POLÍTICAS PÚBLICAS DE EDUCACIÓN SUPERIOR INTERCULTURAL Y EXPERIENCIAS DE DISEÑOS EDUCATIVOS
Eduardo Andrés Sandoval Forero y otros
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Adrián Valverde López
Escuela Normal Superior de México
Resumen
En estas líneas se continúan con la discusión de los que ven la educación intercultural como una “buena idea”, sin “compromisos activos”, conceptualizada de forma limitada, gozando de poco “valor práctico”, y quienes pensamos que es necesario buscar la forma de ponerla práctica. Para lo cual, es necesario analizar con mayor profundidad el concepto de interculturalidad, entre otros, así como insistir en la importancia de la construcción de una educación para la atención a la diversidad y la ciudadanía en el salón de clase.
Palabras clave: Educación intercultural, diversidad y ciudadanía, pluralismo cultural, multiculturalidad, sociedad abierta, competencias, cultura, poli-modales.
Introducción
Este trabajo es producto de una discusión que recién inicia en las escuelas normales oficiales de la ciudad de México (Benemérita Escuela Nacional de Maestros, Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños, Escuela Normal de Especialización, Escuela Superior de Educación Fisca y la Escuela Normal Superior de México), acerca de los referentes teóricos y metodológicos que posibiliten reconocer a la interculturalidad como uno de los ejes transversales en la formación de docentes.
Es decir, nos plantea el reto no sólo de la revisión de contenidos, sino también la búsqueda de una metodología y una didáctica para la atención a la diversidad y la ciudadanía en la formación docente, así como la revisión de las relaciones entre escuela y sociedad, como de las diferencias entre los sujetos educativos y las propuestas curriculares.
El análisis de conceptos como los de diversidad, ciudadanía e identidad, entre otros, trascienden en el reconocimiento de la construcción de una educación que le permita a los futuros docentes reconocer la pluralidad cultural existente en los contextos educativos.
La atención educativa en y para la multiculturalidad implica la discusión y análisis de cómo se construye la diferencia, sin perder de vista los múltiples procesos de construcción de la identidad, así como de políticas educativas públicas, movimientos sociales y de aportaciones desde el ámbito de la investigación para la elaboración de propuestas innovadoras que se orienten, desde diferentes perspectivas, hacia la formación de docentes capaces de comprender que son parte de una sociedad plural, y que asuman un compromiso para la atención a la diversidad y la ciudadanía en la escuela.
En suma, el reto en la formación docente para la atención a la diversidad y la ciudadanía tiene que ver con la elaboración de herramientas teórico-metodológicas, para la construir una propuesta de educación intercultural que fortalezca desde la escuela el desarrollo integral de los alumnos y la conformación de una sociedad más equitativa y plural.
Conceptos básicos
Algunos trabajos, entre muchos otros, donde se analizan algunos conceptos que pueden servirnos para comprender el sentido de la educación intercultural, han sido elaborados desde la década de los noventa por autores como F. Javier García Castaño, Antolín Granados Martínez, Antio Muñoz Sedano, José A. Jordán y Xavier Lluch, entre otros.
Cuando nos definimos como grupo frente a otro, escribe García Castaño (199), no invocamos las diferencias que existen en el seno del “nosotros”, sino recurrimos a las similitudes que nos aproximan, construyendo un discurso homogenizador, en el que seleccionamos aquellos aspectos de mayor relevancia para el mantenimiento del grupo social al que pertenecemos: a partir de las generalizaciones y estereotipos cuesta menos trabajo definir al otro.
También, entendemos a la cultura como algo cargado de creencias y principios de acción e interacción, a partir de palabras y comportamientos de los miembros de un grupo. Configurándose no por su homogeneidad, sino por la organización de las diferencias, donde las culturas tienen una uniformidad más hablada que real (idem.).
Actualmente (Jordán, 1994), la educación intercultural es motivo de elaboraciones teóricas y metodológicas en diversos países del mundo, a raíz del incremento de las migraciones y de las transformaciones políticas, que permean los distintos espacios geográficos, formando parte de los debates y desafíos de la educación contemporánea. La cual, presupone la valoración del pluralismo cultural y lingüístico, el reconocimiento del conflicto y los puntos de vista diferentes como una posibilidad pedagógica para la construcción de una sociedad democrática.
Así, el concepto de interculturalidad, señala Jordán (1995), surge en las relaciones entre sujetos que se imaginan a si mismos diferentes de otros con quienes tienen algún tipo de interacción. Siendo imaginada la identidad a partir del contraste con los otros y referida tanto a ganancias como a pérdidas en la interacción, como a mecanismos determinados de negociación para la significación de la identidad.
En suma, la perspectiva intercultural parte del planteamiento de que lo sustantivo es la interacción y del reconocimiento de la cultura como un fenómeno interactivo, donde no es posible poner barreras. La interculturalidad, pues, quiere significar un enfoque, y expresa en sí mismo un proyecto y un propósito: el establecimiento de un marco de relaciones que facilite la interacción cultural en un plano de igualdad y equidad (idem.).