Germ�n L�pez Nore�a
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Nadie am� la verdad con m�s ardiente amor. Nadie la busc� con m�s pasi�n. Una inmensa inquietud le animaba y, de ciencia en ciencia, de la anatom�a y la fisiolog�a a la psicolog�a, de la psicolog�a a la filosof�a, marchaba, tenso sobre los grandes problemas, despreocupado de lo dem�s, olvidado de si mismo.
(H. Bergson: El Pensamiento y lo Moviente)
Cita provocadora a momentos de exploraci�n de las teor�as de mayor significado del concepto verdad. Desde esta directriz, dej�monos guiar de la tesis doctoral titulada La Teor�a de la Verdad de William James, realizada por Javier Manuel Escorial en la Universidad Complutense de Madrid, en el marco de la Facultad de Filosof�a y Ciencias de la Educaci�n.
Escorial, haciendo un exhaustivo estudio del trabajo psicol�gico y filos�fico de James, enarbolado en su teor�a pragm�tica de la verdad, y aclarado por �l, el pragmatismo como teor�a pragm�tica o m�todo pragm�tico del significado; inicia una explicaci�n del ya mencionado corpus te�rico de James, realizando un estudio de las teor�as antagonistas a ella.
Es as� como la teor�a de la verdad de James construida ante las vicisitudes y antagonismos te�ricos de: la teor�a realista de la verdad la que afirma la verdad-correspondencia; y la concepci�n idealista de la verdad fundamentada en la verdad-coherencia; se erige como una novedosa manera de emitir juicios sobre la realidad social. En s�ntesis, para Escorial, la teor�a Pragm�tica de la verdad de James, trasciende sus dos concepciones antag�nicas; situaci�n argumentada citando a James:
La verdad como dicen los diccionarios es una propiedad de algunas de nuestras ideas, significa su �adecuaci�n�, como falsedad significa su inadecuaci�n, con la �realidad�. Tanto Pragmatistas como intelectualistas aceptan esta definici�n como punto de partida. Comienzan a discutir solamente cuando surge la cuesti�n de qu� ha de entenderse por los t�rminos �adecuaci�n� y �realidad�, cuando la realidad es tomada como algo con lo que se han de corresponder nuestras ideas.
(Escorial, p.184)
En verdad, el somero recorrido realizado por la teor�a de la verdad y la concepci�n de ella por algunos prominentes te�ricos de la ciencia, nos da elementos para valorar lo positivo del libro. Esto es enunciado en raz�n de no ser la indagaci�n y el cuestionamiento exclusividad de la ciencia natural y exacta, y al promulgar la necesidad en estos momentos �y por siempre-, de realizarnos buenas preguntas que traten de dar cuenta, no solamente de nuestro diario vivir y cotidianidad, sino tambi�n, de nuestro futuro circunscrito a un sin numero de cuestiones.
CAPITULO II LA CIENCIA Y LA RELIGI�N EN MESOPOTAMIA, EGIPTO Y GRECIA
Cuando uno considera lo que la religi�n representa para la humanidad y lo que la ciencia es, no es una exageraci�n decir que el curso futuro de la historia depende de la decisi�n de esta generaci�n sobre la relaci�n entre ambas. Tenemos aqu� las dos fuerzas generales m�s fuertes que influencian al hombre y que parecen que se sit�an la una contra la otra, la fuerza de nuestras intuiciones religiosas y la fuerza de nuestro impulso por las observaciones precisas y las deducciones l�gicas.
Alfred N. Whitehead
El abordar las posibles relaciones y contradicciones entre ciencia y religi�n, es pertinente mencionar el constituirse en una magna tarea investigativa y discursiva, my probablemente de nunca acabar. No obstante, reconocido lo anterior, realizaremos una peque�a aventura escrita y de reflexi�n alrededor de esta compleja y a la vez apasionante tem�tica.
Entonces iniciemos mirando esta cuesti�n en algunas de las civilizaciones antiguas, como la Mesopot�mica, la Egipcia, y la Griega, deteni�ndonos en algunas de sus m�s prominentes personalidades de su mundo acad�mico; para luego enfrascarnos en �pocas de la historia humana como el medioevo, la modernidad y la llamada posmodernidad.