Julio César Rodríguez Valdez
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En México es evidente que la economía ha sido vulnerable, no se han dado condiciones de estabilidad económica, y tampoco existe una distribución equitativa del ingreso. El sector público, como promotor de empleo e inversión, se ha visto limitado para llevar a cabo su cometido, por la falta de recursos públicos a raíz de la baja recaudación tributaria, de tal suerte que el gasto público no puede ser solventado debido a la insuficiencia de los ingresos públicos.
Una Hacienda Pública débil es un factor que detiene el crecimiento y el desarrollo de la economía, ya que no pone la atención debida a la inversión en infraestructura, el ahorro y el trabajo. Otros factores, como la desigualdad, el bajo nivel de ingreso, los tratos fiscales preferentes, el tamaño del sector informal, dan fe de la debilidad del sistema tributario en nuestro país. Todo lo anterior justifica la puesta en marcha de una Nueva Hacienda Pública Distributiva que aliente el trabajo, el ahorro, la inversión y la distribución equitativa del ingreso.