el desarrollo de las humanidades, la ciencia y la tecnología, acciones sumativas para el avance y el progreso de las naciones.
La educación intercultural bilingüe, debe tomar en cuenta las situaciones culturales y lingüísticas de las niñas y niños indígenas, porque estas son las que lo diferencian del resto de la sociedad en el ámbito educativo, mismas que deben considerar un tratamiento sistemático y el uso de la lengua materna de los alumnos y de una segunda lengua.
“La Educación Intercultural Bilingüe se percibe como un nuevo enfoque pedagógico de revalorización y rescate de las culturas indígenas, como un modo de convivencia entre las diferentes culturas dentro de una lógica de una sociedad pluralista que aspira hacia la búsqueda de un dialogo entre ellos”, (FERNÁNDEZ 2004:2).
A partir de ahí, el desarrollo infantil debe entenderse como un proceso integral, en la que los aspectos afectivo, social, motriz y de lenguaje se relacionen entre sí, por lo que el docente frente a grupo debe organizar las actividades para atender a cada uno de estos aspectos.