German Lopez Noreña
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Que cada uno siga firme sobre sus piernas abiertas,
Que fije en el suelo sus pies y se muerda el labio con los dientes
Que cubra sus músculos y sus piernas, su pecho y sus hombros
Bajo el vientre de su vasto escudo
Que su diestra empuñe su fuerte lanza
Que agite sobre su cabeza el temible airón.
Las murallas de Esparta son sus jóvenes,
Y sus limites el hierro de sus lanzas.
(Antacildas, rey de Esparta)
El estado espartano, fue uno de los más prematuros de la antigua cultura griega. Fundado a mediados del siglo IX a. de C., su proceso de formación se inicia con la invasión de las tribus Dorias y finaliza con la conquista y sometimiento de Mesenia por los espartanos . Victoria alabada por poetas, como Tirteo quien vivió en el siglo VII a. de C:
“A nuestro rey, Theopompo, el amado por los dioses,
gracias al cual dominamos Mesenia, la de la ancha llanura,
Mesenia buena para el arado y para la siembra,
lucharon por ella durante diecinueve años,
sin descanso y sin ceder, con corazón valiente,
los guerreros padres de nuestros padres.
y en el vigésimo año, abandonando los ricos campos,
Huyeron de la plaza fuerte de la montaña de Ithome”.
Las migraciones dorias se inician en el año 1200 a. de C., afectando toda la península balcánica, trayendo la destrucción de los reinos de Micenas, de Creta y la ciudad de Troya. La determinación geográfica de la patria original de los dorios sigue siendo un misterio; los historiadores antiguos, verbigracia Herodoto sostiene el haber sido asentamientos ubicados en comarcas montañosas de la Grecia septentrional. Aspecto, parece ser determinante en el acentuado no sedentarismo y en la creencia generalizada del haber sido pastoril la base de la economía de los dorios. Dekonsky (1966).
El régimen socioeconómico espartano se basó en la propiedad agrícola estatal y en los tributos fiscales. El Estado usufructuaba la tierra laborable y la fuerza de trabajo de sus cultivadores, y la superficie propia para el cultivo se repartía en áreas iguales entre las familias. Este tipo de operatividad socioeconómica hace posible concebir estratos sociales ligados a lo sociopolítico de la siguiente manera como: los ciudadanos con plenos derechos llamados “los hòmoioi”, los iguales; y los que no tenían derechos, denominados “los hypomeìones”, los inferiores.
La fundación de Esparta, según Eforo , se inicia con la llegada de los Dorios a la fértil llanura del Eurotas en el decurrir del siglo X a. de C., en donde inicialmente construyeron fortificaciones, para luego moverse de norte a sur, invadiendo a Laconia y los territorios limítrofes. Los posteriores movimientos y conquistas de los Dorios, determinó la distribución de Laconia en distritos, la que no se basó en parentescos ni lazos de consaguinidad, sino fundamentada en una organización político-militar, lo que propició la emergencia del Estado Espartano. Organización que marcó el derrotero político de toda la Grecia antigua y muy específicamente de las Polis:
Las formas políticas de las Polis dependían de quién detentaba el poder político. Si se hallaba en manos de la de los oligarcas, la ciudadanía se adquiría por la cuantía de la fortuna, esta forma política era más propia de la influencia espartana, dominada por un régimen oligárquico, lo que impedía que la mayoría de la población libre accediera a los derechos políticos. Si por el contrario, la Polis era gobernada democráticamente, caso de Atenas y otras Polis bajo su influencia, los libres decidían todo lo relacionado con la Polis a través de su participación política. Es importante señalar que tanto una forma de constitución como a otra excluían a los esclavos y mujeres en todo derecho político y, por tanto, capacidad para ser ciudadano.
La Polis ciudades estado de la antigua Grecia ubicadas en territorios costeros y zonas de difícil acceso, surgidas desde la llamada Edad Oscura hasta la dominación romana. Nombre con el que conjuntamente se denominaba la ciudad y el territorio reclamado por ella para sí - no existía oposición entre lo urbano y lo rural. Presentaban un alto nivel de autocracia, lo que les daba una relativa libertad, autonomía política y económica.
En sus comienzos, estas ciudades estuvieron bajo la hegemonía de los caudillos militares, los Basileus, ejerciendo poder militar y religioso. A mediados del siglo VII a. de C., la oligarquía emergente en la antigua Grecia fue asumiendo el control político hasta lograr el mando en cabeza de la asamblea, ente político conformado por los Eupatridas, quienes eran miembros de las familias de mayor riqueza y prestigio.
