LOS ABORÍGENES DE GRAN CANARIA EN TENERIFE
José Melchor Hernández Castilla
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El 5 de noviembre de 1496, los reyes Católicos otorgan el poder de la isla de Tenerife a Alonso Fernández de Lugo, como gobernador de la isla –la justicia y la jurisdicción civil y criminal- y como repartidor de las tierras conquistadas le ofrecen el privilegio de añadir nuevos blasones a su escudo de armas: …e merced que alende e además de vuestras armas, de vos dar por armas las dichas dos yslas e dos fortalezas en medio dellas, para que las podáys meter en el escudo de las dichas armas que ahora vos tenéys… (90). Ese mismo día, la autoridad regia concede de forma mancomunada a Alonso Fernández de Lugo y al mozo de espuelas de don Fernando el católico y conquistador de Tenerife, Hernando de Hoyos, las tierras del rey de Taoro Benitomo, denominadas por los conquistadores Campo del Gran Rey (91): Hago repartimientos… en amos a dos juntamente… de las tierras e aguas que son el dicha ysla de Tenerife, que se disen Tahoro, que son junto con la sierra por a do suben a Dabte fasta el cabo de Tahoro, con dos arroyos de agua anexos a las dichas tierras que van los dichos arroyos junto con la sierra fasta la mar, las dichas tierras se llaman las Traslatadere y el Campo del Rey (92).
Tras la derrota de los guanches en los llanos de la laguna (14 de noviembre de 1495), el capitán de las tropas castellanas crea el Concejo de Tenerife en San Cristóbal de La Laguna (93): Alcaldes Mayores, Antón Sánchez Turel y Francisco Gorvalán; lugarteniente del gobernador, Hernando de Trujillo; alguacil mayor, Hernando de Llerena; fiel ejecutor, Gonzalo del Castillo; escribano público, Alonso de la Fuente; pregonero, Juan Negro; regidores, Alonso de Las Hijas, Jerónimo de Valdés, Lope Fernández, Pedro Benítez, Guillén Castellano y Cristóbal Valdespino.
El 20 de octubre de 1497, el gobernador de la isla de Tenerife nombra un nuevo Concejo con carácter vitalicio (94): Alcalde Mayor, Francisco Gorvalán; teniente de gobernador, Hernando de Trujillo; alguacil mayor, Pedro Galíndez; fiel ejecutor, Gonzalo del Castillo; jurados, Francisco de Albornoz y Juan de Badajoz; regidores, Pedro Mexía, Jerónimo Valdés, Lope Fernández, Pedro Benítez, Guillén Castellano y Cristóbal Valdespino.
A partir de 1500/1501, el gobernador de Tenerife, va a promocionar el repoblamiento en la isla de Tenerife, debido a las quejas que llegan a la Corte Castellana (95). Desde finales del año 1502, la población crece rápidamente (96); así, el crecimiento es tan grande en la zona de Daute e Icod que ya no se encuentran, en esta fecha, solares para edificar en el puerto de Garachico (97); asimismo, en 1507 las tierras fértiles del Valle de La Orotava empiezan a escasear, por lo que se empiezan a concederse más datas en los llanos de Icode de los Trigos (98).
El Valle de La Orotava, delimitado geográficamente por el Océano Atlántico al Norte, la Cordillera Dorsal al Sur, el Macizo de Tigaiga al Oeste y el Escarpe de Santa Úrsula al Este (99), presenta los suelos más aptos para el rendimiento agrícola, los suelos pardos y andosoles, que ocupan casi toda la zona de medianías y monte bajo, acompañados de condiciones climáticas adecuadas y de abundantes acuíferos (100).
La red viaria del valle de La Orotava, en los primeros años después de la Conquista de Tenerife, se circunscribe a los caminos que conectan con San Cristóbal y con las áreas de aprovechamiento forestal (101). Se sabe que los aborígenes guanches utilizaban dos rutas principales en el Valle (102); una bordeaba la costa y se prolongaba desde Tegueste hasta Buenavista, y la otra, a mayor altura y más centrada en el paso del ganado, seguía el futuro Camino Real de La Orotava o Camino de la Villa hasta los Acebiños en Santa Úrsula –entre 600 y 700 metros de altura-; dicho camino también pasaba por la parte alta de La Orotava, Higa, Cruz Santa, Realejo de Arriba, Tigaiga, Icod de Los Trigos hasta llegar a Icod de los Vinos. La masa boscosa inicial del Valle de La Orotava, en general, debía estar muy próxima a esta segunda vía, teniendo en cuenta que las tierras de pasto del Valle no superaban los 1000 metros de altitud (103).
