Comunicación móvil y sociedad, una perspectiva global
Manuel Castells
Mireia Fernández-Ardèvol
Jack Linchuan Qiu
Araba Sey
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El modo en que los jóvenes adoptan y se apropian de la tecnología móvil contribuye a la construcción de su propia cultura a través de la diferenciación de los adultos y, en especial, de sus padres. Los mensajes de texto son, probablemente, la forma más evidente de creación y mantenimiento de la identidad colectiva de la juventud móvil.
Ésta es la razón por la que a continuación trataremos el tema de los SMS así como los diferentes modos de usar los mensajes de texto y otras aplicaciones del móvil.
Gracias a los SMS los jóvenes han creado su propio lenguaje, privado y exclusivo, para comunicarse a través de textos de 160 caracteres.
A pesar de la existencia de abundantes ejemplos del uso del lenguaje de los SMS y numerosos libros y webs disponibles sobre el tema, cada grupo de jóvenes tiene su propio lenguaje que genera diferencias para distinguirse no sólo de los adultos sino también de otros grupos de jóvenes.
Los mensajes de texto son un aspecto creativo del uso del teléfono móvil en un contexto donde la tecnología estaba disponible, y los jóvenes poseían un presupuesto muy limitado para utilizar esta herramienta de comunicación. En efecto, los SMS fueron rechazados por la industria de la telecomunicación para los usuarios privados debido a su dificultad de uso: se necesitaba demasiado tiempo para escribir un mensaje que no contenía mucha información.872 Se consideraba que el coste de los mensajes de texto era alto en comparación con la posibilidad de la comunicación oral.873 Y, naturalmente, los usuarios del mundo empresarial tienen menos en cuenta el coste monetario que los adolescentes, que, por otro lado, disponen de mucho tiempo para «malgastarlo» en este tipo de actividades: Los chicos describen cómo emplearán de 15 a 30 minutos para componer un solo mensaje si lo consideran importante.874 Como en tantos otros casos, tras la innovación tecnológica vino la del uso, y, más tarde, la cultural. En este caso, se popularizó un modo de comunicación barato y de coste controlado, permitiendo, a su vez, que se reforzara una identidad colectiva similar a las «breves, frecuentes y espontáneas» redes sociales de las comunidades preindustriales.
875 Por tanto, los teléfonos móviles pueden considerarse las nuevas «vallas del jardín».876 Escribir, enviar y recibir SMS, componer y recibir MMS o incluso las llamadas perdidas forman parte de la actividad social.
Aunque los mensajes de texto pueden tener un propósito instrumental, también se han desarrollado como medio de comunicación expresiva, como ya hemos apuntado previamente en este mismo capítulo.
Esta comunicación, naturalmente, se hace de modo diferente y tiene distintas connotaciones, a las interacciones cara a cara o a las de voz.877 De hecho, los adolescentes envían y reciben una gran cantidad de SMS.878 Por ejemplo, en Filipinas, los mensajes de texto han dado lugar a «una aparentemente original categoría social: la Generación Txt... Siendo un juego de palabras obvio derivado de Generación X, el término Generación Txt fue utilizado por primera vez como ardid publicitario por los proveedores de teléfonos celulares para atraer a nuevos usuarios».879 Dicho término fue popularizado por los periodistas para referirse a los jóvenes usuarios filipinos de mensajes de texto. Con su ayuda, la Generación Txt ha llegado a convertirse en un importante símbolo que representa la identidad colectiva de los urbanitas filipinos que tienen acceso al SMS. Por otro lado, y apropiándose de la frase japonesa, las revistas urbanas han empezado a describir la existencia de «Tribus del pulgar» chinas como por ejemplo en la ciudad sureña de Guangzhou.880 Los jóvenes pueden conversar a través de mensajes de texto durante horas, manteniendo el contacto con los amigos cuando están lejos881 y escribiendo lo que para ellos son mensajes importantes.882 Sin embargo, también se pueden pasar horas intercambiando mensajes de texto a nivel local, es decir, con otros adolescentes que están en la misma habitación, tal y como ilustra la siguiente cita de una chica finlandesa de 