CLIMA Y COMPROMISO ORGANIZACIONAL
Rubén Edel Navarro
Arturo García Santillán
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Guillén y Guil (2000), distinguen dos tipos de teorías sobre la formación de las actitudes, estas son: el enfoque conductual y el enfoque cognitivista.
Enfoque conductual. Esta perspectiva sostiene que las actitudes se aprenden a través de tres procesos de condicionamiento: el clásico (E-E), operante y el vicario (imitación).
El condicionamiento clásico. Señala que las actitudes son aprendidas a través de un proceso de asociación E-E; es decir cuando un estímulo inicial neutro se asocia con otro estímulo capaz de provocar una reacción emocional de agrado o desagrado, el primero llega a provocar, también dicha respuesta, lo que origina una valoración positiva o negativa, fomentando una actitud.
En el condicionamiento operante, las actitudes se adquieren por la asociación entre el comportamiento y sus consecuencias; se aprende y se trata de repetir todo aquello que es adecuado para la obtención de una recompensa; por el contrario se evita todo aquello que cause castigo o sufrimiento. De ahí su importancia del refuerzo social en la adquisición de las actitudes.
El condicionamiento vicario. Las actitudes se aprenden a través de la observación e imitación de los modelos o por la convivencia social.
Por último, las actitudes son indicadores razonablemente aceptables de las conductas, ofrecen una idea de las intenciones del comportamiento o inclinaciones a actuar de cierta manera (positiva o negativa).