APUNTES SOBRE LA CIBERCULTURA Y LA ALFABETIZACI�N DIGITAL POSMODERNA
Germ�n L�pez Nore�a
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Iniciemos esta secci�n de este capitulo abordando unos cuantos elementos del concepto Realidad , y qu� es lo real , para luego tratar algunas de las dificultades epist�micas de lo virtual; en aras de tratar de establecer cuando lo real es posiblemente virtual y viceversa. Para ello de manera recurrente, beberemos de la fuente de eminentes antiguos fil�sofos griegos y modernos, e investigadores de este novedoso campo, como por ejemplo, Arist�teles y Plat�n para los primeros, Kant en los modernos, y Pierre L�vy, de entre otros, de los del segundo caso.
5.1.1.1 De La Realidad y Lo Real
Por lo tanto, se hace necesario para elucidar la cuesti�n de la Realidad Virtual, gestar un entramado escrito con rigor epist�mico, en torno a la complejidad filos�fica de las diferencias subyacentes en los conceptos realidad y lo real.
Y esto, en la perspectiva te�rica, del contexto de la cibercultura, utilizada �como ya se vio en p�rrafos anteriores- por algunos autores, para agrupar una serie de fen�menos culturales contempor�neos ligados principal, aunque no �nicamente, al profundo impacto que han venido ejerciendo las tecnolog�as digitales de la informaci�n y la comunicaci�n sobre aspectos tales como la realidad, el espacio, el tiempo, el hombre mismo y sus relaciones sociales.
El abordar la compleja tem�tica de la realidad, pensada en las diferentes �pocas de la humanidad desde diversas cosmovisiones , aunado a paradigmas establecidos por la ciencia, gracias a la transici�n del pensamiento m�tico-�pico al racional, desde diversas perspectivas disciplinares de la ciencia; que en un primer momento de su estudio, se es necesario ubicarnos en el pensamiento abstruso y racional de los antiguos fil�sofos griegos, siendo Arist�teles un primer referente te�rico obligado a consultar.
Arist�teles
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En tanto, reconocer la existencia de diferentes facetas te�ricas en la producci�n escrita del estagirita , nos centraremos espec�ficamente en la relaci�n lenguaje y realidad en el creador del Liceo, en raz�n de la tem�tica abordada en el presente volumen.
En este sentido es importante resaltar que el escenario en que Arist�teles parte en sus reflexiones sobre el lenguaje, se sit�an en las cr�ticas a las tesis de Parm�nides, Zen�n de Elea y sus Paradojas, y a los sofistas en general, pero particularmente a Prot�goras y a Gorgias (L�pez Nore�a Germ�n; 2010: P�g. 126):
La peculiaridad de Arist�teles consiste en considerar al lenguaje, no como un "objeto" en s� mismo ("una cosa m�s entre otras cosas", a la manera sof�stica), sino como un mediador (dotado de una "doble vertiente") entre el pensamiento, de un lado, y las cosas, de otro lado (para lo que habr� que definir qu� son las cosas, esto es, su ous�a o entidad, lo cual implica determinarlas -y esto ser� posible mediante convenci�n ling��stica entre hablantes-). Esta esencia tiene dos funciones o "dimensiones": por una parte, es considerada como "lo que una cosa es", y por otra parte, como "lo que es sujeto de atributos". Pero lo que una cosa �es�, es lo que determina qu� atributos le son propios y cuales no, de manera que cabr�a entender al verbo "ser" como la estructura de las proposiciones (del tipo "S es P"), constituyendo as� la estructura trascendental de toda determinaci�n. El lenguaje es trascendental porque es mediante el lenguaje como determinamos los objetos como "sustancias" o como "cualquier otra cosa" (y el verbo "ser" conforma la condici�n trascendental -esto es, la estructura- de la determinaci�n categorial). Para los griegos antiguos, el "ser" de algo era la manifestaci�n de �se "algo". El sofista Gorgias consider� al lenguaje como una "cosa" cuyo "ser" consist�a en "ser percibido auditivamente" (ser una suerte de "ente ac�stico" en tanto que su manifestaci�n era de �ndole sonora), y otorg� valor al discurso (a la palabra, al logos) en consideraci�n, no de su "ser", sino de sus "efectos pr�cticos" (palabra como "peque�o soplo", modificador de los estados de �nimo del interlocutor). No es lo mismo "hablar para demostrar la verdad de algo" que "hablar para convencer de algo", en lo que a intenciones respecta (la primera posici�n corresponder�a a Arist�teles, y la segunda a los sofistas, i.e., "aquellos que discursean por discursear" o, dicho m�s claramente, "que hablan por el gusto de hablar").
