APUNTES SOBRE LA CIBERCULTURA Y LA ALFABETIZACI�N DIGITAL POSMODERNA
Germ�n L�pez Nore�a
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Actualmente, el t�rmino �Cibercultura� se utiliza com�nmente para referirse al uso de las tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n, espec�ficamente la red de Internet. Pese a que consideramos importante tomar en cuenta este uso del concepto, lo creemos insuficiente y reduccionista. Nos parece pertinente ahondar en el t�rmino de Cibercultura, tomando en cuenta sus ra�ces en la Cibern�tica, por un lado, y ubic�ndola en el terreno de la cultura en general, comprendida como organizadora de la experiencia de los sujetos. As� entonces, la Cibercultura no s�lo se �vive� en el ciberespacio [�] sino que traspasa los l�mites de la tecnolog�a y puede constituirse como una nueva organizaci�n de lo social.
(Marta Rizo Garc�a; www.monografias.com)
Siendo la Cibercultura, un concepto de reciente y en continua construcci�n y, designada por un neologismo que combina las palabras cultura y ciber, en relaci�n con la cibern�tica , as� como lo relacionado con la Realidad Virtual; nos plantea, en raz�n de lo anterior un recorrido de tipo hist�rico en cada uno de ellos, sumado a las teor�as de la Informaci�n y la Comunicaci�n, en aras de darnos una semblanza historiogr�fica de ella.
En este sentido iniciemos plasmando una breve historia de la Cibern�tica, pasando por la teor�a de la informaci�n, la de la Comunicaci�n, y la Transici�n de la de la Informaci�n a la de la de la Comunicaci�n. Para, luego continuar con la evoluci�n del concepto de Cultura a ra�z de la emergencia de las anteriores teor�as, y la ocurrencia de la llamada Realidad Virtual.
2.1 RESE�A HIST�RICA DE LA CIBERN�TICA
La palabra cibern�tica originaria del griego kybernetyk� e hist�ricamente alusiva a la acci�n de ejercer un tipo de dominio al timonear una peque�a embarcaci�n, fue adoptada por primera vez para designar as� a toda la materia relacionada con el control y la comunicaci�n por el matem�tico y f�sico Norbert Wiener (1894-1964). Palabra antiqu�sima que hace ya presente en Las Leyes uno de los di�logos de Plat�n y en el f�sico Ampere, usado por el segundo en su clasificaci�n de la ciencia.
Actividad encaminada por el hombre, desde tiempos remotos hacia el domino del control. Perceptible, en el tratar de alcanzar la divinidad creadora y manifiesta en la creaci�n de mu�ecos aut�matas, que adem�s de emular la presencia f�sica del hombre y su comportamiento, estuviesen dotados de vida. Pulsi�n del ser humano en diferentes �pocas de la historia, argumentada por Wiener (1981):
Norbert Wiener Padre De La Cibern�tica
osaperu4.blogspot.com/2009/05/norbert-wiener.html
En cada estadio de la ciencia desde D�dalo o el h�roe de Alejandr�a, la habilidad del artesano para producir un simulacro activo de un organismo viviente ha intrigado siempre al pueblo. Este deseo de producir y estudiar los aut�matas ha sido siempre expresado en los t�rminos de la t�cnica viviente de la �poca. En los d�as de la magia, exist�a el extra�o y siniestro concepto del Golem, esa figura de arcilla sobre la que el Rabino de Praga infund�a el soplo de la vida con la blasfemia del Inefable Nombre de Dios. En el tiempo de Newton el aut�mata consist�a en la caja con el reloj de m�sica con las peque�as efigies haciendo piruetas r�gidas en lo alto. En el siglo XIX el aut�mata es la glorificada maquina de vapor quemando alg�n combustible en lugar del gluc�geno de los m�sculos humanos. Finalmente, el aut�mata del presente abre las puertas por medio de las fotoc�lulas o apunta las armas al lugar en el que un rayo del radar coge a un avi�n o computa una ecuaci�n diferencial.
Wiener (1969), visionario gestor de la Teor�a Cibern�tica (TC), entendi� y aprehendi� la cibern�tica en los contextos tecnol�gicos y neurofisiol�gico, caracteriz�ndola como un campo interdisciplinario que trata de dar cuenta de las situaciones problema de la organizaci�n y los asuntos de retroalimentaci�n � control - y la transmisi�n de informaci�n en las maquinas y los organismos vivos:
[�] s�lo puede entenderse la sociedad mediante el estudio de los mensajes y de las facilidades de comunicaci�n de que de ella dispone y, adem�s, que en el futuro, desempe�aran un papel cada vez m�s preponderante los mensajes cursados ente hombres y maquinas, entre maquinas y hombres y entre maquinas y maquinas
(Wiener, 1969: p.16).
El imaginario de Wiener, estaba encaminado a encontrar los principios que hac�an m�s cercanos a las maquinas a los movimientos de los organismos vivos. No obstante, haberse iniciado la cibern�tica con el objetivo de lograr mejorar las maquinas, no necesariamente es una teor�a de las maquinas. Ashby (1997:P�gs. 11-12) hace menci�n a ello del siguiente modo: �Aunque han aparecido muchos libros titulados �Teor�a de las m�quinas�, generalmente aluden a objetos mec�nicos, levas y palancas, por ejemplo. Tambi�n la cibern�tica es una �teor�a de las m�quinas�, pero no estudia objetos sino modos de comportamiento. No pregunta: �qu� es esto?, sino: �qu� hace? [...] Es, por lo tanto, esencialmente funcional y conductista [...] Trata todas las formas de conducta en la medida en que son determinables, regulares o reproducibles�.