El Valle de La Orotava posee unas condiciones excelentes para su repoblamiento y dispone de los elementos necesarios para desarrollar una economía agrícola-ganadera más allá de la economía de pastos existente en la época aborigen: agua para el riego agrícola y para el abastecimiento de la población; zona provista de caminos y viviendas –cuevas-; y una cubierta vegetal amplia (104).
Hay que tener en cuenta, que contrariamente a la economía aborigen de los guanches de Tenerife, eminentemente pastoril, los aborígenes grancanarios mantienen la agricultura como la base principal de su subsistencia (105); quizás, ello es uno de los factores que les hace adaptarse mejor a las hábitos agrícolas castellanos en Tenerife que otros homónimos, como los gomeros o los guanches.
Bello León cree que para conocer el origen de las grandes propiedades hay que estudiar primero a los beneficiados que recibieron datas en el Valle de La Orotava (106). El historiador hace división entre pequeños propietarios (entre 1 y 6 fanegas), medianos propietarios (divididos en dos grupos: uno, entre 7 y fanegas, y otro entre 16 y 50 fanegas), y grandes propietarios (más de 50 fanegas), tanto para las tierras de riego como para las de secano de las tierras dadas por El Adelantado en el Valle de La Orotava entre 1496-1522 (107):
1) Para un total de 232 propietarios, 228 beneficiados (98´2%) son pequeños y medianos propietarios de tierras de riego, reteniendo el 80´6% (1396´5 fanegas) de las tierras repartidas de riego con respecto a los grandes propietarios –Gonzalo de Córdova, El Adelantado, Bartolomé Benítez y Hernán Sánchez- que son 4 (1´7%), y acumulan el 19´3% (335 fanegas) de las tierras de riego.
2) Para un total de 72 dueños de tierras de secano, 47 pequeños y medianos propietarios (65´2%) poseen el 26´8% (1873 fanegas) de las tierras de secano frente a los grandes propietarios, 25 (34´7%), que obtienen el 73´1% (5013 fanegas) de las tierras de secano.
Si contamos a los propietarios pequeños y medianos por separado para las tierras de riego, observamos que 174 (76´31%) son pequeños propietarios con el 37´6% (651´1 fanegas) de las tierras de riego, y que 54 medianos propietaros (23´68%) cifran en 43% (745´3 fanegas) sus tierras de riego (108).
Buena parte de las haciendas del valle están constituidas por grandes terrenos de secano, los cuales son explotados, con bastante frecuencia, por personas ajenas y que se vinculan al propietario mediante actos contractuales; por otro lado, grandes extensiones de medianos y grandes dueños de tierra de secano quedaron sin cultivar, debido a la falta de mano de obra y a la ausencia de los propietarios en la isla (109).
7. LA PROCEDENCIA DE LOS REPOBLADORES EN EL VALLE DEL ARAOTAVA
Hemos tomado los datos de José Manuel Bello Léon, que nos ofrece en su separata “El Reparto de Tierras en Tenerife tras La Conquista (1496-1522)”, para averiguar el origen de los repobladores del Valle de La Orotava. Sobre 124 personas beneficiadas de tierras o repobladores –indistintamente si son propiamente repobladores o conquistadores- este autor afirma, al igual que otros, que la mayoría de los llegados a la isla provienen del Reino de Castilla (110).
La división propuesta por Bello León clasifica a los repobladores en castellanos, aborígenes, portugueses, italianos, catalanes y flamencos para el Valle de La Orotava (111):
1) Castellanos: son en orden creciente vascos, gallegos, castellanos, extremeños y andaluces; aunque la mayoría son de Extremadura y Andalucía y escasamente del norte peninsular. Se contabilizan 67 repobladores que reciben el 49´1 % de las datas cuantificadas, el 41´5% de todas las tierras y el 77´5% del dominio de las tierras de riego.
