Ricardo V. Santes-Álvarez
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En este capítulo se presentan los resultados del análisis de la gobernación fronteriza, contrastando los pares de características de corresponsabilidad del modelo de gobernanza con los estudios de caso. Se abunda después en la relevancia del modelo de cara a la realidad de los casos. Finalmente, en un tercer apartado se discuten las fortalezas y debilidades del esquema de gobernación, y la manera en que estas características cuentan en la evolución de la gobernación ambiental de la región.
9.1. CORRESPONSABILIDAD GENERAL Y POSITIVA
Un modelo de gobernación que establezca equilibrio en la influencia de los sectores políticos lleva implícito un criterio de corresponsabilidad; la armonía ocurre cuando el peso de un sector en una determinada variable es equivalente al de su contraparte en la variable complementaria. Un esquema que opere así favorece la emergencia de la gobernanza. Los aspectos observados ya en las figuras 9 y 10 indican, sin embargo, que la viabilidad del equilibrio es poco promisoria, pues en la preferencia de variables para la propuesta predominante las atribuibles al sector gobierno-elites aparecen con mayor representatividad.
Algunas variables que determinan la gobernación ambiental constituyen efectivamente la responsabilidad compartida; procede entonces decantar un criterio convincente de corresponsabilidad. Del cúmulo de aspectos propuestos por las fuentes revisadas en el Capítulo IV, seis variables conforman un esquema de equilibrio en el actuar de gobernantes y gobernados, éstas son, por el lado del primero, Rendición de cuentas, Inclusión, y Acceso a la información (que ocupan en la figura 9 las posiciones de importancia 2, 3, y 4, respectivamente); por el lado del segundo, la variable más importante es la Participación pública, acompañada de Análisis de la información y Requerimiento (que ocupan en la figura 9 las posiciones de importancia 19 y 29, respectivamente). Se recuerda que el lugar de las variables en la gráfica obedece a la frecuencia con que las fuentes las anotan en sus propuestas de gobernación. Para los fines de este análisis, sin embargo, la relevancia de las variables seleccionadas resulta de su papel en el esquema de corresponsabilidad. Por lo tanto, un criterio alternativo de corresponsabilidad queda definido por esas variables, que aquí se juzgan como complementarias entre sí en la forma que adelante se expone. Se abunda ahora en la manera como esas variables se incorporan al examen de la gobernación ambiental.
Una ilustración cuantitativa del principio “sombrilla” de corresponsabilidad requiere determinar, primero, la frecuencia de aparición de cada variable, es decir, el número de fuentes específicas donde las características de interés ocurren en los estudios de caso. Enseguida, cada variable se ordena en función de dos criterios mutuamente excluyentes, como “promotora de una gobernación superior”, o “contraria a ella”.
El acceso a la información depende de que la información oficial en control de la autoridad se haga disponible o no para las personas interesadas en consultarla, lo que arroja calificaciones de acceso y no-acceso, respectivamente. El análisis de la información, por su parte, observa también calificaciones mutuamente excluyentes, de ocurrencia o ausencia, y su importancia es atribuible al papel de los actores no gubernamentales en el sentido de que observan capacidad de analizar la información disponible en términos profesionales. Las variables de inclusión de la gente por parte del gobierno para, y su participación en, el debate sobre los asuntos públicos, se ordenan en forma similar. Ambas observan valores dependientes de, la primera, la voluntad de la autoridad para incluir, o no hacerlo, a los ciudadanos ordinarios o a los grupos organizados de la sociedad en el debate político; y la segunda, la intención de esos ciudadanos o grupos organizados de participar o no en esos asuntos. La rendición de cuentas y el requerimiento ofrecen también dos alternativas; esto es, se practican o no.
El cuadro 7 ilustra de manera general el ordenamiento de fuentes y variables para un caso particular con la finalidad de obtener expresiones cuantitativas.
Estudio de caso
El análisis de los datos recabados de los casos se realiza en dos etapas; en la primera, se trabaja con una matriz de datos general. De ella, se examina la relevancia de las variables y su relación con los casos en la generalidad de las fuentes. Esto se hace de tres formas: 1) Se determina la relevancia otorgada a la corresponsabilidad en general (el conjunto de las variables) en los casos; 2) Se establece la preferencia de variables en el conjunto de los casos; y 3) Se examina la corresponsabilidad en general en los casos individuales según la preferencia de las variables. Para ello, el valor de cada variable al interior de un caso en estudio es contrastado con la suma de datos de todas sus variables.
En una segunda etapa, se depura la matriz de datos en favor de la corresponsabilidad positiva: en el entendido de que el interés se centra en los elementos que coadyuven a una mejor gobernación, es pertinente conocer su comportamiento en los diferentes casos. Por ello, se consideran únicamente los datos favorables a la corresponsabilidad positiva, es decir, aquella que contribuye a la gobernanza. Esto se hace de tres formas también: 1) Se determina la preeminencia otorgada a la corresponsabilidad positiva en los casos; 2) Se establece la preferencia de variables favorables en el conjunto de los casos; y 3) Se examina la corresponsabilidad positiva en los casos individuales según la preferencia de las variables. Como en la primera etapa, el valor de cada variable al interior de un caso se contrasta con la suma de datos de todas las variables de ese caso.
