MORIN Y EL “MÉTODO” CONSOLIDACIÓN DE SU CORPUS TEORICO: UNA LECTURA DESDE EL PARADIGMA ECOLÓGICO
Germán López Noreña
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El texto aborda la necesidad del desarrollo de una Epistemología compleja, para sustentar teoreticamente el Pensamiento Complejo y en cierta manera colmar las expectativas de tipo hermenéuticas para una renovada inteligibilidad del mundo, que de cuenta de una visión holística y ecológica de la amplia gama de problemas existentes en el planeta Tierra. Pues bien, antes de introducirnos en algunas generalidades del volumen III del Método, realicemos algunas consideraciones alrededor de la Epistemología y el concepto Complejidad.
En una escuela, la cuestión fue planteada a niños “¿Qué es la Complejidad?”. La respuesta de una alumna fue: “la complejidad es una complejidad que es compleja”.Es evidente que se encontraba en el corazón de la cuestión. Pero antes de abordar esa dificultad, es necesario decir que el dogma, la evidencia subyacente al conocimiento científico clásico, es, como decía Jean Perrin, que el papel del conocimiento es explicar lo visible complejo por lo invisible simple. Más allá de la agitación, la dispersión, la diversidad, hay leyes. Así pues, el principio de la ciencia clásica es, evidentemente, el de legislar, plantear las leyes que gobiernan los elementos fundamentales de la materia, de la vida; y para legislar, debe desunir, reducir, estos son los principios fundamentales del pensamiento clásico. […].
Morin (2004).
El Conocimiento Del Conocimiento
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Semblanza general, presentada por Morin en la que nos menciona de las características predominantes en los modos de la producción del conocimiento en la ciencia regida por el paradigma Cartesiano. Ahora bien, al respecto ¿Qué propone Morin para tratar de dar solución a esta cuestión? ¿Bajo qué presupuestos teóricos Morin fundamenta su propuesta? En razón de estar cambiando continuamente las bases del saber y las formas de comprender y realizar la actividad científica.
El ilustre pensador francés, realizando previamente una revisión exhaustiva al paradigma de la ciencia clásica nos ilustra sobre lo que él llama los mandamientos del Paradigma la Simplificación (Morin 2004, p.4):
1. Podemos decir que el principio de la ciencia clásica es legislar: Corresponde al principio de derecho, quizás. Es una legislación, pero no es anónima, que se encuentra en el universo, es la ley. Y ese principio es un principio universal que fue formulado por el lugar común: “Sólo hay ciencia de general”, y que comporta la expulsión de lo local y de lo singular […].
2. El segundo principio era la desconsideración del tiempo como proceso irreversible; las primeras leyes físicas pudieron muy bien ser concebidas en un tiempo reversible. Y, de alguna manera, la explicación estaba depurada de de toda evolución, de toda historicidad. Y también aquí hay un problema muy importante: el del evolucionismo generalizado. Hoy Edmundo, es decir el cosmos en su conjunto y la materia física en su constitución (particular, nuclear, atómica, molecular), tiene una historia […].
3. El tercer principio de simplificación es el de la reducción o también de la elementalidad. El conocimiento de los sistemas puede ser reducido al de sus partes simples o unidades elementales […].
4. El cuarto principio es el de Orden-Rey. El Universo obedece estrictamente a leyes deterministas, y Toldo lo que parece desorden (es decir, aleatorio, agitador, dispersivo) solo es una apariencia debida únicamente a la insuficiencia de nuestro conocimiento.
5. La antigua visión, la visión simplificante, es una visión en la que evidentemente la causalidad es simple, es exterior a los objetos; les es superior; es lineal.
6. Sobre la problemática de la organización […] en el origen está el principio d emergencia, es decir que cualidades y propiedades que nacen de la organización un conjunto interactúan sobre este conjunto; hay algo de no deductivo en la aparición de cualidades o propiedades de todo fenómeno organizado.
7. El pensamiento simplificante fue fundado sobre la disyunción entre el objeto y el medio ambiente. Se comprendía el objeto aislándolo de su medio ambiente; era tanto más necesario aislarlo como era necesario extraerlo del medio ambiente para colocarlo en un nuevo medio ambiente artificial que se controlaba, que era en medio de la experiencia, de la ciencia experimental […].
8 a 11. Hay también otra cuestión que me parece importante –nos dice Morin-, es que, en el conocimiento simplificante, las nociones de ser y de existencia estaban totalmente eliminadas por la formalización y la cuantificación […].
12 y 13. Ahora, llego al último punto que es el más dramático. El conocimiento simplificante se funda sobre la fiabilidad absoluta de la lógica para establecer la verdad intrínseca de las teorías, una vez que éstas están fundadas empíricamente según los procedimientos de verificación. Ahora bien, hemos descubierto, con el teorema de Godel, la problemática de la limitación de la lógica. El teorema de Godel ha demostrado los límites de la demostración lógica en el seno de sistemas formalizados complejos; éstos comportan al menos una proposición que es indecidible, lo que hace que el conjunto del sistema sea indecidible.
Ya establecidos por parte de Morin los principios doctrinales y dogmáticos de la ciencia clásica, se encamina en su gran aventura teórica a presentar su propuesta fundamentada en el estudio de connotados pensadores de la Teoría de Sistemas, la teoría de la Información y la Cibernética.
En este sentido, podemos observar como la Epistemología Compleja propuesta por Morin y otros investigadores del tema, ha tomado del constructivismo radical los siguientes postulados: 1) El sujeto construye activamente el conocimiento; 2) Lo epistemológico versa sobre los contenidos de experiencias de los sujetos y no sobre el mundo real; 3) Mediante la cognición el sujeto organiza el mundo en vez de descubrirlo ontológicamente; 4) No se niega la realidad ontológica, sino la posibilidad de obtener una verdadera representación de la misma.
Morin reconoce explícitamente la necesidad en los tiempos de la posmodernidad de un conocimiento aislado de los seres que lo producen, es decir es un conocimiento dependiente de condiciones físico-bio-antropo-.socio-culturo-históricas de producción y de condiciones sistémicos-lingüístico-paradigmáticas, en lo que a la producción y la organización respecta. (Morin 1994, p.34).
Apreciación que lo conduce a propender por el lograr el desarrollo de una Racionalidad Compleja que aborde y trate de dar cuenta de la diversidad de variables subyacentes en la producción del conocimiento humano:
Lo que puedo y quiero considerar […] es el desarrollo de una racionalidad compleja que reconozca la subjetividad, la concreción, lo singular y que trabaje con ello; es el desarrollo autocrítico de la tradición critica que no sólo reconoce los limites de la racionalidad, sino también los peligros siempre renacientes de la racionalización, es decir de la transformación de la razón en su contrario; es el desarrollo de una razón abierta, que sepa dialogar con lo irracionable.
(Morin 1994, p. 191).
Finalmente es necesario acotar, que para Morin la complejidad –apreciación argumentada con vehemencia en todas sus obras-, más que una respuesta, es un reconocimiento a las incertidumbres y contradicciones, siendo de la misma manera en este sentido un desafío continuo al pensamiento. El pensamiento complejo, antes que eliminar las diferencias o separaciones, intenta es integrarlas. Lo complejo para nuestro autor en estudio es “el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico”. (Morin 2000).