Martín Carlos Ramales Osorio
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Hemos señalado anteriormente que la curva IS (que resume el equilibrio del mercado de productos) es afectada por los instrumentos de la política fiscal; esto es, por el gasto público , las transferencias y el tipo impositivo (t). En tanto que la curva LM (que resume el equilibrio del mercado de dinero) se relaciona con la política monetaria del banco central consistente en operaciones de mercado abierto, operaciones a través de la ventanilla de descuento y operaciones de cambio. Veamos, en términos del equilibrio IS-LM, qué ocurre si el gobierno decide, por ejemplo, un aumento del gasto público , mismo que es uno de los componentes de la demanda agregada autónoma , tal como lo vimos en el modelo de la determinación de la renta con gobierno.
Gráficamente, si el gobierno aumenta el gasto públicola curva IS se desplaza “paralelamente” hacia arriba y a la derecha (el equilibrio pasa del punto E a E´) y notamos dos cosas: por un lado, aumenta la producción o renta de equilibrio de Y0 a Y1; y por el otro, aumenta también la tasa de interés (de i0 a i1):
Gráfica 5.6: Efectos de un aumento del gasto público sobre el equilibrio IS-LM
En consecuencia, tenemos que el aumento del gasto público ha alterado el equilibrio del mercado de productos (al haber propiciado un aumento de la renta o producción de equilibrio, Y) pero también el equilibrio del mercado de dinero (que se ha manifestado en un incremento de la tasa de interés, i). ¿De qué manera se explica lo anterior? Del siguiente modo: el aumento del gasto público se manifiesta en un aumento de la demanda agregada autónoma y, vía el multiplicador, en un incremento de la producción o renta de equilibrio (Y); el aumento de la renta de equilibrio, a su vez, se manifiesta en un incremento de la demanda de dinero para motivo transacción y, por tanto, en un incremento en el precio del dinero, es decir, en la tasa de interés (i). En el primer caso, estaríamos desplazando la curva de demanda agregada (DA) hacia arriba y a la izquierda (en este caso en el mercado de productos); en el segundo caso, estaríamos desplazando la curva de demanda de dinero (L) hacia arriba y a la derecha (en este caso en el mercado de dinero), tal como se observa en el proceso de obtención de la curva LM.
En resumen, tenemos que el aumento del gasto público modifica el equilibrio del mercado de productos elevando la producción o renta de equilibrio; y una vez que aumenta la producción o renta de equilibrio, en el mercado de dinero ocurre lo siguiente: aumenta la demanda de dinero para motivo transacción y, por tanto, se incrementa la tasa de interés. Lo que ha ocurrido en el mercado de productos a través de una expansión del gasto público, se ha manifestado también en una alteración del equilibrio del mercado de dinero. En pocas palabras, lo que sucede en el mercado de productos incide también en el equilibrio del mercado de dinero, y viceversa.
Veamos ahora el caso contrario. Supongamos que el banco central decide comprar CETES en el mercado abierto por determinada cantidad de dinero. El banco central compra CETES al público tenedor de dichos bonos del gobierno y aumenta la oferta monetaria nominal (M). En términos gráficos, lo anterior equivale a desplazar la curva LM “paralelamente” hacia abajo y a la derecha, y es posible distinguir dos efectos: por un lado, disminuye la tasa de interés de i1 a i0 en el mercado de dinero; y por otro lado, aumenta la producción o renta de equilibrio de Y0 a Y1 en el mercado de productos.
Gráfica 5.7: Efectos de un aumento de la oferta monetaria nominal (M) sobre el equilibrio IS-LM
¿Por qué, de un lado, ha disminuido la tasa de interés y, del otro lado, ha aumentado la renta o producción de equilibrio, el cual pasa del punto E al punto E´? La explicación es la siguiente: el aumento de la oferta monetaria nominal (M) provoca directamente una disminución en el precio del dinero, es decir, en la tasa de interés (i); la disminución de la tasa de interés, a su vez, hace que aumente la demanda de bienes de inversión (y probablemente también de bienes de consumo), lo que hace que aumente la demanda agregada (DA) y, vía el multiplicador, la producción o renta de equilibrio. Inicialmente, en el mercado de dinero se desplazó “paralelamente” hacia la derecha la curva de oferta de dinero (M/P) provocando una disminución en la tasa de interés; posteriormente, la disminución de la tasa de interés (i) provoca un desplazamiento de la curva de demanda agregada (DA) hacia arriba y a la izquierda en el mercado de productos.
Resumiendo: lo que ha ocurrido con el equilibrio del mercado de dinero a partir de un incremento de la oferta monetaria nominal (M) por parte del banco central, también ha repercutido en el equilibrio del mercado de productos a través del incremento de la demanda de bienes de inversión (y de consumo) que hace posible la menor tasa de interés.
Los mercados de productos (curva IS) y de dinero (curva LM) están perfectamente interrelacionados, son interdependientes: lo que ocurre en el mercado de dinero, repercute en el mercado de productos; y lo que ocurre en el mercado de productos, repercute en el mercado de dinero.
LA COORDINACIÓN DE LAS POLÍTICAS FISCAL Y MONETARIA A NIVEL DOMÉSTICO
A largo plazo la economía capitalista (conocida también como economía de mercado) experimenta periodos de auge de la actividad económica pero también épocas de recesión; es decir, que no sigue una tendencia lineal, no sigue la senda de crecimiento tendencial en la que se supone que la economía opera al pleno empleo de la fuerza de trabajo con inflación baja y estable.