Su centro político-administrativo lo era la Acrópolis, la que albergaba el templo, la gerusia y el ágora; elementos vitales para la funcionalidad de las mismas. El área ocupada por la polis en su casco urbano generalmente construida generalmente de poca extensión. No obstante, se daban casos como el de la antigua Atenas con 2600 kilómetros cuadrados y el de la isla de Ceos con cuatro Polis, en un área de 173 kilómetros cuadrados.
A pesar de la aparente unidad política de las Polis griegas, y pese a compartir de manera común una misma lengua, religión, lazos culturales y una identidad étnica e intelectual, a los pobladores de estas ciudades no les fue posible consolidar un estado unificado, parece ser producto de su misma autocracia y el ser de extensiones en promedio relativamente pequeñas.
Sobre el rol desempeñado por las Polis en la cultura griega y la consolidación de una nueva concepción de clase aristocrática griega, Jaeger (2001; Tomo I: Pág. 80) nos dice:
LA CULTURA griega alcanza por primera vez su forma clásica en la estructura social de la vida de la Polis. Verdad es que la sociedad aristocrática y la vida campesina no se hallan desligadas de la Polis. Las formas de vida feudal y campesina aparecen en la historia más antigua de la Polis y persisten aun en sus últimos estadios. Pero la dirección espiritual pertenece a la vida ciudadana. Incluso cuando se funda de un modo total o parcial en los principios aristocráticos o agrarios, la Polis representa un nuevo principio, una forma más firme y más completa de vida social, mucho más significativa para los griegos, que otra alguna. Aun entre nosotros se conservan vivas las palabras “Política” y “Político”, derivadas de la Polis, que nos recuerdan que con la Polis griega surgió, por primera vez, lo que nosotros denominamos estado –aun cuando la palabra griega pueda traducirse lo mismo por estado que por ciudad. Para los siglos que median entre el fin del periodo patriarcal y la fundación del imperio macedónico por Alejandro, el estado equivale a la Polis. Aunque, existen, ya en el periodo clásico, formaciones estatales de mayor extensión territorial, se trata siempre de confederaciones de ciudades-estado más o menos independientes. La Polis es el centro dominante a partir del cual se organiza históricamente el periodo más importante de la evolución griega.
Mencionados los anteriores aspectos de las ciudades estado de la antigua Grecia, y reflexionando Alrededor de Esparta como ciudad independiente, cabe pues preguntarnos ¿Qué tipo de educación se implementó en los espartanos y encaminada a qué objetivos? Por cierto, veamos, como es necesario retomar la historia de La Agogé como modelo educativo espartano.
La Agogé espartana, se constituye en unión al acervado rechazo del individualismo, y la militarización de toda la vida privada y colectiva, en los rasgos más predominantes de la cultura de Esparta, llamada Lacedemonia por los griegos. Desde los siglos VIII al VII a, C., el proceso educativo y la formación de su imperio denominado “Lakeidamon” se concentró en la formación militar, logrando hacer frente a las ciudades rivales griegas como Atenas, Tebas, Corinto, Macedonia y el imperio persa.
A decir de jaeger (2001; Pág. 82) Esparta no ocupa un gran sitial entre los moralistas y los filósofos griegos, pero si le corresponde un lugar preponderante en la historia de la educación. Esto en razón de ser el Estado la máxima creación de Lacedemonia y, el tener este una fuerza pedagógica inusitada en el proceso formativo y educativo del hombre espartano.
Los registros y fuentes documentales que den cuenta del anterior evento son bastantes oscuras . La idea central de la educación espartana se plasma en los poemas que han sido transmitidos con el nombre de Tirteo , quien con su poesía contribuyó a gestar el ethos (el carácter) espartano. Otro de los testimonios fundamentales del legado pedagógico de Esparta lo constituye La Constitución de los Lacedemonios de Jenofonte.
Jenofonte quien fue orador, filosofo, ensayista y militar griego –un prototipo de erudito ateniense-, concebido por los expertos de la historiográfia clásica de la antigua Grecia como uno de los grandes de la triada de antiguos historiadores griegos, en unión a Herodoto y a Tucididedes; en la obra La Republica de los Lacedemonios de carácter didáctico . En ella expresa desde su inicio, en el primer párrafo su admiración por el régimen político de Esparta, pese a el contenido en el capitulo XIV, en el que el autor interrumpe la apología de las virtudes y la educación espartana, para fustigar con cierto dolor el comportamiento de la elite gobernante (Rawson.E; 1991).
