Este principio significa que la personalidad se forma y se desarrolla en la actividad y en el proceso de comunicaci�n.
Desde que nace, y a lo largo de toda su vida, el hombre realiza un sinn�mero de actividades y se comunica constantemente en ellas, de manera que estos dos elementos resultan esenciales en el proceso de educaci�n de la personalidad.
Cabe preguntarse, �qu� actividades hacer?,�qu� aspectos debemos tener en cuenta al comunicarnos?, �qu� estilo de comunicaci�n utilizar para lograr el fin propuesto?,
�C�mo conjugar estos aspectos adecuadamente? ...
El educador debe tomar en cuenta los siguientes aspectos para favorecer el desarrollo de la personalidad de sus educandos en la actividad y en la comunicaci�n:
� En el sistema de comunicaci�n se pueden descubrir distorsiones en la funci�n valorativa de la personalidad.
� El an�lisis del sistema de valoraciones individuales de los miembros de un grupo de estudiantes puede ser un indicador del tipo de comunicaci�n que impera en la escuela entre el profesor y el alumno.
. En este sentido se plantean tres direcciones esenciales:
1. Utilizaci�n de modelos.
2. Utilizaci�n de situaciones experimentales.
3. Estudio del proceso de comunicaci�n mediante la utilizaci�n de t�cnicas individuales.
Todo educador preocupado, deber� profundizar en estas investigaciones e incorporar aquellos elementos que le sean factibles al poner en pr�ctica las funciones de la comunicaci�n: informativa, reguladora y afectiva con sus grupos. Que investigue qu� tipo de comunicaci�n se da en el proceso pedag�gico donde est� inmerso con sus estudiantes y en el caso de que �sta no sea asertiva, bien por ser agresiva, pasiva o contradictoria, intervenir de manera tal que esta situaci�n mejore, organizando actividades desarrolladoras.
De igual forma toda actividad que modele y dirija ser� atrayente e interesante para que facilite una mejor comunicaci�n, donde entre otras cuestiones se aprenda a decir, a escuchar, a ser directo a respetarse a s� mismo y a los dem�s, a tener en cuenta no s�lo el lenguaje verbal, sino tambi�n el extraverbal.
En la medida en que la comunicaci�n que se establezca en la actividad donde esa personalidad se desarrolle y participe, �sta ser� m�s plena, sana y estable cuanto m�s afirmativa sea la primera.
Las posibilidades educativas de la actividad y la comunicaci�n son muchas, a trav�s de ellas se trasmite la herencia cultural de generaciones anteriores, se produce el v�nculo con la vida, con el trabajo se forman las distintas concepciones del mundo en cada uno de los educandos, a trav�s de los juicios, puntos de vista y convicciones que elaboran. Es decir, se desarrollan las capacidades del hombre, su iniciativa, su individualidad, su pensamiento grupal, entre otras cuestiones.
Cada d�a que pasa la escuela requiere mejores actividades y mejores tipos de relaciones durante el proceso comunicativo, como �nica v�a de alcanzar el desarrollo integral de ese futuro hombre, encargado de construir una sociedad m�s justa y feliz, que corrobore una vez m�s que a pesar de las dificultades que enfrentamos, estamos en condiciones de defender y luchar por el modelo de sociedad que a nuestro juicio y determinaci�n sea el mejor.
Acciones para la aplicaci�n de este principio en el proceso pedag�gico.
� Coordinar actividades con el grupo de estudiantes que sean realmente interesantes para su edad y desarrollo.
� El profesor debe emplear una comunicaci�n asertiva y hacer que sus estudiantes la practiquen tambi�n.
� Emplear un estilo de direcci�n democr�tico, propiciar la pol�mica a partir de la confrontaci�n de diferentes puntos de vista no evadir ning�n tema de an�lisis y reflexi�n por complejo que resulte.
� Garantizar que profesores y estudiantes ocupen siempre la doble posici�n de emisores y receptores de la comunicaci�n.
� Detectar las im�genes que tienen los estudiantes de sus profesores y de s� mismos y actuar en consecuencia, sin lastimar las personalidades de ambos.
� Utilizar m�todos, formas de organizaci�n y evaluaciones que estimulen la interacci�n grupal, su din�mica y el cambio de roles de los estudiantes.
� Combinar arm�nicamente la exigencia, la sinceridad, la cortes�a, el buen trato, el control emocional y no elaborar juicios previos sin elementos que los justifiquen.
� Orientar cualquier actividad de forma clara, precisa, con conocimiento previo de los medios de que se dispone y de los indicadores para ser evaluados.