En las seis modalidades del análisis, los datos se expresan en forma de frecuencia relativa. Naturalmente, en la segunda etapa el procedimiento adquiere una importancia mayor pues permite tener conocimiento cercano a la posibilidad real de la gobernanza ambiental. En efecto, debe recordarse de la discusión teórica del Capítulo III que cada variable tiene su “imagen en el espejo”, es decir que la variable de inclusión, por ejemplo, tiene un referente en la variable de participación; asimismo, que el ideal de la gobernación superior o gobernanza es el equilibrio entre las responsabilidades de los actores políticos, gobernantes por un lado y gobernados por el otro, o lo que es lo mismo, la responsabilidad compartida.
Por ello, la gobernanza ambiental implica la ubicación del gobierno y la sociedad en un nivel similar del proceso de toma de decisiones frente a un asunto público. Esto es el equilibrio perfecto. Debe considerarse, entonces, la necesidad de los equilibrios entre las variables “pares”; los pares que se proponen son:
Acceso a la información — Análisis de la información
Inclusión — Participación del público
Rendición de cuentas — Requerimiento
Acceso a la información oficial y su análisis son elementos pares de la corresponsabilidad, pues no solamente se requiere que la autoridad brinde información sino también de la convicción por parte de la gente de analizarla seriamente. Los ciudadanos interesados deben tener la oportunidad de contar con tanta información, y de similar calidad, acerca de un asunto ambiental específico, como la que tienen a su disposición otros actores; o al menos con la información que juzgue como necesaria. Asimismo, deben analizarla de manera responsable y profesional. Informados con los hechos básicos acerca de la cualidad de su medio ambiente, los ciudadanos pueden volverse más participantes en identificar y resolver problemas.
Inclusión y participación social forman otro par de variables de corresponsabilidad: el gobierno debe revelar voluntad para ser inclusivo, para permitir a los actores no gubernamentales participar activamente en tareas de interés general. Similarmente, los ciudadanos ordinarios deben exhibir un interés decisivo por participar en los problemas públicos, reconociendo que el involucramiento responsable de sus cuerpos de profesiones y organizaciones puede garantizar mejores resultados de las decisiones del gobierno.
Rendición de cuentas y requerimiento completan el conjunto de elementos de corresponsabilidad en un sistema de gobernación ambiental. El gobierno debe rendir cuentas de sus actos, hacerlo es por demás relevante en un sistema democrático. Para ello, también es imprescindible contar con un público informado, intelectualmente maduro, que ejerza su capacidad de requerir a la autoridad cuenta de sus actos.
Los pares de variables resultan útiles para calibrar la gobernación ambiental, por lo que su optimización en concordancia con circunstancias culturales y políticas específicas ayuda al fortalecimiento de regímenes de gobernanza. Por otro lado, debe anotarse que la responsabilidad de los actores políticos hacia la gobernación ambiental se convierte también en su obstáculo principal, puesto que si los actores ponen su responsabilidad de lado, la gobernanza ambiental está condenada a fallar también; o peor, a no existir de ninguna manera.
El grado de equilibrio entre los pares se convierte en medida de la corresponsabilidad y, en consecuencia, en indicador de la gobernanza ambiental. El valor de un indicador emana de la distancia (diferencia) entre los valores de frecuencia relativa de variables en un par y señala el grado de desviación del equilibrio óptimo en la corresponsabilidad: distancias pequeñas significan un valor menor de indicador, esto es, un valor más cercano al equilibrio óptimo; eventualmente, si todos los pares se comportan de esta manera, la posibilidad de la gobernanza ambiental es mayor. Contrariamente, indicadores con valores grandes indican desequilibrio en las variables, y apuntan a una gobernación deficiente; el desequilibrio es pernicioso para la gobernanza ambiental.
En esta investigación, se construyen tres indicadores; el primero, Información (Infor), señala el valor absoluto de la diferencia en el par AnIn y AcIn; el segundo, Concurrencia (Concu), el valor absoluto de la diferencia en el par PP e Inc; finalmente, el indicador Transparencia (Trans), la diferencia en el par Req y ReCu. Toda vez que los valores de los indicadores están expresados en frecuencias relativas, cabe la posibilidad de comparar la calidad de la gobernación ambiental entre una serie de casos reales en función de la medida total de equilibrio que cada caso alcance. En términos numéricos, los valores máximo y mínimo del equilibrio (y corresponsabilidad) en la gobernación ambiental son 1.0 y 0.0, respectivamente. Como resultado de la investigación, se tuvo acceso a un total de 196 fuentes directamente vinculadas al estudio de los casos, 43 para Paso del Norte o PdN, 80 para Sierra Blanca o SB, y 73 para Alco Pacífico o AP. De ellas, se determinó el número de fuentes que hacían mención de alguna o algunas de las variables de corresponsabilidad en la gobernación ambiental. Los resultados se presentan a continuación.