EL LIBRO Y EL BIOS: ALGUNOS MOMENTOS EN SU HISTORIOGRAFÍA. LECTURA DESDE EL PARADIGMA ECOLÓGICO
Germán López Noreña
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Un tema de significativa importancia en los Códices Mayas, lo constituye el paralelo establecidos por algunos investigadores de estos manuscritos entre el Códice de Madrid y el Códice de de Dresden.
Ya en el epilogo del siglo XIX, cuando los investigadores de los códices Mayas iniciaron la búsqueda e interpretación del contenido de los libros prehispánicos de los Mayas, percibieron algunas similitudes en algunos pasajes de los Codices de Madrid y en el de Dresden. Aspecto inicialmente estudiado por Ernst Forstemann70 en su libro Commentary on the Madrid Maya Manuscript, en las páginas de la 14 a la 25, y a los que denominó "Los Pasajes Paralelos".
En estos los tiempos de la posmodernidad, la investigadora Laura Elena Sotelo Santos, como producto de su tesis doctoral -ya mencionada en páginas anteriores- en este campo; escribe el artículo titulado Pasajes Paralelos en los Códices de Dresden, en el que nos dice recurriendo a las posturas teóricas de Forstemann, Schelhas y Thompson, sobre este evento de estos manuscritos:
Desde la perspectiva formal, al observar un códice maya, podemos estar de acuerdo con el distinguido profesor alemán Paul Schellhas quien fue el primero en reconocer que en estos libros jeroglíficos hay una estrecha relación entre las fechas calendáricas, las figuras y las imágenes, unidad que para él contenía un significado paralelo y que Thompson, de acuerdo con las referencias coloniales yucatecas, denominó t'ol.
Cada conjunto de columnas a su vez forma parte de un texto más largo, que generalmente alude a un ciclo completo de 260 días, y que también desde el siglo pasado se conocen con el nombre de almanaques.
6.3.2.3 El Códice De París o Codex Peresianus
Del manuscrito precolombino llamado El Códice de Paris y a su vez llamado Codex Peresianus, es necesario aclarar, que aunque algunas veces se han referido en lo relacionado con el nombre para este libro de los Mayas, como el Pérez Codex y el Maya-Tzental, por parte de algunos investigadores, bien cierto es, el que la gran mayoría de los investigadores de este campo suelen denominarlo comúnmente como Paris Codex y Codex Peresianus.
Lámina Del Códice De Paris http://www.famsi.org/mayawriting/codices/parissample.jpg
Del códice se conservan once páginas escritas por ambas caras, y de las cuales dos han perdido totalmente los detalles. De las otras ocho páginas solo se conservan los detalles de la parte central, los motivos cercanos a los márgenes han sido borrados.
Los temas tratados en el códice de París son rituales y ceremonias religiosas relacionadas con sus divinidades (Dueñas Villamil).71 No obstante, no poderse establecer hasta el momento una fecha exacta de su manufacturación se data entre los siglos XII y XV de la era cristiana.
El Códice de París fue adquirido inicialmente por la Bibliothèque Impériale, más tarde llamada la Bibliothèque Nationale de París en 1832. Su primera réplica consistió en un dibujo Aglio realizado en 1835 por Lord Kingsborough. Dibujo hasta ahora perdido, de las que solamente existe una copia, con unas pocas páginas coloridas, las que están preservadas sobre las hojas a prueba del Volumen X de Antiquities of México de Kingsborough nunca publicado, existente en la actualidad en la Librería Newbery de Chicago.
Si bien al Códice de París se le hizo mención ocasionalmente en los 24 años siguientes, es cierto que no hace presencia para el mundo de la academia y de la ciencia sino hasta el año 1859, cuando León de Rosny, socializó el haberlo descubierto en la esquina de una chiminea polvorienta de la Biblioteca Nacional de París:
Otro dato importante en la incipiente historiografía de este códice, lo escenifica el año 1864, en el que S. E. M. Duruy, Ministro de l'Instruction Publique y Président de la Commission Scientifique du Mexique, publicó (en París) las fotos en blanco y negro del Códice de París. Evento probablemente conducente a describir el París como un Manuscrit dit Mexicain No. 2 de la Bibliothèque Impériale impreso en la capital de Francia.
