José Luis de la Cruz Rock y otros
telloiturbe@gmail.com
El Libro Sociedad, Conflicto y Ambiente surge de la necesidad de reflexionar sobre la importancia que el medio ambiente presenta para la sociedad y cómo la conservación de la naturaleza genera conflictos que van desde aspectos relacionados como la tala de bosques, el uso irresponsable del suelo, la contaminación del aire y del agua, las políticas de modernización, entre otros, lo cual muestra los efectos de la crisis social y ambiental actual, producto de la dinámica de la globalización.
En su evolución, el capitalismo ha desarrollado una lógica irracional que ha deteriorado los recursos naturales y el medio ambiente. Las revoluciones industriales han logrado avances creando nuevas tecnologías, pero también retrocesos, pues se ha ocasionado una mayor desigualdad social y se ha agravado el cambio climático que hoy en día constituye una amenaza para la continuidad de las especies y de la sociedad humana.
La globalización tiene límites y presenta efectos destructivos hacia el medio ambiente, modificando profundamente la estructura espacial y social de las ciudades y regiones.
Para lograr un cambio radical de la actual situación se debe cambiar no sólo el modelo económico sino también se requiere impulsar una educación ambiental para el desarrollo sustentable. Esta propuesta representa una estrategia de desarrollo que trata de superar los desequilibrios de los modelos desarrollistas para mejorar el bienestar y la calidad de vida de la población y superar los estados de pobreza y pobreza extrema así como mejorar el uso de los recursos naturales de manera más responsable y sostenida.
Desde el informe Brundtland se dio inicio a un movimiento ambiental a nivel mundial y a una nueva concepción del desarrollo económico que debe considerar un equilibrio entre la producción material y la conservación de los recursos naturales. Sin embargo, no ha sido suficiente la existencia de un discurso del desarrollo sustentable, pues se ha quedado a un nivel ideológico y político, siendo necesario aplicar un modelo económico y social que logre una distribución equitativa del ingreso y responda a las necesidades y problemática de los países subdesarrollados y dentro de éstos, se apoye a los sectores más desfavorecidos, que implique la práctica de un ecologismo popular y no elitista.