LOS ABORÍGENES DE GRAN CANARIA EN TENERIFE
José Melchor Hernández Castilla
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La conquista de Gran Canaria se desarrolla entre los años 1478-1483, en dos etapas. La primera, 1478-1480, a cargo del obispo fray Juan de Frías, el déan Juan Bermúdez y los capitanes Juan Rejón y Pedro Algaba; la segunda, 1480-1483, a cargo del capitán jerezano Pedro de Vera; sin embargo, los últimos grupos rebeldes de aborígenes se someten en la tardía fecha de marzo-abril 1485 (43).
Don Hernando Guadarteme o de Agáldar (n.-1496), casado con una reina canaria, asume el papel de Guanarteme de Gáldar y de toda la isla de Gran Canaria (1478). Gáldar, en el momento de la conquista, es el lugar más poblado de la isla, y se puede contemplar en ella varios elementos representativos del desarrollo cultural y artístico de la época: el palacio del Guanarteme, la plaza o cercado de piedra, una casa llamada Roma, la casa de las doncellas y el recinto del concejo (44). La sociedad de la isla es jerárquica y estratificada dividida en las siguientes clases: jefes, nobles, villanos y esclavos (45).
El guanarteme de Gáldar y regente en Telde, por la minoría de su sobrino, declara noble a Doramas y le da el título de capitán de guerra (gaire), le obsequia con tierras y viviendas en Moya –Cueva y Montaña de Doramas- en 1478; con ello consigue don Fernando Guanarteme darle al aguerrido y antiguo villano, Doramas, el título que se le niega en Telde (46). Pedro de Vera da muerte al capitán Doramas, en la batalla de Arucas de 20 de agosto de 1480, produciendo el inicio del declive militar aborigen grancanario (47).
A comienzos de 1481, el Guanarteme de Agáldar, es acompañado al Real de Las Palmas por el alcaide de la torre de Agaete, Alonso Fernández de Lugo; el gobernador, Pedro de Vera le trata como huésped en el propio Real (48). Juan Mayor, natural y vecino de Lanzarote, acompaña, como intérprete, a don Fernando Guadarteme, a rendir pleitesía a Los Reyes a Catalayud (49) en mayo de 1481. El 30 de mayo de 1481 se firma un tratado de paz entre Los Reyes de Castilla y Aragón y los reyes de Gran Canaria : Sépades que al tiempo que los guanartemes y caballeros y otras personas del común de Gran Canaria, después de ser por la gracia de Dios reducida y convertidos a nuestra santa fé católica, nos enviaron a dar y prestar la obediencia y felicidad, y nos reconocieron por su Rey y Reina y señores naturales, y príncipe don Juan, nuestro muy caro y amado hijo, después de nuestros días, y a los reyes nuestros descendientes que después de él descendiesen. …así mismo les dejedes libremente venir y pasar, y estar y volver a la dicha isla de la Gran Canaria, así por tierra como por mar, libre y seguramente (50).
En Sevilla, es recibido el Guanarteme y su mujer por el obispo don Juan Frías en 1481 (51). El obispo se hace cargo de los gastos de la hija del Guanarteme así como de la de preñez y parto de la reina de Gran Canaria, la mujer de Fernando Guanarteme, en los años 1481-1483, en Córdoba (52). El guanarteme vuelve a Gran Canaria con el contino regio –receptor de quintos y rentas regias-, Miguel de Moxica, y sus tropas de vascongados, gascones y gallegos en 1482 (53).
Miguel de Mojica, y el armador capitán, gaditano de origen genóves, Pedro Fernández Cabrón (54), son salvados de desastres militares más de una vez gracias a la intervención de don Fernando Guanarteme: con sus palabras a sus antiguos súbditos y con sus tropas indígenas (55). La muerte de la mujer del Guanarteme rescinde el derecho a reinar de don Fernando (56), y se traspasa a una niña, la infanta Mansequera (57).
Sólo se puede ser Guanaterme en Gran Canaria por 3 vías: como hermano mayor de la reina, como esposo de la reina, y como hijo de la reina; porque la jefatura se sustenta en una mujer y la transmisión de poder se trasmite por vía materna (58). Cebrián Latasa considera a don Fernando primo hermano de la infanta Mansequera (59) y Bonnet Suárez lo llama tío de la infanta (60).