2) Aborígenes: formado por un grupo heterogéneo de canarios (aborígenes de Gran Canaria), gomeros e isleños de Lanzarote y Fuerteventura. Los 37 repobladores asumen el 29´8% de las datas, el 25% de todas las tierras, y el 13´9% de las de riego. Los aborígenes identificados por Bello Léon son: 32 canarios, 3 gomeros, 1 de Lanzarote y 1 de Fuerteventura.
3) Portugueses: pequeños propietarios y artesanos relacionados con los grandes ingenios. Los 18 portugueses detectados recogen el 14´5% de las datas, el 16´9% de todas las tierras y el 4´2 % de las de riego.
4) Italianos: generalmente, genoveses relacionados con la obtención de productos tintóreos y la producción y comercialización del azúcar. Los 6 italianos beneficiados significan el 4´8% de las datas, el 15´2 % de las tierras totales y el 1´9% de las tierras de riego.
5) Catalán: Jaime Joven recibe 18 fanegas de riego –repartidas entre 1501 y 1502-, que se traduce en el 0´8% de las datas, el 0´6% de las tierras totales y el 1´9 % de las de riego.
6) Flamenco: Jorge Grimón, espingardero, vinculado directamente al término de la conquista de Tenerife; obtiene 3 fanegas de riego en 1501, que se plasma en el 0´8% de datas, el 0´3% de las tierras totales y el 0´1% de las de riego.
La clasificación propuesta por nosotros, para el Valle de La Orotava, divide a la población en: canarios (aborígenes), castellanos-andaluces, gomeros (aborígenes), portugueses, de las islas, genovés, borgoñón. Nuestro criterio, más que en la propiedad de la tierra, se va a centrar en si el personaje es morador del lugar, ya que la mayoría de los beneficiados de datas en Tenerife suelen ser obsequiados con tierras en los distintos ámbitos de la isla. Para confeccionar estos datos hemos elaborado la información a partir del Diccionario de Conquistadores de Cebrián Latasa (año 2003): 62 moradores canarios (58 conquistadores, 4 repobladores), 17 en El Realejo, 8 en Higan, 7 en La Orotava y 30 por Taoro; 28 moradores castellano-andaluces (18 conquistadores, 10 repobladores), 7 en El Realejo, 10 en La Orotava y 11 por Taoro; 5 moradores gomeros (4 conquistadores, 1 repoblador) en La Orotava; 4 moradores portugueses (2 conquistadores, 2 repobladores), 1 en El Realejo y 3 por Taoro; 2 moradores de las islas (2 repobladores), 1 en La Orotava y 1 por Taoro; 1 morador genovés en Taoro; 1 morador borgoñón en Taoro. Hay que advertir, por supuesto, que estos datos expuestos aquí son extraídos de un libro de conquistadores que tiene el propósito, entre otros, de destacar los conquistadores residentes en Canarias después de las conquistas de las islas. Esta puntualización es necesaria ya que, a todas luces, la cantidad de repobladores –no conquistadores- es mayor si atendemos otras fuentes. En cualquier caso, nuestro interés, en este punto, se centra en mostrar una aproximación a los vecinos de la zona de Taoro.
8. LAS 3 PRIMERAS POBLACIONES: SANTA CRUZ DE AÑAZO, SAN CRISTÓBAL DE LA LAGUNA Y REALEJO VIEJO
Rumeu de Armas señala la fundación de la villa de San Cristóbal de La Laguna el 25 de julio de 1496, ya que esta fecha admite la festividad de Santiago Apóstol y la de San Cristóbal mártir indistintamente según el santoral eclesiástico (112). También destaca dos núcleos de población: Santa Cruz de Añazo o puerto de Santa Cruz, y el Realejo Viejo o de Arriba (113). Estos dos últimos núcleos van a recibir serios castigos a su nueva población por parte del gobernador de la isla; en el primer caso, con la llevada de los vecinos a Berbería, y en el segundo, con el desvío de las aguas para su Hacienda de El Realejo. La poca población de San Cristóbal de La Laguna y la mayor población de los dos útimos núcleos es el motivo de esta actitud por parte de Alonso Fernández de Lugo.
