CAPITULO III Relación entre arsenal operativo y desarrollo de estrategias

El objetivo central de este estudio en su conjunto, es analizar dentro de la práctica profesional de los Trabajadores Sociales, la dinámica que se establece entre el arsenal operativo y el desarrollo de estrategias. Al hablar de estrategias de acción en Trabajo Social, sabemos que estamos utilizando un término que nos remite a definir posiciones dentro de una campo de lucha social.45 La definición de estrategia que realiza Ezequiel Ander Egg46 nos permite introducirnos en el tema. La estrategia, según este autor, es un "arte", En sentido general el término se utiliza para hacer referencia al arte de combinar, coordinar, distribuir y aplicar acciones de cara a alcanzar un objetivo (1988:120). Si se define como arte, la comprensión del término nos remite a la creatividad. Es decir que, al hablar de estrategia, no nos estamos refiriendo a ninguna supuesta fórmula a ejecutar, sino a un conjunto de componentes que requiren de la habilidad para ser articulados. Dando más precisiones sobre el término Ander Egg agrega Dentro de Trabajo Social, la estrategia - cuestión que hasta ahora ha sido muy descuidada en este ámbito - se refiere también a las acciones concretas con el fin de mantener y orientar un proceso en una determinada dirección, habida cuenta de que en ese proceso se introduce un flujo continuo de cambios, innovaciones y retrocesos (ibid.:120).

Tomando algunos elementos que nos aporta el autor, podemos decir que la estrategia imbrica la teleología de las acciones que se desarrollan en un proceso. Es oportuno diferenciar la estrategia de la táctica, en tanto, en muchas ocasiones los Trabajadores Sociales, suelen utilizar los términos indistintamente, Ander Egg nos propone la siguiente diferenciación: Se distingue la estrategia de la táctica en cuanto que esta última se refiere a lo coyuntural y se interesa por responder a las actuaciones de cada momento, mientras que la estrategia apunta a las metas y objetivos y se preocupa de operaciones que hacen al proceso total (ibid.:120).

Nos interesa rescatar de este planteo, la noción de proceso total, dado que existe una teleología que orienta la estrategia, vinculada a intereses que no se explican endógenamente al interior de la práctica profesional, sino que sólo pueden comprenderse en el marco de los procesos sociales. Allí podemos ubicar las estrategias, que se desarrollan en una totalidad de mayor o menor complejidad, respondiendo a intereses dentro de una sociedad determinada. Entendemos que los objetivos que se persiguen, no son otra cosa que una expresión de la dimensión política de la práctica profesional, esto nos remite a la cuestión del posicionamiento del Trabajador Social.

Diego Palma47 en la problematización de las relaciones entre Trabajo Social y política, reconoce que es la Reconceptualización la que puso esta relación en debate. Se ocupa de caracterizar las modalidades en que los Trabajadores Sociales asumen esta relación. A partir de algunos párrafos que citaremos de ese trabajo, consideramos la modalidad en que algunos sectores comprenden la dimensión política en Argentina 48.

Ha habido quienes han decidido volver a negar la pertinencia política de la acción profesional y dedicarse "a la profesión", rechazando la pretensión de buscar el efecto político que pueda tener ese hacer (Palma,1984:9).

Este sector tiene su correlato con quienes atribuyen a la política un carácter de vinculación directa con la acción partidaria electoralista, por ello declaman una desvinculación entre acción política y profesional. Sin embargo, no podemos pecar de ingenuos creyendo que solo pretende ser "aséptico", por el contrario desde esta posición se lleva adelante una política profundamente conservadora49. Palma ubica también, a quienes llevan adelante un discurso de compromiso con los pobres en la realización de una "práctica limpia", en contraposición a una "práctica sucia" vinculada a intereses de perfil político manipulatorios. Muchas veces los discursos que apuntan a un Trabajo Social con "verdadero compromiso con los pobres", apuntan a una práctica conservadora bajo un discurso vacío de contenido político. Hoy vemos en el marco de las políticas neoliberales, con la crisis de los partidos políticos, este discurso toma nueva fuerza y se manifiesta principalmente en el llamado "gerenciamiento"50. Por otra parte, se presentan quienes conciben la escisión entre la llamada eficiencia técnica y la dimensión política Una variante de esa línea, en cuanto expresa un desaliento frente a las posibilidades políticas de la práctica profesional, es la que asumen aquellos que separan tajantemente, tanto en su acción como en su racionalización consecuente, entre lo profesional y lo militante, cuando buscan - en cuanto funcionarios - un hacer aséptico y plagado de eficiencia técnica y que, luego cambiando el "swich" se vuelcan a la vida partidaria... (ibid.:10)