Muy por el contrario, experimenta periodos de auge (en los que la demanda agregada es tal que obliga a las empresas, a las fábricas de la economía, a laborar más allá de ocho horas diarias a fin de producir todo lo que demanda el mercado, es decir, se da una situación de sobreempleo, sobre todo del factor productivo trabajo; en consecuencia, la inflación es alta también, lo que constituye un problema a resolver por parte de las autoridades económicas) y de recesión (la cual se caracteriza por reducidos niveles de demanda agregada, de producción y de empleo; es tan bajo el nivel de demanda efectiva que las fábricas de la economía trabajan menos de ocho horas al día, es decir, que se da una situación de desempleo de la fuerza de trabajo, lo que constituye un problema a resolver por parte de las autoridades monetaria y fiscal) de la actividad económica.
Hemos visto anteriormente que los mercados de productos y de dinero están fuertemente interrelacionados, que existen poderosos efectos de retroalimentación entre los mismos, por lo que conviene que en caso de desempleo (característica principal de una recesión económica) intervengan ambas autoridades (la monetaria y la fiscal) para resolver el problema en cuestión. La política fiscal (o la monetaria) podría ser insuficiente por sí misma para lograr supurar una recesión económica; o bien, para bajar la inflación (característica principal de un fuerte periodo de auge de la actividad económica).
Veamos por qué el sólo aumento del gasto público , por ejemplo, podría no bastar para incrementar los niveles de producción y de empleo (o alternativamente, de reducir los niveles de desempleo vía un incremento de la producción). Sí aumenta el gasto público aumenta la demanda agregada autónoma y, vía el multiplicador, aumenta la producción o renta de equilibrio de Y0 a Y1; no obstante, no todo termina ahí, ya que el aumento de la renta de equilibrio (de Y0 a Y1) hace que aumente la demanda de dinero para motivo transacción y, por tanto, que aumente la tasa de interés de i0 a i1. El aumento de la tasa de interés (de i0 a i1) hace que disminuya la demanda de bienes de inversión (y muy probablemente también la de bienes de consumo), por lo que disminuiría la demanda agregada y, vía el multiplicador, la producción o renta de equilibrio; eventualmente, la economía podría regresar a su nivel de producción inicial (Y0) que se supone es menor a la producción de pleno empleo (Yf). En consecuencia, lo anterior sugiere que si la demanda de dinero aumenta como consecuencia del aumento de la renta de equilibrio, la oferta de dinero por parte del banco central debe aumentar también para contrarrestar el aumento de la tasa de interés propiciado por el aumento de la demanda de dinero. Por tanto, si al mismo tiempo en que la autoridad fiscal aumenta el gasto público el banco central aumenta la oferta monetaria nominal (M) mediante la compra de CETES al público, los niveles de producción y de empleo se incrementarían hasta Y2 (la economía terminaría en E´´). La coordinación de ambas autoridades, trabajando en el mismo sentido y por el mismo objetivo, resultaría sumamente eficaz para superar una recesión económica, para superar una situación de altos niveles de desempleo.
Gráfica 5.8: La combinación de las políticas fiscal y monetaria para aumentar la producción (Y) y el empleo
Veamos ahora el caso en el que la política fiscal sería insuficiente por sí misma para bajar la inflación. Supongamos que el gobierno decide disminuir el gasto público a fin de eliminar el exceso de demanda que ayude a bajar la inflación. Gráficamente, la curva IS se desplazaría “paralelamente” hacia abajo y a la izquierda, y notamos dos cosas: de un lado, disminuye la producción o renta de equilibrio de Y2 a Y1; y del otro lado, que la tasa de interés también disminuye (de i1 a i0) por lo que no todo termina ahí (en el punto de equilibrio E´), la economía podría regresar, eventualmente, a sus niveles de producción, de empleo y de inflación iniciales (es decir, al punto de equilibrio inicial: E).
Gráfica 5.9: La combinación de las políticas fiscal y monetaria para disminuir la inflación vía disminución de la producción (Y) y el empleo
¿Por qué no todo terminaría en E´, por qué la economía podría regresar al punto de equilibrio inicial E? Por lo siguiente: la disminución de la tasa de interés (de i1 a i0) haría aumentar la demanda de bienes de inversión (y probablemente también la de bienes de consumo), por lo que aumentaría la demanda agregada (que haría resurgir la inflación) y, vía el multiplicador, la producción o renta de equilibrio (de Y1 a Y2). Por tanto, para contrarrestar la disminución de la tasa de interés que provoca la disminución de la demanda de dinero para motivo transacción producto de una disminución de la renta de equilibrio (de Y2 a Y1), el banco central debería disminuir la oferta monetaria (M) vendiendo CETES en el mercado abierto. Por tanto, si el banco central decide acompañar la política fiscal restrictiva del gobierno vendiendo CETES al público, la curva LM se desplazaría “paralelamente” hacia arriba y a la izquierda intersectando a IS´ en el punto E´´. La producción o renta de equilibrio disminuiría hasta Y0, pero las autoridades tendrían éxito en “bajar” la inflación.
Resumiendo, tenemos lo siguiente: dados los poderosos efectos de retroalimentación que se dan entre los mercados de productos y de dinero, si las autoridades pretenden superar rápida y de manera efectiva un fondo cíclico (o una profunda recesión económica) en el cual el desempleo es elevado, la política fiscal expansiva del gobierno (consistente, por ejemplo, en un aumento del gasto público, ) debe ser acompañada por una política monetaria del banco central también expansiva (consistente, por ejemplo, en una compra de CETES al público en el mercado abierto); por el contrario, si desean tener éxito en bajar la inflación (misma que es alta en una cima cíclica o en un auge de la actividad económica) la política fiscal restrictiva del gobierno (que puede consistir, por ejemplo, en una disminución de los gastos públicos, ) debe ser acompañada por una política monetaria también restrictiva (que puede consistir, por ejemplo, en una venta de CETES al público en el mercado abierto) por parte del banco central.