Tanto Arist�teles como los sofistas se interesaron por el lenguaje: el estagirita por la capacidad de expresi�n del lenguaje, del logos, al que califica de diferencia espec�fica de la especie humana, en tanto que considera a los hombres como capaces de emitir "sonidos articulados" (a diferencia de las fieras); los sofistas por la potencia tergiversadora del lenguaje, unida a la capacidad de persuasi�n del propio discurso.
(Jos� Antonio Pastor Cruz, 1998; Universidad De Valencia)
La Realidad Concepto Abstracto De Difusa Definici�n
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La cita anterior, no obstante ser tomada en la perspectiva de la Ret�rica, nos induce a profundizar en el componente ontol�gico del corpus te�rico Aristot�lico. Ahora para comprender la Realidad y el lenguaje en Arist�teles se es necesario volver la mirada en los antecedentes plat�nicos y las primeras criticas a su maestro. Situaci�n a realizar y pensar en la obra perdida Ideis y el Categor�as del fil�sofo de Estagira, confrontados con el Cr�tilo de Plat�n; erigi�ndose el �ltimo como un claro bosquejo de la Teor�a De Las Ideas.
Esto en raz�n de ser el lenguaje una acci�n humana mediante la cual no s�lo se constituyen mundos con diversos sentidos, sino que, a una con ello, tambi�n los humanos nos constituimos como tales. Afirmaciones que nos obligan a preguntarnos por la relaci�n de estos sentidos, construidos a trav�s del lenguaje y la realidad. Por realidad aludimos a la realidad significada, intentar referirnos a una realidad no pensada humanamente ser�a un contrasentido; sin embargo, y aqu� radica el asunto en cuesti�n, tambi�n resulta un sin sentido suponer que, porque es significada, ya no es realidad, y que en su lugar solamente existen horizontes de sentido. Al respecto, el se�alamiento aristot�lico sobre la esencia que, en tanto quididad que hace ser lo que es la sustancia concreta, ser� expresada en lenguaje, nos permite comprender que el fundamento del lenguaje se encuentra m�s halla del interjuego de convenciones intersubjetivas que permiten la aparici�n de diversos contextos comunicativos (Carmen Romano Rodr�guez).
Ahora bien, para lo planteado en sobre el volver al pensamiento plat�nico, seguiremos la tesina de Federico Leto: La Relaci�n Del Lenguaje Con La Realidad. Inherencia y Predicaci�n En Las Categor�as De Arist�teles y La Influencia Plat�nica, publicada en A Parte Re� Revista De Filosof�a. En ella el autor nos dice en la p�gina 2: �Plat�n y Arist�teles advirtieron claramente que no era del todo posible separar arbitrariamente el plano de la realidad el plano del lenguaje, que las palabras remitir�an necesariamente a las cosas, a�n cuando por �cosas� cada uno tuviera su definici�n�.
A decir de Federico Leto en su escrito en cuesti�n, las primeras criticas al mundo de las ideas plat�nicas se encuentran en el an�lisis de los fragmentos del Ideis, que aunque perdido fue conocido y comentado por Alejandro De Afrodisia en la segunda centuria de nuestra era, y en el que entre otras sobresalen las siguientes: 1) Las pruebas acad�micas a favor de las ideas no demuestran su existencia acabadamente, sino, por el contrario, s�lo afirman la posibilidad de predicar de muchas cosas un �nico t�rmino; p. e., lo blanco del az�car, la nieve y un cisne; 2) Si se acepta lo anterior, el mundo de las ideas deber�a ser ampliado de manera absurda. En efecto, deber�an aceptarse, entre otros, t�rminos negativos relativos y de cosas anticuadas.