Palma plantea que hay un sector que hace una división entre acción profesional y política. Pero, si bien sabemos que en Trabajo Social, no es posible una acción separada del fin que persigue, en verdad lo que se esconde es el contenido político de la acción profesional, dado que la eficiencia técnica no es neutra. Claro que aquí se esta refiriendo a una militancia en partidos de oposición al gobierno de turno, por eso utiliza la expresión de cambiar el swich. Pero también, esta faltando agregar que están quienes desde el espacio profesional, colaboran (por no decir militan) para los partidos que gobiernan o para algún candidato en particular. Siguiendo con los sectores que define Palma: ...están aquellos Trabajadores Sociales que deciden iniciar otra profesión, que siguen cursos de sociología, economía o quizás psicología o educación, buscando una práctica menos conflictiva..." (ibid.:10)

En Argentina, la fuerte influencia de Enrique de Pichón Riviêre ha generado que muchos profesionales busquen herramientas en los cursos de Psicología social. Considero que la formación de grado deficiente, ha provocado en algunos profesionales que no le encuentren sentido al propio Trabajo Social o busquen posicionarse frente a las demandas desde una perspectiva que se limita a los aspectos psicológicos. Otro elemento a tener presente en estos sectores, es la motivación que condujo a estudiar Trabajo Social, ya que, no podemos obviar que en muchos casos tuvieron la intención de estudiar psicología y generalmente por motivos económicos no pudieron trasladarse a estudiar a las ciudades que cuentan con la carrera51.

Según Palma tenemos además otros sectores, que denomina los "voluntaristas", que son los que confían en pasarle pequeños contrabandos a la institución; y los "reconceptualizadores", que confundiendo lo partidario y lo profesional atribuyen a la acción profesional el eje del cambio social. A nuestra forma de ver, estos sectores52 desembocaron en una sobrevaloración del potencial político profesional, que los condujo a "quebrarse" en la práctica cotidiana, ante la imposibilidad de cumplir con los propósitos. Pero también debemos ubicar a quienes han avanzado en la comprensión de una acción profesional, que se lleva a cabo desde un posicionamiento crítico del orden actual, y trabajan para desarrollar estrategias apuntado a objetivos profesionales creativos. Lo que se desprende, más allá de las características que puedan asumir en distintos contextos, es que no existe una homogeneidad y que es preciso hacer visibles esas diferencias. Alayón se refiere al tema de la siguiente manera El conformismo y la pasividad ante la inequidad social, constituyen una toma de posición que acompaña y refuerza los intereses de quienes medran y se benefician con un determinado modelo de sociedad, que precisamente defienden y justifican porque los favorece. Los confundidos, los indecisos, los 'objetivos', los 'neutros', deben recordar que no se puede mejorar la sociedad existente, sin cuestionarla (Alayón,1992:156).

Apoyados en lo que nos expresa el autor, las estrategias requieren que los profesionales tengan convicciones de enfrentamiento de las injusticias. Hasta aquí hemos ingresado, muy resumidamente, en algunas alternativas que se han seguido, pero la dimensión política de la práctica profesional no debe ser reducida a un análisis del posicionamiento que asume el Trabajador Social, sino que debe ser ubicada en la relación de fuerzas que tienden a la reproducción o al cambio de este orden burgués.

... la acción política de los profesionales - o mejor dicho, los efectos políticos de su práctica profesional - se descubren a partir de la articulación y del signo que esa práctica asume respecto de la acción política de las clases (Palma,1985:14).

El posicionamiento está ligado a las determinaciones socio-históricas, no es posible atribuir todo el peso de la direccionalidad a un Trabajador Social individualizado. Es decir el desarrollo de estrategias se ubica en la relación entre las dos clases fundamentales, sin esta comprensión nos limitamos a una apariencia de la práctica profesional. Esta apariencia, nos parece que ha sido superada en los estudios que han profundizado sobre el significado del Trabajo Social dentro del modo producción capitalista53. Es nuestra intención profundizar sobre el modo particular en que las contradicciones se presentan cotidianamente. Nuestra preocupación radica en estudiar cómo se presentan esos intereses día a día, es decir de qué manera los Trabajadores Sociales lidian dentro de esos intereses antagónicos. Para ello apuntamos a las categorías, presentes en la realidad del ejercicio profesional, en las instituciones estatales, que contienen y expresan las fuerzas objetivas enfrentadas. Teniendo presente que existe una determinación fundamental en la práctica profesional que es la relación salarial, inserta en la división social y técnica del trabajo, nos introducimos en las tareas que desempeñan los Trabajadores Sociales.