14 años: Cuando hicieron la campaña que te permitía enviar SMS a dos céntimos cada uno,883 nos pasábamos todo el día allí sentados con el móvil y probablemente mandábamos unos cien mensajes en total. Podíamos estar sentados en la cama uno al lado del otro, tecleándonos mensajes uno al otro. Durante tres o cuatro horas nos sentábamos allí en la cama enviándonos mensajes el uno al otro.884 Así pues, los mensajes de texto también pueden percibirse como una forma de matar el tiempo y, como hemos visto en el párrafo anterior, los adolescentes pueden pasarse horas enviando y recibiendo mensajes durante una tarde aburrida o en un viaje.885 En algunas situaciones, los mensajes de texto son incluso mejores que una llamada no sólo por las connotaciones de los canales de comunicación, sino porque se emplea más tiempo en la propia actividad. Si estás usando un SMS en su función expresiva ¿por qué acabar ese momento con una llamada? En efecto, una llamada es más específica, y una vez acabada, quizás no hay ya justificación para enviar un nuevo SMS. También existen evidencias que demuestran que los SMS suelen usarse en los entornos locales de los jóvenes y, en su mayor parte, en casa.886 Este servicio va a utilizarse mientras mantenga su bajo coste, y se perciba como un entretenimiento.
Aparte de la actividad en sí de enviar mensajes de texto, existen otras prácticas que también refuerzan, mantienen y crean una identidad colectiva entre los adolescentes. Algunas de estas prácticas están relacionadas con el envío de mensajes de texto, pero otras no. Estamos hablando, por ejemplo, de las llamadas perdidas, los SMS de broma, los mensajes en cadena, la lectura o escritura colectiva de SMS, el coleccionismo de SMS, los MMS o incluso los juegos. Algunas de estas prácticas se analizan a continuación.
Como los terminales pueden identificar el número entrante, todo sonido de llamada adquiere un significado para quien la recibe. También las llamadas perdidas que pueden utilizarse con intención expresiva (traducido: «pienso en ti»), o con un propósito de coordinación (por ejemplo, podrían traducirse como: «Hola, ya he llegado.
¿Vienes?»). Deberá organizarse un acuerdo previo de los contenidos, como cuando se definen toda clase de lenguajes privados. Se dice que éstas son unas de las prácticas más populares entre los estudiantes universitarios de algunos países africanos, que lo utilizan para propósitos tales como para recordar a los compañeros de clase de que es hora de asistir a ella o que hay un examen.887 Además, debido a las dificultades económicas a las que se enfrentan los consumidores de África (probablemente mucho más pronunciadas en el caso de los adolescentes), la tendencia es que los jóvenes usuarios de teléfonos móviles utilicen esta forma de contacto, especialmente cuando sienten la necesidad de comunicarse con sus padres. Las llamadas perdidas, o incluso los SMS en blanco888 pueden usarse para hacer bromas, y entre algunos grupos de adolescentes también se han desarrollado determinados «juegos de llamadas perdidas».889 Es más, como ya hemos mostrado en el capítulo 2, la población adulta también utiliza las llamadas perdidas.
Otras prácticas habituales entre los adolescentes son los SMS de broma y los mensajes en cadena. Pueden ser muy diferentes, y pueden tener tanto texto como imágenes sencillas creadas con los caracteres que el aparato determina. En los países nórdicos, además de las bromas habituales, existen también los SMS que, de forma humorística, hablan peyorativamente de los usuarios de otras compañías.890 A veces, como estos aparatos móviles no suelen tener mucha memoria, los mensajes se copian en un papel y se comparten entre los colegas.
891 Hay varias clases de SMS que un adolescente puede coleccionar.
Una de ellas son las bromas, además de los mensajes privados que, la mayoría de las veces, se guardan para recrear las conversaciones mantenidas mediante los mensajes de texto, con por ejemplo, un novio o novia.892 Esto ayuda a fortalecer la relación, o revivirla cuando hay una crisis. Finalmente, al hablar del uso colaborativo del teléfono móvil también resulta importante la escritura y/o la lectura colectiva de SMS que ya se han analizado en la sección anterior.