EL LIBRO Y EL BIOS: ALGUNOS MOMENTOS EN SU HISTORIOGRAFÍA. LECTURA DESDE EL PARADIGMA ECOLÓGICO
Germán López Noreña
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Un rollo de la Toráh abierto para un servicio litúrgico en una sinagoga. http://es.wikipedia.org/wiki/Tor%C3%A1
4.1 EL PAPIRO ROLLO
En este trasegar por la evolución de la forma del libro y sus condicionamientos para la forma de la lectura, hace presencia el rollo. En Egipto los libros fueron elaborados con tiras de una planta vulgarmente conocida como papiro - de nombre científico cyperus papyrus - planta cercana al río Nilo y de fácil consecución.
Un Antiguo Libro Rollo http://www.partenia.org/images/200703/rouleau-du-livre.jpg
Las tiras eran secadas pegadas y luego enrolladas. El rollo de papiro presentó algunas ventajas con relación a las tablillas de barro. Una primera lo fue su peso, permitiendo la escritura de textos más extensos con ciertos niveles de garantía de la obra. Mejoramiento en la estética del libro, lográndose escribir fácilmente con tinta en él, borrar con agua lo escrito, y embellecerlo con ilustraciones a color.30 Además de las anteriores bondades es menester mencionar las inmensas posibilidades en el transporte de los libros, con el escriba mismo, dándose de esta manera una nueva posición de lectura.
Un rollo es en la perspectiva del libro, y en términos de los manuscritos31 antiguos, una longitudinal lamina, generalmente de papiro o pergamino plegada de manera circular sobre sí misma. En ara de lograr un mejor manejo de los rollos, facilitando su almacenamiento y conservación, se les pegaba al final de la última hoja un cilindro de madera, hueso o marfil (gr. omphalos, lat. umbilicus) y alrededor de él se envolvía la tira.
El máximo de hojas para formar un rollo no debía exceder de 20 hojas; llamándosele a la primer hoja "Protókollos". Normalmente se escribían en ellos de un solo lado pero en muchos casos de ambos lados.
Se dice que en la Biblioteca en Alejandría32 existió entre 400.000 a 700.000 rollos; teniéndose en cuenta que una obra como la Iliada o la Odisea ocupaban un rollo de papiro. Del número de rollos de la biblioteca, no hay con certeza un número definido de ellos:
No existe evidencia firme acerca del número de rollos de papiros existentes en la colección de la Biblioteca en Alejandría. Un estimativo que data del siglo I a. C. proporciona la cifra de 200.000, en tantos que otros autores que escribieron en la antigüedad van tan lejos como para afirmar que había 700.000.
Al evaluar los contenidos de la Biblioteca, debe recordarse que un rollo podía contener una sola obra breve, varias obras por el mismo autor o varias obras por diferentes autores; y, por el contrario, una sola obra podía requerir más de un rollo. El rollo normal de papiro que constituía un libro tenía entre diez y doce pulgadas [25 y 31 cm. Aprox.] desenrollado. Un rollo de tales características podía contener, por ejemplo, el Banquete de Platón inscrito en cincuenta y seis "paginas" de treinta y seis líneas, cada línea midiendo entre tres y cuatro pulgadas [8 y 10 cm. Aprox.] de largo. La única característica estándar era el largo de una línea, de treinta y cuatro a treinta y ocho caracteres, lo que facilitaba cuanto pagar al copista. (Mohammed Aman; 2001)
4.2 LA MATERIA PRIMA: EL PAPIRO
Ya argumentado en los párrafos anteriores sobre algunas características del rollo, ocupémonos de manera general sobre su materia prima: el papiro.
Planta del Papiro Cyperus Papyrus http://web.educastur.princast.es/proyectos/grupotecne/archivos/
Entonces iniciemos diciendo que Papiro es la denominación recibida por el soporte de escritura elaborado a partir de una planta acuática, también llamada papiro, muy común en el río Nilo, en Egipto, y en algunos lugares de la cuenca mediterránea, una hierba palustre de la familia de las ciperáceas, el Cyperus papyrus. De acuerdo a las raíces lingüísticas el proviene del termino griego p?p???? papiros, cuyo significado en latín es papyrus, cuyo plural es papyri, tomada del término egipcio antiguo per-peraâ, que significa "flor del rey", dado que su confección y elaboración era exclusivamente monopolio real.
El papiro no solamente fue empleado para la escritura, también fue profusamente empleado para la fabricación de diversos objetos de uso cotidiano: con él se fabricaban objetos de cestería, sandalias, implementos de ropa interior, cuerdas, e incluso embarcaciones. Su raíz y a veces el tallo eran aprovechadas para el consumo humano. La historia moderna da cuenta de ser el fragmento más antiguo de papiro, el descubierto en la tumba de el Hemaka (canciller), chaty del faraón Den, en la necrópolis de Saqqara, pero lastimosamente para la historia no han perdurado los posibles signos jeroglíficos escritos en él.
Como ya se dijo fue monopolio real. Presentó un gran interés y valor comercial dada su gran utilidad por parte de los pueblos de la cuenca Oriental del Mediterráneo y fue objeto de exportación durante varios siglos, aspecto evidenciado en el relato del viaje de Unamòn33. En la actualidad, estos usos del papiro prácticamente han desaparecido, y reviste únicamente un interés turístico.
El uso del papiro declinó como producto del ocaso de la antigua cultura egipcia y el problema de su deterioro al ser expuesto en sitios demasiados húmedos, generándose a raíz de lo anterior la presencia de hongos altamente nocivos para el material y la información en ellos consignada.
Sumado a los aspectos mencionados en el párrafo anterior como elementos determinantes en el fin de la hegemonía del papiro, los insectos enemigos por excelencia para la conservación de los mismos, emergió en la antigüedad como su sustituto para el soporte de la escritura el Pergamino34.
Ahora, cronológicamente el uso del papiro, se puede diseminar en tres grandes periodos: su universalización con la magna época de Alejandro Magno; el inicio de su crepúsculo en el transcurso del siglo V de nuestra era; y su desaparición en el siglo XI. Es importante resaltar el como la mayoría de las grandes bibliotecas de Europa poseen manuscritos en papiro.
El proceso de la elaboración del papiro se iniciaba con el remojo del tallo de la hoja durante un periodo no mayor a una y dos semanas; luego es realizaba el corte del tallo en finas lamina y se prensaban con un rodillo, en aras de la eliminación de la mayor cantidad de savia posible y otras sustancias líquidas; consecutivamente se disponían las láminas horizontal y verticalmente, para dársele un nuevo prensado, para que la savia actuase como adhesivo; finalmente se terminaba frotando suavemente con una concha o una pieza de marfil, durante varios días, de esta manera quedando dispuesto para su uso.
Normalmente era costumbre la fabricación de rollos de unas veinte "páginas", cada una de cuatro metros y medio, aunque se solían cortar en "hojas" de menor tamaño para poder utilizarlas más cómodamente. Las inscripciones se realizaban en la cara del papiro que tenía dispuestas las tiras horizontalmente, el anverso; en la otra cara, el reverso, raramente se escribía aunque, por ser muy caro, si lo que estaba escrito perdía interés, era borrado y vuelto a utilizar.