LAS MICRO Y PEQUEÑAS EMPRESAS MEXICANAS ANTE LA CRISIS DEL PARADIGMA ECONÓMICO DE 2009
Genaro Sánchez Barajas
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Derivada de la anterior, resultó oportuna la teoría de Heckscher y Ohlin (Torres Gaitán, 1972:137), la cual explicaba que las ventajas comparativas provenían de las diferencias en la dotación de factores que tuvieran los países. De acuerdo con estos dos especialistas suecos, los países y los productos tienen las siguientes características:
los países tiene tecnología semejante;
los países difieren entre si según la dotación de factores de la producción que posean.
Los productos difieren entre si de acuerdo a la composición o cantidad de factores de producción que requieran para su elaboración. Por consiguiente, señalan que un país tendrá ventaja comparativa dentro y, por ende, exportará la mercancía cuya producción sea relativamente intensiva en el factor de la producción que disponga en abundancia. Consideraban que cuando un factor es abundante, su costo es menor, en consecuencia las diferencias en la dotación de factores de varios países explican las diferencias en los costos de los factores que resultan en diferentes ventajas comparativas.
Aún cuando esta teoría evidencia las ventajas comparativas, Leontief (1953) encontró un resultado paradójico. Él suponía que los Estados Unidos, país con la mayor disponibilidad del factor capital en el mundo, exportaría mercancías intensivas en capital y que importaría bienes intensivos en mano de obra, pero encontró que los bienes que adquiría en el exterior requerían 30% más de capital por trabajador que los bienes que exportaba, este resultado contradecía el modelo de Heckscher y Ohlin y se le conoció como la paradoja de Leontief.
Al igual que Leontief otros estudiosos desarrollaron teorías alternas al ver que la teoría de Heckscher y Ohlin no expresaba correctamente la competitividad de las economías reales. Por ejemplo está la teoría del ciclo del producto (Vernon, 1966), la de la similitud de los países (Linder, 1961) y la de las economías de escala (Krugman, 1988), mismas que ayudan a entender muchas de las políticas y estrategias industriales que se aplican en la actualidad, así como su impacto en el fortalecimiento de la competitividad de los países. Por la importancia de la teoría de Krugman sobre economías de escala, es interesante decir que él refutó el modelo Heckscher y Ohlin, dado que éste supone rendimientos constantes a escala, por ejemplo, establece que si se duplican los insumos, se duplica la producción. Sin embargo Krugman indica que en algunas industrias hay economías de escala o como también se conoce: rendimientos crecientes, lo que significa que si se duplican los insumos, se obtiene más del doble de la producción esto explica algunas operaciones comerciales que no puede hacer el modelo Heckscher y Ohlin.
La existencia de economías de escala permite a los países y a las empresas especializarse en la producción eficiente de un grupo limitado de bienes, que son las que exporta, independientemente de que no esté bien dotado de factores de la producción, puesto que la tecnología garantiza que produzca bienes competitivos.
Hoy se puede decir que no ha desaparecido ninguna de estas teorías del modelo tradicional de comercio internacional; muchos de sus conceptos continúan siendo útiles en la comprensión de las políticas industriales y comerciales de la actualidad. La teoría de la ventaja comparativa, en particular, es y será la guía principal para formular políticas y estrategias en diversos países. No obstante lo anterior, ninguna de esas teoría explica a plenitud y con rigor técnico satisfactorio los flujos comerciales del actual y sofisticado mercado internacional, como tampoco los flujos de la inversión extranjera hacia y desde los países, ni el origen de las ETN (García Lascurain, 1994: 12) , no se diga el cambio tecnológico, la competencia cambiante o las ventajas efímeras (Porter, 1997b). Se puede decir por ejemplo, que la teoría de la ventaja comparativa trabaja con una sola variable la dotación de factores, sin incluir variables tan importantes como la dinámica de la demanda, lo cual fue adecuado al comienzo del siglo XIX pero ahora resulta insuficiente porque se requiere del análisis multivariado para explicar la compleja economía mundializada, de ahí que se torne interesante conocer los planteamientos de la teoría de la competitividad formulada por Michael Porter, que se fundamenta precisamente en el análisis de diversas variables.