POLÍTICAS PÚBLICAS DE EDUCACIÓN SUPERIOR INTERCULTURAL Y EXPERIENCIAS DE DISEÑOS EDUCATIVOS
Eduardo Andrés Sandoval Forero y otros
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (164 páginas, 712 kb) pulsando aquí
El proyecto fue elaborado por la Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) en el año 2003, para ser presentado como una iniciativa de Ley de creación de una Universidad Indígena por el diputado Felipe Quispe, campesino aymara dirigente de la CSUTCB desde el año 1998 y dirigente del partido Movimiento Indio Pachakuti (MIP) fundado en 2001. La CSUTCB fue fundada en el año 1979 y su trayectoria expresa la creciente capacidad organizativa lograda por campesinado indígena aymara y quechua de distintas regiones del occidente del país, el proceso de ruptura de la subordinación clientelar del campesinado indígena hacia los gobiernos de turno y los partidos tradicionales, la maduración de su proceso de afirmación como actor político, y más tarde su capacidad para desplazar como actor protagónico de las luchas del pueblo boliviano a la otrora combativa y poderosa Central Obrera Boliviana (COB), que había sido la promotora de su creación.
La consolidación de la CSUTCB como representación del campesinado indígena boliviano se sustenta no sólo en su capacidad organizativa, que articula de manera capilar, desde los niveles locales a las comunidades indígenas en sus diversas variantes en nomenclatura e identidades étnicas regionales, los niveles provinciales, departamentales y hasta el nacional; también encarna un proceso de elaboración de una ideología indígena propia, conocida como indianismo-katarismo, que reivindica la identidad indígena de los campesinos bolivianos. Tal ideología fue formulada inicialmente por el intelectual aymara Fausto Reinaga en 1969 como indianismo, pero en poco tiempo fue asumida por estudiantes aymaras en la ciudad de La Paz, que reivindicaron la memoria del caudillo aymara Tupac Katari que encabezó la rebelión anticolonial de 1782- 1874, y más tarde fue asumida como katarismo por uno de los sectores de la CSUTCB, en disputa con posiciones clasistas de origen marxista que asumían la condición campesina y no la indígena de sus participantes. La posición katarista aymara va a ser hegemónica en la CSUTCB a partir de la asunción de Felipe Quispe como secretario Ejecutivo en 1998 y hasta 2005.
La demanda de creación de universidades indígenas fue formulada por primera vez en septiembre del 2000, como uno de los 70 puntos del pliego petitorio planteado por la CSUTCB al presidente Hugo Bánzer, luego del primero de los grandes bloqueos en contra de la privatización del agua, cuya magnitud obligo al gobierno a negociar con la organización y a aprobar el pliego, que fue ratificado al año siguiente por el Presidente Quiroga (que remplazó a Banzer, enfermo de cáncer).
El punto 14 del Pliego de Peticiones del Pacto Intersindical exigía:
La inmediata creación de Universidades Agrarias, (con todas las carreras que los interesados vean por conveniente) en todos los pisos ecológicos del país…Debiendo ser todas ellas autónomas e iguales en jerarquía. Libre administración de recursos, nombramiento de rectores y autoridades, personal docente y administrativo. Elaboración y aprobación de estatutos, planes de estudio y presupuesto anual.
Que la Universidad de El Alto, donde estudian nuestros hijos sea AUTONOMA, con co-gobierno, fiscal, laica y gratuita.
Que las universidades privadas y la Universidad Católica Boliviana, abandonen de inmediato las áreas rurales, debiendo ser convertidas en universidades autónomas, con soporte económico del Estado.
Que las NORMALES SUPERIORES regresen al patrimonio de las naciones originarias, con soporte (económico) estatal, la dirección de esas mismas unidades académicas. Debiendo abandonar su dirección las “Universidades privadas”.
El proyecto como tal fue elaborado en febrero de 2003 por una Comisión Universidad Indígena de la CSUTCB, en la que participaron Felipe Quispe Huanca, Hernán Arroyo, Rosa Tito, Cristina Choque e Ivette Mejía Vera (dirigentes y educadores miembros de la organización). El título del documento es “Las cinco primeras piedras fundacionales para construir los cimientos del ayllu universitario”. Fue presentado en una reunión entre el Ministro de Educación, Viceministros de Ciencia y Tecnología y los dirigentes del Comité Ejecutivo de la CSUTCB. No se concretó la propuesta de ley. En el año 2005, el documento fue ampliado y reestructurado para su presentación en el II Congreso Nacional de Educación y publicado como libro bajo el título “Pachakuti educativo”. Propuesta de la CSUTCB al II Congreso Nacional de Educación. Basado en el Modelo de Ayllu. En la comisión redactora se incorporaron dos miembros más: Moisés Gutiérrez y Sergio Tarqui Alarcón. Cabe señalar que la CSUTCB mantenía una estrecha relación con el magisterio rural, de ascendencia indígena y pertenencia comunal, que siempre ofreció resistencia a la Reforma Educativa. Ambos textos, no obstante los autores individuales consignados son producto de un sujeto colectivo encarnado en la CSUTCB y organizaciones afines a ella como el magisterio de ascendencia aymara que son herederos y activos constructores de la conciencia identitaria y tradiciones comunales que forjaron en sus luchas durante la colonia, la república y el siglo XX.
Sobre el título del libro se explica el término Pachakuti:
“Es un concepto muy amplio, con muchas acepciones ya que sintetiza toda la filosofía andina. En la presente propuesta se entiende como volver con más fuerza a lo que era entes, en el sentido de aprender de la enseñanza o experiencia del tiempo pasado…Hay que volver a mirar el pasado, lo que nuestros antepasados vivieron para transformar lo actual. Su traducción más cercana al español es el concepto de revolución o trans-revolución, elevarnos conscientemente del plano meramente evolutivo e involutivo de la naturaleza a la trascendencia mediante la educación.”
Lo contrapone la reforma, no sólo a la educativa que cuestiona, se trata de revolucionar no sólo la educación sino la sociedad, “cambiar la misma estructura política y económica del país. Y precisa:
“Aquí no se habla de cambiar primero el sistema económico o político y luego cambiar la educación, sino al revés, cambiar la educación va a originar automáticamente un cambio en las demás estructuras, esto es axiomático. Por tanto no podemos esperar de brazos cruzados que cambien las condiciones sino es hora de que cada uno de nosotros ponga el máximo esfuerzo en cambiarla porque de ello depende todo nuestro futuro bienestar.” (Pachakuti Educativo, p 69)