EL LIBRO Y EL BIOS: ALGUNOS MOMENTOS EN SU HISTORIOGRAFÍA. LECTURA DESDE EL PARADIGMA ECOLÓGICO
(VOLUMEN II)
Germán López Noreña
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Vista de Zaragoza en 1647, por J.B. Martínez del Mazo, a veces atribuido a su maestro Velázquez.
http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Zaragoza
La ciudad de Zaragoza cuenta con más de dos milenios de historia. La historiografía de la imprente española erige a Mateo Flandro como el impresor de Zaragoza con su obra Maipulus Curaturum del 15 de Octubre de 1475.
Colofón del 'Manipulus Curatorum' primer libro impreso en Aragón
http://www.enciclopedia-aragonesa.com/monograficos/historia...
A decir de Antonio Arana Rascón (2000; Universidad de Málaga):
Este es el primer libro impreso en España que lleva un pie de imprenta completo, aunque el Comprehensiorum de Johannes Grammaticus impreso en Valencia por Palmart, el 23 de febrero de 1475, es el primero que se imprimió indicando la fecha y el lugar de impresión.
Desde 1480 hasta final de siglo la actividad tipográfica en esta ciudad, estuvo enteramente en manos de Pablo Hurus, y de su hermano Juan, que le sustituyó durante el periodo de 1488 a 1490. A partir de este año el taller de los Hurus figura entre los más activos de España.
Primer testimonio del escudo de Aragón. Fabricio Vagad, Crónica de Aragón. Incunable impreso en Zaragoza en 1499 por Pablo Hurus.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Hurus
En aras de lograr un mayor nivel de acercamiento al establecimiento y desarrollo de la imprenta en Zaragoza, abordaré el libro de Don Gerónimo Borao titulado La Imprenta En Zaragoza, editado en 1860 en esta ciudad por Vicente Andrés.
En el capítulo III pagina 16, en contravía a la opinión de connotados incunabalistas actuales como Don Fermín De Reyes, quien enfáticamente sostiene el haber sido ser Segovia la primera ciudad española en la que se estableció la imprenta, Borao le concede a la ciudad de Valencia este gran mérito histórico: “Fijada la fecha más antigua de la imprenta en el año 1457, digamos que en el de 1474 registra ya España su primer libro, debiéndose a Valencia esta gloria, de que con injusticia han pretendido algunos despojarle […]”. He aquí una vez más la disputa académica sobre este aspecto en la que muy probablemente priman las subjetividades regionalistas.
Siguiendo a este autor en la página 17 del mismo capítulo, este autor renuncia a corresponderle a la ciudad de Zaragoza, el anterior mérito, pero es enfático en darle el reconocimiento a esta capital, el haber sido una de las cuatro capitales Aragoneses en donde primeramente se estableció la imprenta.
En el capítulo IV paginas 20 y 21, nos da una breve radiografía del primer libro impreso en Zaragoza y erige a Mateo Flandro como el primer impresor en España, en detrimento de Juan Parix:
El primer libro impreso en Zaragoza fué el Manipulus Curaturum, o Guido De Monterocherii, obra dedicada en Teruel el año 1333 á Raimundo obispo de Valencia, la cual viene á ser un guía del cura párroco, sobre todo en materia de sacramentos: está impresa á 15 de Octubre de 1475 por Mateo Flandro, primer impresor no solo de Zaragoza pero aun de España, pues las obras publicadas antes ó al mismo tiempo en Valencia y Barcelona carecen de esta indicación […] El libro es en folio menor o más bien en cuarto mayor, con 106 folios dobles, fuera de los del índice, sin portada, con letras capitales iluminadas á mano, abundancia de abreviaturas, tirage poco esmerado y el siguiente pie de imprenta. “Clero et populo impressio per-utilis utriusque ope á mathei flandri industria felici termino clausa est Aragonensium regia in urbe Casaraugusta XV Octubris anno salutis millesímo quadrigentesímo septuagesímo quinto” Contiene la dedicatoria del autor; un prologo que comienza Quoniam ut oit Malathias propheta; el cuerpo de la obra, la cual redivide en tres partes y estas en varios tratados relativos á los sacramentos y á articulos de la fé; y al fin el índice con foliatura especial á la romana.
6.1.4 La Imprenta y El Libro En Barcelona
La historia de Barcelona se remonta en un periodo de tiempo no menor a 4.000 años, tomado desde finales del neolítico, con los primeros restos hallados en el territorio de la ciudad hasta la actualidad. La ciudad fue asentamiento de los pueblos íberos o layetanos, cartagineses, romanos, judíos, visigodos cristianos, y musulmanes.
Del origen de la ciudad de Barcelona no es nada claro. Antes de la conquista romana de la península Ibérica, el área del llano de Barcelona y áreas colindantes conserva restos de finales del neolítico y principios del calcolítico.