La conquista de Gran Canaria se termina en el invierno de 1482-1483, aunque los actos oficiales se producen el 29 de abril de 1483 (61). La rendición final de la isla de Gran Canaria se define con la entrega de la niña, Infanta Mansequera, en el Real de las Palmas (62).
Don Fernando Guanarteme viaja a Castilla en abril de 1483 (63): …rey que fue esta Isla de Gran Canaria, antes que le entregase a Sus Majestades, y que siendo tal Rey se fue a entregar a los Reyes Católicos, Nuestros Señores, y a presentarse a la Corte, y pidió le volviesen cristiano, y Sus Altezas lo mandaron así. Los quales fueron sus padrinos y el Cardenal y Arzobispo de Toledo don Pedro González de Mendoza. Y de cómo vino a esta isla y la acabó de conquistar y entregar a el poderío de Sus Majestades…-Codoinmil de Margarita Fernández Guadaretme, hija de don Fernando, de 1526- (64).
En 1483, se le permite poder regresar a la isla con 40 parientes (65), mientras el obispo Juan Frías (n.-1485/86) distribuye a sus nuevos cristianos grancanarios indígenas, desplazados en masa a Sevilla, entre los cristianos viejos; el cual, ese mismo año, traslada su sede de Teguise –Rubicón- al Real de Las Palmas –Canaria- (66). Las crónicas de Andrés Bernáldez comentan: Quedaron entonces en Canaria las mujeres todas e la gente menuda, las quales después enbiaron a Castilla e les dieron casas en Sevilla… e muchos se finaron, que los probó la tierra. E después los volvieron por su grado en las islas, en la misma Gran Canaria, desque estaba poblada de gente de Castilla, los que quedaron (67).
Don Fernando Guanarteme recibe en datas el valle de Guayedra y su término, el 19 de Octubre de 1485, en Agaete –Gáldar- (68). El gobernador de Gran Canaria, Pedro de Vera, nombra a un regidor y 9 diputados, ante la demanda del Concejo y vecinos de la isla del 19 de mayo de 1485, para cumplir con el mandato real de los repartimientos: 3 repartidores para cada distrito de la isla, Gáldar –desde el Ausmastel hasta la villa de San Nicolás-, Las Palmas –desde el Ausmastel hasta el límite con Telde-, y el tercero –el resto de la isla hasta la aldea San Nicolás- (69).
La iglesia de Santiago Apostól de Agáldar es terminada en 1486: “un cañón de veintiséis varas de largo, trece de ancho y seis de alto sus paredes, sin el alzado que formaba el ochavo del techo de madera de palma y de una sola puerta” –Domingo Déniz Grech- (70). La Casa-Palacio de Fernando Guanarteme será derruida a mediados del siglo XVIII, para ampliar hacia Poniente la plaza de la iglesia parroquial de Santiago de Gáldar (71).
La Real Cédula de 27 de septiembre de 1491, dirigida a Francisco Maldonado, gobernador de Gran Canaria, manda la expulsión de los canarios indígenas, que son aproximadamente 150, exceptuando los 40 parientes de don Fernando Guanarteme, a petición del Concejo de la isla, representada por Fernando Porras (72).
Alonso Fernández de Lugo, en 1492, consigue la autorización de Los Reyes para captar para la conquista de La Palma y Tenerife a los naturales de Gran Canaria que viven en Andalucía a través de la mano de don Fernando Guadnarteme (73). ...y cómo pasó a la isla de Tenerife por mandado de Los Reyes, Nuestros Señores, a la ayudar a ganar y la de La Palma, para lo cual llevó consigo más de 60 caballeros, sus basallos y deudos, algunos a su costa y debajo de su poderío y cuando, los quales islas, acabaron de conquistar, estando de partida para la Corte falleció en Tenerife…-Codoinmil de Margarita Fernández Guadarteme, hija de don Fernando, de 1526- (74).
El desembarco de las tropas de Alonso Fernández de Lugo en Tenerife se realiza por Añazo, comarca de Anaga, alrededor del 3 de mayo de 1494 (75). Don Fernando Guanarteme media entre el mencey de Anaga y las tropas castellanas: don Fernando Guadnarteme, por mandado del dicho Adelantado e Capitán, fue a donde estaba el Rey de Anaga, rey guanche, el cual estaba de paces, a le decir y requerir que se viniese a ayuntar con el dicho Adelantado e los cristianos, porque se temía de él e que el dicho Guadnarteme fue dos veces al dicho Rey de Naga a el real de los cristianos… -Juan Baxo, 1477-m., información guadartémica de 1526- (76).