Según el Vicario Fernán García, la población de El Realejo Viejo se compone en 1497 de doce o quince casas (114). Este mismo vicario precisa, ese mismo año, que no hay en la villa de San Cristóbal más de 2 ó 3 casas pajizas (115).
La Reformación del Repartimiento de 1506 por parte del licenciado Juan Ortiz de Zárate nos orienta algo más sobre la situación del puerto de Santa Cruz y El Realejo Viejo. Los testigos son llamados en fechas consecutivas: conquistador gaditano de Tenerife, vecino y regidor de la isla de Tenerife, Diego de Mesa -22-IV-1506-; el repoblador madrileño de madre conversa, vecino de Tenerife, escribano público y del Concejo de la isla de Tenerife, Antón de Vallejo -22-IV-1506-; repoblador, vecino de Tenerife, y constructor de tejas, Alonso Galán -26-IV-1506; el conquistador gaditano de Gran Canaria, La Palma y Tenerife, el Teniente Viejo, vecino y regidor vitalicio de Tenerife, Fernando de Trugillo -26-IV-1506-; conquistador gaditano de Tenerife, converso de origen judío y morisco, vecino y regidor de la isla de Tenerife, Alonso de las Hijas -28-IV-1506-; repoblador de Tenerife, zapatero y vecino de la villa de San Cristóbal, Fernando de Molina -28-IV-1506-; repoblador de Tenerife, zapatero y vecino de la villa de San Cristóbal, hermano de Fernando de Molina, Alonso de Salamanca -28-IV-1506-; conquistador extremeño de La Palma, Tenerife y Gran Canaria, regidor y vecino de Tenerife, Lope Hernández -29-IV-1506-; estante en la isla de La Palma y vecino de Baeza –Jáen-, Graviel de Córdova -30-IV-1506-; repoblador de Tenerife, vecino de la isla de Tenerife, Jerónimo Fernández -30-IV-1506-; conquistador de Gran Canaria y vecino del Real de Las Palmas, regidor de la isla de Tenerife y primo de Jerónimo Valdés y de Andrés Suárez Gallinato, el bachiller Pedro de Valdés -30-IV-1506-; conquistador extremeño de La Palma y Tenerife, de padres conversos, regidor y vecino de la villa de San Cristóbal de La Laguna, Fernando de Lerena -4-V-1506-; el conquistador de Granada, La Palma y Tenerife, vecino de Tenerife, Francisco Albornoz -7-V-1506-; repoblador vizcaíno de Tenerife, vecino de Tenerife, Juan Pérez de Zorrosa -9-V-1506-; conquistador de Gran Canaria, La Palma y Tenerife, vecino de la isla de Tenerife, Gonzalo Rodríguez -9-V-1506-; conquistador genovés de Tenerife, vecino y regidor de la isla de Tenerife, Mateo Viña -9-V-1506- (116, 117).
Las opiniones de los testigos, del Proceso de Reformación encomendado por los Reyes al Licenciado Juan Ortiz de Zárate en 1506, nos muestra el estado poblacional de la isla de Tenerife. Expondremos, ahora, la relevancia de algunos personajes y su opinión, en el proceso de reformación, sobre la política poblacional del Adelantado.
Francisco de Albornoz (n.-1533), casado con la natural de Lanzarote, Ana Perdomo; es uno de los primeros repobladores de El Realejo de Arriba y continúa allí, en 1503, incluso cuando el Adelantado desvía las aguas hacia su Hacienda de El Realejo (118). Gonzalo Rodríguez (n.-1523), casado con Juana Fernández, la Quitera, viuda y con un hijo; vecino y uno de los primeros moradores de El Realejo de Arriba, luego de Buenavista en 1513 (119); jurado de la isla desde el 18 de junio de 1506 (120). Alonso de Las Hijas (1474-1522), casado con Catalina Gutiérrez, hija de relajado; vecino de San Cristóbal, perseguido por el Adelantado en 1502; es restituido en 1505 como regidor (121). Juan Pérez de Zorrosa, personero en 1510, apoya incondicionalmente la política del Adelantado (122).