Posteriormente se desarrolló la cultura de los layetanos, un pueblo íbero. Se tiene evidencias dos poblaciones vecinas, Barkeno, situada sobre el monte Táber, (Ciutat Vella) y Laie (o Laiesken), de cuya ubicación se cree que fue en las faldas de la montaña de Montjuïc (siglos III y II a. C.), con cierta actividad comercial. Probablemente, hubo un pequeño establecimiento griego, de nombre Kallipolis (Καλιπολις) aunque su ubicación no se ha establecido con claridad en la actualidad.
Barcelona
blogs.ua.es/eltiempodelosmodernos/tag/xvi/
Se han encontrado dos cecas de ese período. Entre los siglos III a. C. y II a. C., circularon dracmas de imitación emporitana con la leyenda íbera Barkeno. Laiesken acuñó también monedas que prevalecieron durante el primer período romano.
Durante la Segunda Guerra Púnica (218 a 202 a. C.) Cartago, bajo el mando y liderazgo de Aníbal Barca, ocupa la población en el transcurso de su marcha hacia los Pirineos, habiendo traspasado el Ebro, que era hasta entonces el límite de dominio cartaginés. Siendo esta fecha tomada por muchos historiadores para datar la fundación de la ciudad de Barcelona.
Primera edición en castellano de la Política y
Económica de Aristóteles. Zaragoza, Jorge Coci, 1509
En Aranda Rascón: 2000. Universidad De Málaga
Sobre la imprenta en Barcelona también se pensó durante mucho tiempo que en ella había llegado por primera vez la imprenta a suelo ibérico, hasta antes de demostrarse el haber sido en Segovia el primer sitio de establecimiento de la imprenta en España. Alrededor de esta cuestión veamos lo escrito por Aranda Rancón (2000, Pág. 11).
Rancón, refiriéndose al arribo de la imprenta a España y argumentando el no existir pruebas concluyentes, según expertos en ediciones hechas desde la imprenta hasta el siglo XVI de ser el Synodal de Segovia, el primer libro impreso en España, nos dice que:
Los inicios de la historia de la imprenta en España son más oscuros que los de cualquier otro lugar de Europa. Según los datos de expertos incunabulistas actualmente parece bastante claro que el arte de imprimir llegó a España por Barcelona2 y que el primer taller de imprenta en esa ciudad fue el de Heinrich Botel, George Von Holz y Johann Planck. El 5 de enero de 1473 Botel, también conocido como Henricus de Saxonia, llegó a un acuerdo por el cual iba a enseñar a los otros dos el arte de imprimir, a cambio de lo cual ellos aportarían el capital para la empresa. El primer libro de este taller fue una Ethica, O economica et Politica de Aristóteles, sin fecha, que, si tenemos en cuenta que la compañía se formó en enero de 1473, difícilmente pudo ser posterior al fin de ese año.
También algunos estudiosos del campo, consideraron el haber sido el primer impreso en España a la Gramática De Mates por Gherlinc datado en 1688 en Barcelona. Pero esto se ha desvirtuado, en razón de probablemente haberse dado una errata para la fecha 1468 por 1488.
La primera obra impresa en Barcelona y datada fue la Gramática de Perottus hecha en Barcelona en 1475 por Juan de Salzburgo, (probablemente blank.) y pablo de Constanza u Horus, asociado de Botel.
Aunque se sabe de la existencia de otros libros editados en esta ciudad, no se ha logrado obtener por lo menos otro ejemplar fechado hasta 1478, los comentarios a Aristóteles de santo tomas, obra de Pedro Brun y Nicolás de spindeler. La sociedad duro poco y spindeler realizo en Barcelona media docena de obras mas. Como el regimen del Princeps de Egiddio Colonna y etica, politica y economica de Aristóteles. Años después abandonó la ciudad para instalarse en tarragona, donde inicio nuevamente sus actividades de impresor abriendo un nuevo taller.
A la par que Spindeler, daba ruptura a la sociedad con Brun, este último se asociaba con Clérigo catalán Pere Posa, resultando ser el impresor de más alta tendencia politica de los dedicados a este arte en la ciudad, editando al menos 36 obras, de las cuales la primera fue la historia de Alexandre, de Quinto Curzio, en valenciano y la ultima Arbor Sciantiae, de Llul, del que ya había hecho ediciones especiales.
Otros talleres importantes en la ciudad, lo fueron los de Pere Miquel, que hizo entre otros el Tirant Lo Blanch de Joanot Martorell; el de Juan Rosenbach de Heidelberg, que publicó el Libre Dels Angels y Libre De Les Dones, de Francisco Jiménez; y Diego De Gumiel, apodado “el Castellano”, que terminó El Tirant iniciado por Miquel, además de obras de Jiménez, y otras obras en latín.