Valeria Llamas
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Durante las décadas de 1980 y 1990 Uruguay, con el apoyo del Banco Mundial, promovió y subsidió fuertemente el desarrollo de plantaciones de eucaliptos con miras a la producción de celulosa para la industria del papel.
La plantación de eucaliptos y la instalación de plantas de celulosa es una estrategia productiva que se fue generalizando en Sudamérica.
En el caso particular de Argentina, las plantaciones de eucaliptos se concentraron en las provincias de Corrientes y principalmente en Entre Ríos. Argentina cuenta en total con 10 plantas de celulosa de cierta envergadura.
Por otra parte, autoridades provinciales de Argentina, entre ellas el gobierno de Entre Ríos había tenido tratativas con multinacionales dedicadas al negocio de celulosa a fines de la década de 1980 y principios de la década de 1990. Finalmente, la crisis económica hizo que se retiraran las posibles inversiones. Cuando estas volvieron, pero con la intención de instalarse en la margen oriental del río, la posición de las autoridades argentinas cambió.
En 2002, el Gobierno uruguayo presidido por Battle, negoció con dos multinacionales, la Empresa Nacional de Celulosa Española (ENCE) y la finlandesa BOTNIA, la instalación de dos grandes plantas de celulosa. El proyecto de ENCE se denomina “Celulosa M’Bopicuá – CMB”, y el proyecto de BOTNIA se denomina “Orion”. Algunos analistas sostienen que se trataría de la transformación productiva más importante de la historia uruguaya.
Las empresas ENCE S.A. y BOTNIA S.A. nunca mostraron interés en edificar plantas en Entre Ríos. La firma española se encuentra radicada en Uruguay desde 1991, bajo el nombre de empresa Forestal EUFORES S.A.. Posee 60.000 ha de plantaciones de eucaliptos. La firma finlandesa se encuentra en Uruguay desde el año 2000, bajo el nombre de FOSA S.A., posee 50.000 ha de eucaliptos.