Las funciones de asistencia, gestión y educación

Para referirnos a las funciones que desempeña el Trabajador Social tenemos que comenzar por su principal determinación que son las políticas sociales que le dan origen. La cuestión de la asistencia social en Argentina está presente como política de Estado desde el siglo pasado. A principios de este siglo empezó a consolidarse con sus propios recursos, por medio de un anexo del presupuesto de la Nación cuyo título era justamente de "asistencia social"(cf. Alayón, 1980:39). A lo largo de este siglo con distintas denominaciones y estructuras organizativas se desarrolla toda una gama de políticas de asistencia social dependientes directamente o subvencionados por el Estado. 54 Las políticas asistenciales si bien surgen de las necesidades no resueltas por la relación capital-trabajo no derivan mecánicamente de ella. Pero queremos dejar claro, que la asistencia sólo puede comprenderse a partir de dicha relación. Desde el punto de vista económico, las políticas sociales se sustentan en partidas presupuestarias que constituyen el denominado "gasto social", que es en realidad la metamorfosis del excedente que responde a la dinámica general de los intereses económicos, como plantea M. Carmelita Yazbek Lo que se pretende señalar es que el significado asumido por la asistencia se explica a partir, y en el conjunto de las relaciones históricamente dadas entre las clases (1995:8-9). Por esta razón, es que las políticas tienen sus rasgos particulares en los distintos países, pero también en las distintas provincias o regiones, dado que la lucha de clases tiene connotaciones diferenciales, entre otros motivos porque en las zonas con más desarrollo urbano-industrial se agudizan las contradicciones. Mayor concentración de mano de obra, que responde a intereses del capital, generó también mayores demandas55. Habiendo enunciado esta determinación principal, queremos entrar en lo que nos plantea Aldaíza Sposati en cuanto a la necesidad de: ...dejar explícito que discutir asistencia social no es discutir lo profesional o la práctica del profesional asistente social, aunque ese aspecto tenga fuerte influencia (1995:24).

Con esto quiero referirme, y remarcar, que "asistencia social"56 involucra un campo mucho más amplio que el del Trabajo Social, pero que, dentro de ese campo, los Trabajadores Sociales desempeñan funciones específicas. Encontramos la existencia de tres ejes vertebradores en las funciones que se desempeñan que permiten formular las estrategias en la práctica profesional. Estos ejes son: asistencia, gestión y educación. Tomamos estas categorías del Documento Contribución para la discusión del plan de estudios de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Mayor San Andrés de Bolivia, allí encontramos una enunciación que nos proporcionó una llave heurística con base en la realidad, para analizar las funciones y sus relaciones.57 La profesión de Trabajo Social resulta de un cúmulo de conocimientos, principalmente de las ciencias sociales, que nos ayuda a comprender al hombre en su vida social, en sus necesidades y las formas de satisfacerlas. Sus funciones específicas son fundamentalmente de asistencia, tomada en el sentido reivindicativo y de educación y gestión en el sentido de promoción y politización (1988:27).

El mencionado documento nos aporta las categorías que nos posibilitan captar la particularidad de las estrategias que están presentes en la práctica profesional. Las categorías de asistencia, gestión y educación, están relacionadas a los conjuntos de tareas que desempeñan los Trabajadores Sociales dentro de la esfera estatal. Las fuerzas objetivas que se presentan contradictoriamente en su interior, su comprensión y la toma de posición consciente del Trabajador Social permiten la articulación creativa que se desarrolla en las estrategias de acción. Al hablar de conjuntos de tareas, estamos expresando conjuntos que no están separados en la práctica, si no que, por un lado, son las mismas acciones que son miradas desde distintos ángulos, o mejor dicho desde objetivos que las diferencian pero por otro lado, pueden ser acciones que no abarcan objetivos en las tres categorías. Abordaremos cada una intentando aproximarnos a sus particularidades.