Es pertinente mencionar que en el an�lisis de la realidad y el lenguaje en Arist�teles y en Plat�n son abordados desde las perspectivas te�ricas de la L�gica, la Ontolog�a, la Gnoseolog�a, la Ling��stica, y desde lo Gen�tico en el primero, dado su componente biologico en su entramado te�rico.
En lo ontol�gico, en cuanto al ser y la atribuci�n, probablemente el disc�pulo de Plat�n en aras de superar la doctrina de Parm�nides, elabor�:
[�] la distinci�n de los sentidos en que debe tomarse el ser y la doctrina de las categor�as. Esta distinci�n est� formulada claramente por Arist�teles en un pasaje del Organon que dice:
"No es lo mismo ser esto o aquello que ser absolutamente"
Y es aclarada por Arist�teles en otro pasaje de los Anal�ticos posteriores con el siguiente ejemplo:
"Cuando pregunto si es o si no es un centauro o un dios, entiendo si es o no es en sentido absoluto, y no si es blanco o de otro color".
Esta distinci�n es la del verbo ser cuando expresa la existencia o la realidad (verbo sustantivo) y del verbo ser cuando indica la atribuci�n, empleado como c�pula del juicio, significando solamente una relaci�n.
Esta distinci�n no lleva a Arist�teles a la separaci�n entre la esencia de las cosas y su existencia, es decir, a la concepci�n de una verdad independiente de la realidad, como hab�a mantenido Plat�n. Para Plat�n [�] las esencias eran verdades eternas, trascendentes a lo sensible, anteriores a los objetos de la experiencia.
Arist�teles no admite esta concepci�n. Para �l la verdad no puede ser anterior a las cosas.
Siguiendo con lo ontol�gico, en la Filosof�a Primera, Arist�teles aborda �[�] el ente en cuanto ente� , de la Ousia o tambi�n llamada sustancia, y del estudio de las �las primeras causas y principios� , situaci�n que conlleva al revisar la obra del filosofo a encontrarla en varias parte de sus escritos. Para concluir siguiendo a Federico Leto en su escrito ya varias veces citado quien al respecto nos dice: �As� entonces, el punto de partida de aquella b�squeda aristot�lica de las posible soluciones a problemas del habla con consecuencias directas en el plano ontol�gico, no pudo ser otro que el de la realidad en tanto que configurada por la mediaci�n del lenguaje.�
De tal manera parafraseando a Femen�as (2001), los aspectos tratados hoy en d�a sobre el lenguaje contin�an vigentes y el modo como la cultura occidental, piensa y dice su filosof�a incluye a las categor�as como aquellas estructuras que posee el hombre para la clasificaci�n del mundo, en la perspectiva de los modos en que se nos presentan las cosas o como las expresiones que reflejan la manera de ver y conceptualizar la realidad.
Revisando el componente l�gico en la acometida de la cuesti�n sobre la realidad y el lenguaje en Arist�teles, es relevante mencionar que el estudio del ser en Arist�teles, present� una directa relaci�n con los juicios, en detrimento de los conceptos socr�ticos y los universales plat�nicos. En este sentido, se es posible afirmar que el objeto de estudio del fil�sofo de Estagira lo fue el Logos Apofantic�s , es decir la oraci�n declarativa, hoy por hoy conocida como proposici�n.
Ya realizado el breve bosquejo sobre la tem�tica de realidad y lenguaje en Arist�teles �obviamente, sin desconocer que de ella se pueden escribir miles de cuartillas m�s, como producto de procesos investigativos de las complejidades subyacentes, que hoy por hoy se entrev�n en la articulaci�n a las NTIC-, me dedicare espec�ficamente a algunos elementos de lo real.
Actualmente, a un nivel general, se cree superado el concepto de connotaciones m�sticas � metaf�sicas para lo real. Se considera que este modo de comprensi�n y vivencia de lo real hace parte a un marco no cognoscitivo sino de creencias o ideolog�as enmarcado dentro de un discurso o relato social de identidad cultural y por tanto al margen de la ciencia. En verdad, la cuesti�n de �lo real� aparece tratada de un modo completamente diferente a la metaf�sica a partir de la modernidad.
