Dr. Francsico Bijarro Hernandez
Susana Virginia Mendiola Infante
Nuestra meta no es presentar el escenario de una hermosa obra de teatro cuyo final sea de color rosa, todo lo contrario, tratamos de presentar un contexto de la vida real y cuyo finito esta en nuestra manos mejorar. Las condiciones de vida del adulto mayor en el siglo XXI. Referimos que en 1982 la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento fijo la edad de 60 años para marcar el inicio de la vejez. Sin embargo, la población mayor de 60 años no forma un grupo homogéneo y el sujeto puede desarrollarse de distintas maneras los 60, 70 y 80 o más años. Por lo tanto, los estudios de la vejez deben ser más integrales, que reflejen, la historia de caso y los eventos de cada individuo. El envejecer forma un todo (el envejecimiento) y las características particulares tanto biológicas, psicológicas, sociales y culturales influyen de manera significativa en este proceso del desarrollo del ser humano.
Partiendo desde este contexto actual y principalmente en nuestro país México, la parte medular se centra en el espacio económico es el que permite al hombre darse el lujo de un mayor humanitarismo. Solo cuando hay un incremento en el excedente económico la sociedad puede hacerse cargo de los viejos, de los enfermos, de los deficientes mentales, y de los inválidos. En una sociedad donde se presentan carencias y desigualdades tan marcadas como en México la atención que se les otorga a los ancianos desposeídos ocupa un lugar marginal, sobre todo porque ya no son capaces de producir y por tanto la tendencia del sistema será la de bajar los precios de sus medios de subsistencia o reducir estos al mínimo posible, aun cuando ya hayan pagado su derecho de retiro y a la pensión mediante las primas que les
fueron expoliadas durante su vida económicamente activa y de cuya capitalización no son participes.