CONSIDERACIONES TEÓRICAS ACERCA DE LA ECONOMÍA INFORMAL, EL ESTADO Y LA GERENCIA
Alexei Ernesto Guerra Sotillo
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Los primeros tres ítems buscaban establecer en la opinión abierta y espontánea de los barquisimetanos, aquellas imágenes, nociones o conceptos con los cuales se relaciona o asocia a la Economía Informal, así como aquello que define o caracteriza a las actividades y relaciones agrupadas en dicho ámbito económico.
Ante la pregunta “¿Con que asocia Ud. la Economía Informal?”, un 66,48% de los consultados respondió asociarla con buhoneros y/o vendedores ambulantes; un 17,13% la asoció con el desempleo, y un 7,36% afirmó relacionarla con las personas que trabajan por su cuenta. Negocios que no pagan impuestos o no registrados, la crisis económica, y la pobreza o subsistencia figuraron con muy bajos porcentajes.
El llamado buhonerismo, o la venta o comercio ambulante, es la primera noción que se vincula con la Economía Informal, lo cual quizá tenga que ver con el hecho de ser la manifestación más palpable o visible de la informalidad, pese a que encierra sin embargo, una complejidad en la cual subyacen muchas otras actividades y relaciones.
El segundo ítem pretendía conocer de los consultados, aquello que define o caracteriza a un negocio de la Economía Informal.
Las respuestas espontáneas reflejaron que el 34% considera que el no pagar impuestos ni estar registrados es el rasgo más importante; un 24% afirmó que el trabajo en la calle y el no poseer establecimiento o local era lo más característico; un 11,58% consideró como rasgo clave el trabajo independiente o lo que se conoce como “autoempleo”; mientras un 11% atribuyo al carácter ilícito o ilegal del comercio, o el hecho de no cumplir con el ordenamiento legal, lo más definitorio de la Economía Informal (EI).
La asociación con el carácter callejero de las actividades informales, o al hecho de realizarse de forma ambulante o sin poseer un establecimiento o infraestructura adecuada, aparece nuevamente como elemento que, entre los entrevistados, tiende a repetirse. Igualmente, al sumar las respuestas referidas al hecho de no pagar tributos, no estar registrados bajo una personalidad jurídica propia del derecho mercantil, incumplir con las leyes y no poseer estabilidad laboral de ningún tipo ni seguridad social, encontramos que el 51% de los barquisimetanos identifica el aspecto legal, o mejor dicho, ilegal, de no acatamiento, respeto o sujeción al marco legal y normativo vigente, como atributo o rasgo que define en esencia a un negocio o unidad productiva de la EI en la ciudad.
Como correlato de lo anterior, la pregunta Nº 3 del instrumento, perseguía determinar la prioridad que asignaba el consultado sobre tres aspectos que tenían que ver con la EI. Las respuestas apuntaron a corroborar resultados anteriores referidos a la asociación con el buhonerismo o comercio ambulante, ya que el 61% afirmó que la EI tiene que ver con “las personas que venden en las calles”; un 29,23% consideró que tenía que ver con los “negocios que no pagan impuestos ni entregan facturas”; y casi un 10% respondió que la EI tiene que ver con “la gente que por necesidad compra y usa esos servicios.”
La evasión tributaria y el incumplimiento de deberes formales relacionados a la facturación como deber de cualquier establecimiento formal, reflejado en la respuesta observada, han obligado probablemente a la Administración Tributaria a “amenazar” a todos aquellos consumidores que no exijan en cualquier negocio la factura con los requisitos legales respectivos, a través de campañas informativas y operativos realizados recientemente en todo el país.
4.2 Conformación de la Economía Informal
Pese a la diversidad, heterogeneidad y a una lista tan larga como poco consensual sobre quienes, o mejor dicho, cuales actividades conforman la EI, se le preguntó a los barquisimetanos quiénes, a su juicio, integran dicho espacio socio-económico.
Más allá de la opinión académica, o del agudo y polémico debate que suele acompañarla, un 54,23% respondió “los buhoneros”; un 19% se inclinó por “los desempleados”; un 16,40% expresó que eran “las personas que trabajan por su cuenta”; y un 5,43% escogió la opción “gente de bajos recursos”.
Aun cuando se suele mencionar a la artesanía, o a las microempresas como actividad y tipo de organización que forman parte de ella, sólo un 3% y un 1,52% respectivamente, las identificó como integrantes de la EI.
Sigue destacando la categoría “buhoneros” como noción comúnmente relacionada a la informalidad, pero es aspecto de notar en este item, al igual que en las respuestas anteriores, el desempleo o a los desempleados como integrantes de este conjunto, al igual que “las personas que trabajan por su cuenta”, también denominado “trabajo independiente”, dentro del cual la literatura especializada suele distinguir las profesiones u ocupaciones calificadas, técnicas o universitarias, de las no calificadas, ubicadas estas últimas por lo general, en el campo de la informalidad.