CONSIDERACIONES TEÓRICAS ACERCA DE LA ECONOMÍA INFORMAL, EL ESTADO Y LA GERENCIA
Alexei Ernesto Guerra Sotillo
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El ítem Nº 8 se planteaba encontrar, en la opinión y percepción del barquisimetano, a aquellas personas, entes o actores responsables del fenómeno de la EI. Si bien la interrogante pudiese considerarse poco útil, dada la complejidad, multicausalidad y alta estructuración de la EI como realidad problemática, la intención de la pregunta era más bien apuntar o indagar, en la subjetividad del interpelado, a posibles responsables (por acción u omisión) de dicho fenómeno social.
Frente a la sentencia “Si usted tuviese que culpar a alguien por la existencia de la EI, Ud. culparía a:”, un 66,10% culpó al “gobierno”; un 14,46% responsabilizó a las “empresas”; un 10% asignó culpas a “la gente”; sólo un 6,09% mencionó a “los buhoneros”; y el 3,28% restante se distribuyó entre la inflación, el desempleo y la crisis económica.
El ítem Nº 9 buscaba, en cambio, consultar a los entrevistados, en relación a las causas o razones que, a su juicio, están detrás de la EI. La pregunta “Para Ud. las principales causas de la Economía Informal son:”, generó los siguientes resultados: el desempleo (44,01%); el aumento de la pobreza (17,89%), los altos costos para ser formal (14,68%); la falta de autoridad del gobierno (10,15%); y la impunidad e irrespeto a las leyes (7,09%). La existencia de buhoneros y vendedores ambulantes fue seleccionada como causa de la EI sólo por 5,20% de los entrevistados.
Las respuestas indican, en la opinión de la muestra consultada, la relación causal que se establecería entre EI y desempleo, en un primer momento, dada la persistencia de elevados niveles de desocupación de la fuerza de trabajo, pero a su vez, corroboraría la “culpabilidad” del gobierno, como instrumento ejecutor de las políticas del Estado Venezolano, al hacer referencia a debilidades o deficiencias propias, o bien de la gestión o gerencia pública, del aparato administrativo oficial, o de su capacidad y gobernabilidad para hacer cumplir las leyes, ya que al sumar estas opciones, un total de 31,92% las relaciona con altos costos para ser formal; impunidad e irrespeto a las leyes; falta de autoridad del gobierno. Vale mencionar, que el aumento de la pobreza, a decir de los encuestados, es la segunda causa de la EI, estableciendo por lo demás una vinculación entre las categorías desempleo-empobrecimiento-susbsistencia-debilidad /ausencia del Estado frente al problema.
4.5 Posición, vinculación y uso de la Economía Informal.
Los resultados del item Nº 10 ofrecen evidencias de la paradoja que se abría paso en las respuestas anteriores, y que apuntaban a una crítica o evaluación negativa alrededor de la EI.
Al formular a los barquisimetanos de manera directa la pregunta “¿Ha comprado Ud. algún producto o utilizado un servicio de la Economía Informal recientemente”?, el 68,48% respondió afirmativamente, y un 31,52% expresó que no había comprado nada ni usado ningún servicio de la EI en los días previos.
Este resultado, sin duda alguna, contrasta con las críticas o valoraciones negativas que los consultados habían manifestado en los ítems iniciales, reflejando una distancia marcada entre la opinión o subjetividad valorativa sobre la EI, y la práctica cotidiana y real como consumidores, que se ven obligados por la situación económica, facilidad o libre elección (por mencionar posibles factores) a acudir a la EI, aunque no les guste o critiquen su existencia.
Al analizar el tipo de productos o servicios que adquirieron quienes respondieron afirmativamente, se evidencia la satisfacción de necesidades básicas, que atienden a los requerimientos más primarios de la familia barquisimetana. Los bienes y servicios adquiridos se desglosan así: Ropa y zapatos (42,81%); diversos artículos de quincallería/ accesorios (22,61%); comida y alimentos (17,61%) y alquiler de celulares (7,86%). CD´s, productos de higiene y taxis piratas, figuran con porcentajes menores.
No sería aventurado afirmar entonces, que los barquisimetanos en su gran mayoría se visten, calzan, alimentan y comunican gracias a la Economía Informal.
Interrogados acerca del lugar o sitio donde adquirió el producto o servicio, un 44,39% respondió “la Avenida 20”; un 27,60% dijo “en las calles”; un 25,13% “en los mercados”y casi un 3% “cerca de la casa o en las bodegas”. Esto confirma, más allá del caos urbanístico, vehicular, o de las implicaciones relativas a la planificación urbana de Iribarren, que la Av. 20 de Barquisimeto es el punto neurálgico de la Economía Informal en la ciudad, y que cualquier política, estrategia o decisión oficial que pretenda atender a la realidad problemática de la EI (o al buhonersimo como una de sus manifestaciones más palpables aunque no la única) debe necesariamente considerar la proliferación de actividades económicas informales en el llamado casco central de Barquisimeto.