Alonso de las Hijas: … por la qual esta se a dexado de poblar como devía porque de otra manera como ay trescientos o trescientos e cinquenta vecinos oviera más de mill vecinos si bien tratados fueran e guardados en justicia. E que sabe como en el puerto de Santa Cruz estava razonablemente poblado en que avía treinta e cinco a cuarenta vecinos e se poblava de cada día; e que quando pasó a la Bervería, abrá seis años los llevó por fuerza e contra su voluntad dellos… los cuales pasaron a Verbería e murieron todos allá; por manera que serían entre todos, así de los del dicho lugar de Santa Cruz que serán veinte e cinco o treinta vecinos, como de los otros de esta dicha isla que serían por todos ciento o ciento e veinte hombres, sin otros que iban de otras islas, por manera que de los de esta isla e del dicho lugar non quedaron salvos dos y desde allí quedó el dicho lugar de Santa Cruz despoblado a que non ay más de ocho o diez vecinos…(123).
Juan Pérez de Zorrosa: … e otrosí dixo este testigo que se comenzó a fazer un lugar en el reino de Taoro, en el Realejo, en el qual vió que avía veinte vecinos e más, los quales tenían en medio del dicho logar do se fazía la población, una acequía, de agua muy buena de que bevían e servían sus casas, e avía un molino en que molían, e bevían sus ganados, e regavan sus heredades, e que abrá tres años, poco más o menos, que el Adelantando don Alonso Fernández de Lugo les tiró la dicha agua e las llevó a su ingenio y cañaverales; e como los dichos vecinos non toviesen otra agua para se aprovechar, salvo la susodicha, determinaron de se ir de allí que non han quedado fasta quatro o cinco vecinos y éstos han quedado porque tenían allí edificado viñas e heredades, e que si non les ovieran quitado el agua que cree este testigo, segund la tierra es apacible e provechosa que ovieren allí más de cinquenta vecinos e questo es lo que sabe desta pregunta (124).
A la segunda pregunta dixo que al presenta que ay en esta isla la villa de Sant Cristóbal de La Laguna en que podrá aver arriba de cient vecinos a su parecer deste testigo, e asimismo ay el dicho lugar de Santa Cruz en que podrá aver cinco o seis vecinos e que ay otro lugar en el Araotava que puede aver más de veinte vecinos, y que el dicho Realejo ay los que dicho tiene y que ay en esta isla otros muchos vecinos repartidos por sus heredades e en quanto a la despusición de la población dixo que en el reino de Davte, donde tiene sus heredades Mateo Viña e Gonzaliánez e cristóbal Daponte e el Adelantado e Antono Martínez siendo repartido lo questos tienen de tierras y aguas a vecinos, que se podrán fazer en el dicho Dabte un buen lugar de cient vezinos e dende arriba por que tiene muy buena disposición para se poblar de puertos de mar e tierras de riego e sequero e pasto e leña en el reino de Icode, do tiene el Adelantado e Lope de Mesa e otros, siendo repartido buenamente, podrían bevir en ello cuarenta vecinos, y questo es lo que sabe desta pregunta (125).