Ya reconocido el hecho de no ser la cibern�tica una teor�a de las maquinas �entonces cu�l es la fundamentaci�n conceptual de ella? Cuestionamiento respondido por Ashby partiendo del concepto fundamental de la automatizaci�n: la �diferencia�. Situaci�n que lo lleva afirmar, el de ser la raz�n del accionar epistemol�gico de la cibern�tica la precisi�n del concepto del �cambio� y a la vez de su enriquecimiento, llev�ndolo a enunciar el de ser ella misma �una anal�tica del cambio�, en el sentido de la formalizaci�n de las leyes y condiciones del cambio.
Aparte de la �diferencia� como concepto fundamental desde lo primario para la cibern�tica, tambi�n lo son los conceptos de �causalidad circular� y el de �retroalimentaci�n� como sus fundamentos explicativos. Sin ellos no nos ser�a posible comprender los procesos de cambio o de automatizaci�n. Capra (2000; p.80), citando a Wiener y con relaci�n anterior concepto mencionado, nos dice que �l
Desde el principio de la cibern�tica [�] se dio cuenta de la importancia del principio de retroalimentaci�n como modelo no solo de organismos vivos, sino tambi�n de sistemas sociales. As� escribi�, -nos complementa Capra- en Cibern�tica:
Es sin duda cierto que el sistema social es una organizaci�n como el individual, unida por un sistema de comunicaci�n e imbuida de una din�mica en la que los procesos circulares de naturaleza retroalimentadora tienen un papel principal
Aventur�ndonos en una especie de s�ntesis, desde el punto de vista hist�rico del desarrollo del pensamiento sist�mico, las indagaciones sobre los bucles de retroalimentaci�n por parte de los cibern�ticos se establecieron como la confirmaci�n que describen patrones de organizaci�n. Siendo en este sentido crucial para la Teor�a General De Sistemas (TGS) el que los cibern�ticos por primera vez distinguieran con claridad el patr�n de organizaci�n de un sistema de su estructura f�sica, logr�ndose un valioso aporte para la contempor�nea concepci�n te�rica de la vida.
De igual manera a Bertalanffy (1974), Wiener propone te�ricamente el de ser las maquinas cibern�ticas sistemas cerrados organizacionalmente y abiertos informacionalmente, debido a sus conceptos de �retroalimentaci�n� y el de �causalidad circular� los conceptos explicativos de la cibern�tica.
Este aspecto le da status fundante a la teor�a de la informaci�n en el desarrollo de la TGS, iniciada por Claude Shannon y Warren Weaver (1949). Concepci�n sintetizada, en algunos aspectos a�os m�s tarde en la definici�n de Raymond Ruyer (1954) quien con insistencia llama nuevamente la atenci�n sobre el car�cter informacional de la cibern�tica, defini�ndola como la �ciencia de las maquinas de informaci�n, ya sean maquinas naturales, como las maquinas org�nicas, ya sean artificiales� (Ruyer, 1954: 5).
A un nivel general, el aporte de la cibern�tica a la Teor�a General de Sistemas se podr�a resumir en los siguientes aspectos:
Humberto Maturana
http://es.wikipedia.org/wiki/Humberto_Maturana
La declaraci�n de la comunicaci�n en t�rminos organizacionales. En verdad fue novedoso, lo de de unir comunicaci�n y mandato informacional, con amplias aplicaciones a los �mbitos de las ciencias sociales. �El conflicto central de la cibern�tica se plasma en la disyuntiva entre la organizaci�n fundada en la comunicaci�n, y/o una organizaci�n fundada en el mandato� (�vila, 1998). Este �ltimo debe pensarse como contiguo, en algunos casos en sin�nimia, al concepto de informaci�n. Wiener agrup�, as� entonces, a la comunicaci�n y el mandato, aunque le dio categor�a hegem�nica a la primero sobre el segundo.
Adopci�n del pensamiento contingente, como enfoque o postura te�rica en la construcci�n de sus objetos y los modos de conocimiento. Manifestaci�n de abandono del pensamiento deterministico o reduccionista, al ser la caracter�stica predominante del pensamiento contingente lo hol�stico, pues asume el cambio desde un enfoque circular, es decir, en una perspectiva no lineal.
El mayor desarrollo de la cibern�tica se dio, cuando la cibern�tica se aplic� a si misma, gracias a el haberse logrado una epistemolog�a de los sistemas que involucraban a los observadores, llam�ndosele cibern�tica de �segundo orden� �nombre asignado por Magoroh Maruyama (1963) - , siendo Heinz Von Foerster (1991) uno de sus grandes impulsadores.
Nueva epistemolog�a, que adem�s del f�sico y biomatematico Foerster, debe tambi�n su desarrollo a las investigaciones de la f�sica qu�ntica, a los aportes del neurofisi�logo Warren Mc Culloch (1985) , y los bi�logos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela (1990). En los aportes te�ricos de todos ellos se edifica la cibern�tica de segundo orden.