El número de impresiones de este trabajo fueron muy pocas (probablemente entre 10 a 50), siendo en la actualidad muy difícil la consecución de una cualquiera de estas fotografías. Sin embargo, copias de estas fotos aparecen con la versión de William E. Gates 1909, y con la copia de Graz 1968 del París. Esto recopila los récords de fotografías más tempranos que se tiene del París.
León de Rosny, imprimió una versión cromolitográfica (de 45 o 85 copias) del Códice París en 1887. De la fecha de la edición de este material, la investigadora Randa Marhenke (2004) en su artículo El Codex Peresianus de León Rosny ("1869"), nos dice72:
Las páginas que siguen a esta introducción fueron tomadas de las páginas del Codex Peresianus que fueron incluidas en el "Atlas" de reproducciones de Léon de Rosny, que estaba en los Archives paléographiques de l'Orient de l'Amérique. Esta obra fue publicada, con la fecha de 1869 en su página de título, por Maisonneuve (Paris). Las páginas del Peresianus se agruparon empezando con una marcada como "Manuscrit yucatèque No. 2 de la Bibliothèque nationale (inédit.)". Las páginas 5-22 del Peresianus fueron mostradas en el Atlas (láminas 117-132), por lo que se incluyen aquí. Las páginas 1-4 y 23-24 hacían falta en el Atlas, por lo que no aparecen en esta colección. Por la evidencia interna del texto del códice, se piensa que las páginas 13-14 alguna vez existieron, para perderse en el siglo XIX o antes.
La existencia de esta reproducción de Rosny ya había sido señalada anteriormente por los mayistas, entre ellos Gates, aunque él no fue consistente al dar la fecha de esta publicación. En su comentario sobre el Códice maya-tzental Pérez (1910, p. 7), él dio la fecha de 1872, mientras que en el folleto que apareció con su Códice de Dresde (1932) dio la fecha de 1883. Sin embargo, no toda la culpa de la confusión de los registros bibliográficos puede atribuirse a Gates, pues, aunque la publicación Archives paléographiques fecha como 1869, ya que el propio Rosny dio el año de publicación como 1872, tanto en su publicación de 1883 del Codex Cortesianus (p. xxvij) como en su Notice sur les Travaux Scientifiques de M. Léon De Rosny (1878). Dado que, en los Archives paléographiques, existen notas con la fecha de 1870 (Págs. 115, 177, 186), parece probable que la publicación Archives paléographiques realmente ocurrió en 1872. Ciertamente, aunque los principios de fechar en la época me parecen ahora un poco descuidados, es difícil argumentar que un libro era efectivamente publicado antes de la fecha aparente de algunos de sus materiales. La fecha de 1883 proporcionada por Gates en su folleto sobre el Códice de Dresde pudo haber sido un error, al confundirla con la fecha de la publicación de Rosny del Cortesianus.
Las páginas fueron escaneadas por Google a partir de las copias de las universidades de Harvard y de Stanford. La Universidad de Harvard proporcionó dos copias y la de Stanford una. De estas se seleccionó una figura escaneada de cada una de las páginas del Peresianus para esta colección.
Algunas de las páginas aparecieron al revés en el libro, y aquí se muestran aquí rotadas 180°, aunque esto tuvo como resultado que tanto las etiquetas francesas como la "marca de agua" de Google aparecen igualmente al revés. También, a primera vista parece que Rosny copió las páginas del Peresianus en un orden muy extraño, pero al examinarlas más de cerca puede verse que aparentemente empezó con la que ahora conocemos como página 12, y después generalmente copió dos páginas a la vez, volteando el códice hacia delante y hacia atrás conforme iba avanzando.