El modelo educativo de los lacedemonios se encuentra registrado en la obra de Plutarco (50-120 a. de C) Las Vidas Paralelas . En el libro I, y en el capitulo IV dedicado a la vida de Licurgo de Esparta, en las secciones XVI y XVII, este autor nos dice:
Nacido un hijo, no era dueño el padre de criarle […] No estaba permitido a los espartanos criar y educar a sus hijos como gustasen, sino que debían entregarlos al Estado a la edad de siete años […] de letras no aprendían más que lo preciso; y toda la educación se dirigía a que fuesen bien mandados, sufridores del trabajo y vencedores en la guerra. Por eso, según crecían en edad crecían también las pruebas rapándoles la cabeza, haciéndoles andar descalzos y jugar por lo común desnudos. Cuando ya tenían doce años no gastaban túnica y se les daba sólo una ropa para todo el año; así macilentos y delgados no usaban ni de baños ni de aceites y sólo algunos días se les permitía usar de este regalo. Dormían juntos en fila sobre un lecho de ramas que ellos mismos hacían […] A los más crecidos se les hacia traer leña y a los más pequeños verduras. Para traerlas las hurtaban, unos yendo a los huertos y otros introduciéndose en los banquetes de los hombres con la mayor astucia y sigilo. El que se dejaba coger recibía azotes con el látigo por haberse mostrado desidioso y torpe en el robar […] Su comida era escasa para que por si mismos remediaran esta penuria y se vieran a ser precisos a ser resueltos y mañosos.
La educación tenía un carácter obligatorio e igualitario y era agenciada por el Estado, siendo su objetivo fundamental, la formación de ciudadanos para la defensa de la Polis, quedando la familia ante el Estado en una situación de subordinación. Los hijos eran propiedad de la ciudad, y ella determinaba a través de la eugenesia quienes vivían y merecían ser formados, y quienes morían al no nacer sanos, lo que les impediría realizar una efectiva defensa de Esparta.
A manera de síntesis sobre la educación espartana, recurramos a struve (1985; Tomo I: Pág. 94), quien resume desde la perspectiva marxista la educación y el régimen de Esparta, implementado según él por Licurgo, y comienza diciendo:
Para su tiempo, el régimen estatal espartano constituyó un paso definido hacia adelante en el nacimiento del Estado en la antigua Grecia como aparato de opresión de la clase dominante. El lugar principal en tal organización lo ocupaba la educación político-militar de los ciudadanos. Tal rasgo del régimen espartano atraía la atención de los ideólogos de la nobleza esclavista. La vida de todo espartano, desde el mismo momento en que nacía, se hallaba bajo la constante e incansable observación del Estado. Hasta la edad de los ocho años, los varones vivían con sus familias. Luego, eran reunidos en grupos –agelas (literalmente rebaños)- que estaban a cargo de altos funcionarios del Estado –Paidomonos, o sea, educadores fiscales-, los que mediante un rigurosísimo adiestramiento, trataban hacer de los niños buenos guerreros. Además del entrenamiento gimnástico-militar, los niños eran sometidos a privaciones e inclemencias (hambre-frío) […] A partir de los doce años, el rigor en la educación era reforzado: se desarrollaba la habilidad de expresar los pensamientos de la forma más breve posible (se iba creando así la oración “lacónica”, termino que se ha convertido en adjetivo genérico); se sometía a los niños a diferentes clases de torturas para acostumbrarlos a soportar fácilmente los sufrimientos físicos. A los dieciocho años, la educación de los espartanos se daba por terminada. A los veintiuno, el adolescente era nombrado guerrero espartano, a partir de lo cual ya él mismo debía participar en el entrenamiento de las generaciones más jóvenes. En este sistema educacional, la instrucción común ocupaba un lugar insignificante; los espartanos no sólo ignoraban las conquistas de las antiguas cultura griega, sino que, en general, eran semianalfabetos. En este punto coinciden todos los escritores de la antigua Grecia. Sin embargo, según los laconofilos, la preparación militar de los espartanos y de su ejército era preferible a todos estos logros de la civilización.