Es Kant quien plantea una de las primeras aproximaciones al tema de lo real al margen de la metaf�sica. Situaci�n, que se presenta cuando el gran
Placa en una pared en Kaliningrado, en alem�n y en ruso, con las palabras tomadas de la conclusi�n de la Cr�tica de la Raz�n Pr�ctica de Kant.
http://es.wikipedia.org/wiki/Immanuel_Kant
pensador alem�n, distingue al fen�meno del no�meno (en alem�n �Das Ding in sich� o en espa�ol �La cosa en s��).
Kant considera que lo percibido como fen�meno se encuentra sometido a condiciones subjetivas de la sensibilidad externa e interna, (espacio y tiempo); y la comprensi�n por el entendimiento condicionada a conceptos a priori o categor�as propios de la mente humana que impiden el acceso al conocimiento de lo real como no�meno.
Pero Kant, pensador del siglo XVIII, por genial que fuera, no pod�a escapar a los paradigmas, y epistemes, dominantes en su cultura, de forma que, por v�a de la raz�n pr�ctica restaur� el sentido trascendente de la moral y de Dios.
Lacan distingue Lo real de la realidad. La realidad es lo que el sujeto percibe y entiende (o "entiende") de Lo Real; la realidad es principalmente "sentido com�n" ("common sense"), pero el sentido com�n puede ser cierto o desacertado: durante cientos de miles de a�os el sentido com�n le indicaba al ser humano que "el Sol gira en torno a La Tierra".
A esto Lacan le llama "la realidad". La realidad puede ir coincidiendo con Lo Real en la medida que avanza el intelecto y la consciencia, pero mientras tanto, Lo Real, en cuanto s�lo detectado de un modo u otro por el Registro de Lo Real, es "lo imposible" -por ahora- de transducir totalmente a figuraciones (�stas del orden del Registro de Lo Imaginario), y menos aun a palabras u otros s�mbolos (es decir al Registro de Lo Simb�lico). El concepto de Lo Real es genuinamente pragm�tico: por ejemplo permite profundizar all� donde el autodenominado positivismo, zozobra. Y, Lo Real, permite profundizar manteni�ndose dentro de criterios racionalistas y cient�ficos.
Lo Real, es aquello que no puede ser simbolizado, aquello que es imposible de 'entender' y que no tiene nada que ver con el concepto de 'realidad'. Por ejemplo, uno de los Reales a los que todos los seres humanos estamos sujetos es a la muerte. La muerte es un Real, porque no puede ser explicada, o no se sabe qu� sucede en �sta y por lo tanto, debido a la falta de significaci�n, Lo Real se vuelve terror�fico. Las alucinaciones en la psicosis son el retorno de Lo Real en el Sujeto.
Finalmente concluyamos este ac�pite de lo real en esta secci�n del libro con la apreciaci�n de Cecilia Tovar Hern�ndez (2003), quien escribe sobre esta tem�tica de la siguiente manera: �El significado del concepto de lo real es uno de los grandes problemas cient�ficos y filos�ficos, debido a que de �l depende, en gran medida, nuestra concepci�n del mundo y de seres en el mundo. Es decir, el concepto de lo real no se limita a ser la forma como concebimos el mundo, pues gracias a �l pensamos nuestro mundo y nos pensamos en Edmundo, en este sentido, el significado de lo real es la lente a trav�s de la cual vemos (concebimos) nuestro ser y nuestro mundo, y no solamente la forma c�mo lo concebimos. Un a Trav�s (concepto de lo real) que modifica la forma de ver de los objetos de reflexi�n (en este caso: el mundo, el hombre y lo real en cuanto tal), un a trav�s con doble significado: ser el medio de reflexi�n y ser lo reflexionado. De esta forma un cambio en nuestra forma de concebir lo real implica un cambio en nuestro sentido de realidad, en el significado de nuestro mundo�.