La batalla de Acentejo transcurre en el barranco de Acentejo en la última decena de mayo de 1494 (77), donde las cuatro quintas partes del ejército conquistador son destruidas (78). Las tropas castellanas, entre metropolitanas e insulares, ascendían a 160 caballeros y 1900 peones (79), mientras los guanches triplicaban estas cifras (80).
Las tropas castellanas vuelven a desembarcar en Santa Cruz de Añazo, el 2 de noviembre de 1495, bajo el mando de Alonso Fernández de Lugo como capitán mayor y Bartolomé de Estupiñán como capitán subordinado (81). El ejército castellano calcula sus huestes metropolitanas en 1000 peones y 50 caballeros y las insulares en 500 peones y 50 caballeros: 1500 infantes y 100 jinetes (82); y el número de guanches de los menceyatos de Taoro, Tegueste, Tacoronte, Icod y Daute no supera los 5000 hombres (83). Don Fernando Guanarteme y sus canarios, por orden del capitán mayor, quedan protegiendo la retaguardia del campamento de Santa Cruz de Añazo (84).
La batalla de la laguna tiene lugar el 14 de noviembre de 1495 (85). Estando el Adelantado aquel día en la laguna peleando con los guanches, la gente del real de Santa Cruz salió en socorro del dicho Adelantado e en el camino estaba un caballero que se decía Hernando del Hoyo e otro que decían Juan Benites defendiendo que gente ninguna subiese de allí arriba teniendo o creyendo que el Adelantado era muerto, con la gente que consigo tenía e mandóles e forzándoles que volviesen a favorecer e amparar la torre e real, por que si el Adelantado fuese desbaratado e los guanches en estas razones se juntaron allí bien doscientos y cincuenta hombres de pelea, entre los cuales llegó el dicho don Fernando Guadnarteme con veinte y cinco o treinta hombres de sus naturales e los dichos dos caballeros le requirieron e defendieron que no subiese arriba a la laguna donde el Adelantado estaba, sino que volviese a amparar la torre, e que este testigo oyó decir a el dicho Guadnarteme que no había de parar hasta que viese la cara del Adelantado e Capitán General muerto o vivo, como quier que estuviese, e luego se puso en armas por manera que se hizo lugar por do salió él y su gente e más de doscientos peones e caballeros castellanos que allí estaban e rompieron, aunque pasó a los caballeros e fueron al socorro del Adelantado e entraron todos en la batalla e desbarataron los guanches e obieron vencimiento e vino vivo el Adelantado… -Juan Baxo, información guadartémica de 1526-. Don Fernando Álvarez, canónigo del equipo de don Juan Frías, afirma de don Fernando: hombre muy caliente e bullicioso en lo hacer e cumplir - información guadartémica de 1526- (86).
La muerte del mencey de Taoro, Benitomo, y de su hermano Chimenchia en la laguna resume la victoria de las tropas castellanas sobre los guanches. Cuando fue el día del desbarato de los guanches, cuando mataron a el rey grande que se llamaba el rey Venitomo de Taoro, el Adelantado e Capitán, por traer a los guanches al conocimiento de la fe de Cristo e porque se diesen sin más riesgo e muerte de gentes, mandó ir el dicho guadnarteme a el rey Ventor, hijo del rey Venitomo, a le requerir que se diese e tornase cristiano e que le faría toda la cortesía que quisiese e que el dicho Guadnarteme fue a el dicho Rey Ventor e entre los guanches e le fabló, porque sabía la lengua de guanches e volvió con respuesta a el real diciendo que el dicho Rey Ventor no se quería dar, como pareció después que no se dio hasta que la tierra se tomó por fuerza de armas -Juan Baxo, información guadartémica de 1526- (87).
Don Fernando Guanarteme de Agáldar (n.-1496) muere casi al término de la conquista de Tenerife, se le entierra en la iglesia vieja de La Concepción del Real de San Cristóbal y posteriormente se le lleva a la ermita de San Cristóbal; se le conocen dos hijas: Margarita Fernández, que reside en Gáldar (88), y Catalina Hernández, la cual mora en varios lugares, entre ellos Gáldar (89).