Gonzalo Rodríguez: …e queste testigo, viendo que lo mandavan callar, lo tomó por testimonio; e que sabe que el lugar del Realejo que se llamava la villa del Realejo estaba poblada de veinte vecinos, poco más o menos, el qual fue despoblado e cabsa que el Adelantado don Alonso Fernández de Lugo le quitó el agua que por el dicho lugar venía desde la sierra por su acequia vieja, por donde solía venir antiguamente en tiempo de los guanches, de que bevían los vecinos que bevían en el dicho lugar, la qual agua quitó el dicho Adelantado por la hechar a sus cañaverales e engenio con que moliese las dichas cañas, el qual dicho ingenio non muele otras cañas sino las del dicho Adelantado, porque en aquella comarca non ay otras cañas sino las suyas, que vino mucho daño a los dichos vecinos por heredades que se les perdieron en les quitar la dicha agua que aun para bever non les quiso dexar agua ninguna, a cuya cabsa los dichos vecinos se fueron del dicho lugar e se despobló e non les valió reclamos que fizieron sobre ello, más antes, porque se lo desían e aclamavan, el dicho Adelantado recibía enojo e non osavan tornar e pedille justicia ni razón sobre ello; e que sabe que demás de lo susodicho, porque algunos de los vecinos tomavan alguna agua, los mandava e mando muchas vezes penar e aun prenderlos e tenerlos en la cárcel; e con estos temores e medios que les ponían e con que non tenían qué bever, ni con qué regar sus heredades, se fueron del dicho lugar, porque se quedó despoblado por querelles tomar la dicha agua el dicho Adelantado para sí, e que sí dexara la dicha agua al dicho lugar, segund que de contino la tuvo, oviean oy más de cinquenta o sesenta vecinos en él; e que sabe quel lugar de Santa Cruz a la Berbería, a los quales llevó por fuerza, dándoles de palos e trayendo un asno e un pregonero con una soga, diziendo que al que non quisiere enbarcase lo azotaría, los quales murieron allá en Berbería y non se tornó a poblar el dicho lugar, e questo es lo sabe desta pregunta (126).
Francisco de Albornoz: … y en quanto a la población dixo que sabe este testigo que se poblava un lugar en el Realejo en el cual avía doze o treze vecinos e tenía disposición para aver en él cinquenta o sesenta vecinos por la buena disposición de la tierra y que hagora que se a despoblado e que non ay en él más de cinco vecinos y aun éstos están la voluntad, segund a este testigo le han dicho, porque este testigo es él un vezino de ellos que se tienden de ir del dicho lugar e acaballo de despoblar y la cabsa porque es que tenían un hilo de agua que solía venir por medio del lugar de antiguo tiempo, del tiempo que los infieles mandaban esta isla, con la qual dicha agua se comenzó a poblar el dicho lugar e della bevían e regavan sus heredades e bevían sus ganados e que agora abrá tres años, poco más o menos, que les tiró la dicha agua el Adelantado e la llevó a un engenio e cañaverales, sin les dexar Della cosa alguna, e sin tener agua non se pueden prover ni mantener en el dicho logar e que desta cabsa este testigo e los otros vecinos le entienden dexar e de se pasar a bevir a otra parte (127).
A la segunda pregunta dixo que al presente que hay en esta isla el lugar de Sant Xrval. de La Laguna en que podrá aver ciento e cinquenta vecinos, pocos mas o menos, e que ay otro lugar que es cerca del puerto que se dize Santa Cruz, que no sabe los vecinos que hay en él, salvo que le dizen que no ay tantos vecinos como solía e que ay otro lugar que dizen el Araotava, en que puede aver fasta treinta vecinos, poco más o menos, y el dicho Realejo, do este testigo bive, ay cinco vecinos, como dicho tiene de suso, e que non sabe el número de ellos, que como dicho tiene si en el dicho Realejo, do él bive, diesen a los vecinos que allí fuesen a poblar el agua que solían tener y algunas tierras para sembrar, que se faría allí un lugar de más de cinquenta e de sesenta vecinos, e asimismo que hay otro asiento de tierras donde se podría fazer otro buen lugar de más de cient vecinos que es en el reino de Dabte el qual tiene ocupado un ginovés que dizen Mateo Viña e un Gonzaliánez y el Adelantado e Antonio Martínez y cristóbal Daponte, porque en este dicho Dabte ay buenos puertos de mar y muchas tierras e muchas aguas en que se podrían fazar cada un año más de treinta mil arrobas de azúcar, al parecer de este testigo, e asimismo ay en él muchas tierras de pan e pastos e montes e de esta manera está ocupado en quatro o cienco personas, e queste testigo no ha handado todavía la isla ni sabe otro lugar conviniente para población de más de los que dicho tiene (128).
Antón Vallejo (n.-1545), el escribano público anteriormente mencionado, casado con Francisca Velázquez en San Cristóbal de La Laguna, vecino de San Cristóbal (129); comenta que no hay más que 4 ó 5 vecinos en El Realejo de Taoro, donde están las casas de Juan Franco y Gonzalo Rodríguez (130).