Si tomamos a 1872 como la fecha de esta publicación, es anterior por 15 años de la reproducción a colores hecha por Rosny en 1887, y a su reproducción fotográfica a blanco y negro (1888) por 16 años. De acuerdo con Rosny, esta copia fue hecha "autográficamente", y él no estuvo particularmente satisfecho con los resultados. Pensaba que demasiados errores se habían infiltrado, por su falta de familiaridad con los glifos mayas en ese momento, y por la confusión entre los glifos y las imágenes en el proceso de reproducción a blanco y negro. A pesar de estas desventajas, yo pienso que él lo hizo notablemente bien.
Graz usó una versión similar en la publicación de la copia en 1968 (con una introducción y un sumario por F. Anders), de la que a la luz de la Estadística sobre el uso de esta versión de este códice ha llegado a ser uno de las más usadas (por lo menos indirectamente). Consecutivamente la versión Graz, fue usada como el referente inmediato para la versión de Chiapas (Thomas A. Lee, Jr., Los Códices Mayas, 1985).
La apreciación de Randa Marhenke sobre las falencias en la reproducción del color en la producción cromolitográfica de Rosny, como era de esperarse cobró vigencia en aquellos que le tomaron como referente primario en la producción de sus trabajos; pues en este sentido es importante resaltar que las versiones a color de los códices no son solamente agradable mirarlas, sino que también son importantes en el entendimiento acerca del Maya a través de su arte, y sus cálculos matemáticos.
Infortunadamente, el litógrafo dio un toque en la versión del códice de Rosny 1887, así es que la exactitud de esta edición (y por lo tanto también la de Graz más tarde y las ediciones de Chiapas) han sido comprometidas. Aspecto de por si desventurado, en razón de ser esta la única versión a color impresa de este códice frágil, con la excepción de la versión estilizada de William E. Gates en 1910, titulada Commentary upon the Maya-Tzental Pérez codex.
Actualmente el códice mismo está guardado en la Sección Fonds Mexicain No. 386, en una caja de madera sellada, con una cubierta de vidrio que sólo permite ver dos de sus páginas. Muy probablemente con estas medidas del seguridad de la mencionada entidad mexicana, se propende por la conservación del en este momento frágil códice. Para fortuna de los investigadores de los códices Mayas, la explicación que viene con la edición del Graz menciona algunas de las diferencias que han sido encontradas entre la versión de color del Rosny y la versión fotográfica.
Volviendo al itinerario de las ediciones de las copias del Paris, emerge el trabajo de Theodore A. Willard publicado en 1933 -copia de fotografías en blanco y negro-. titulado The Codex Pérez: An Ancient Mayan Hieroglyphic Book (Arthur H. Clarke, Glendale, California). Versión utilizada en la del Códice Peresiano de Luis Azcue y Mancera (Editorial Orion, México, D. F. 1967). La versión Willard (y por ende la de Azcue) fue aumentada, para que apareciera como una línea blanca y negra dibujada. Algunas reconstrucciones, con líneas de puntos, y algunos toques están incluidos.
Ahora, si se quiere dar una discusión completa sobre el Códice de París, un invitado obligado que engalana académicamente dicho evento lo debe ser el trabajo de de Bruce Love con The Paris Codex: Handbook for a Maya Priest (Prensa de la Universidad de Texas, Austin, 1994). En él hay excelentes fotografías en blanco y negro del Códice París. (Sorprendentemente una está estropeada: la sección del medio de la página 24, alrededor de la región de K'an está imperfecta). Unas cuantas de estas fotografías son de la Bibliothèque Nationale ektachromes, y han sido de gran utilidad para los estudiosos de estos glifos.
En estos tiempos posmodernos se está desarrollando, un trabajo del París, el que aparece en el sitio Web de James B. Porter. Este trabajo se fundamenta en las ediciones del Graz 1968 y la edición William E. Gates con fotografías como guías.
Porter ha intentado una reconstrucción extensa (mostrada con líneas marcadas), lo cual, con la copia de Gates, hace creer que algunos documentos han sido publicados acerca del París, especialmente cuando estos documentos han diferenciado en asumisiones sobre las porciones perdidas de las páginas. Este trabajo nos lleva a pensar el ser una excelente contribución en el campo de la investigación de los Códices Mayas prehispánicos.