Comunicaci�n m�vil y sociedad, una perspectiva global
Manuel Castells
Mireia Fern�ndez-Ard�vol
Jack Linchuan Qiu
Araba Sey
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Puede que los j�venes busquen la independencia, pero no del todo. Un aspecto de sus vidas tambi�n comprende la construcci�n de sus propias comunidades y el estar conectados con aqu�llos a quien elijan. Por tanto, parece haber una diferenciaci�n �nica en los usos de las diversas tecnolog�as de la comunicaci�n para diferentes prop�sitos.
Por ejemplo, algunos estudios han concluido que los j�venes utilizan el correo electr�nico principalmente para establecer contacto con adultos no pertenecientes a la familia, como profesores y empresarios, mientras que utilizan otros m�todos, como las conversaciones por tel�fono celular, la mensajer�a instant�nea (IM) y los SMS para comunicarse con la familia y amigos.834 En efecto, la telefon�a m�vil es una herramienta adecuada y muy importante, en relaci�n a la creaci�n y mantenimiento de los grupos de iguales.835 Para los adolescentes, el tel�fono m�vil se presenta como un objeto cotidiano que puede que hasta posea ciertas caracter�sticas humanas: despu�s de todo es el aparato que permite a sus propietarios establecer una red social permanente y continuamente en l�nea.836 La telefon�a m�vil se establece como uno de los canales a trav�s de los que se mantienen los grupos coet�neos de j�venes usuarios. Refleja la creaci�n de las nuevas esferas de intimidad, los nuevos m�todos y momentos de comunicaci�n que se hallan en el n�cleo de la cultura juvenil m�vil. De hecho, la posibilidad de establecer m�ltiples formas de conexi�n parece haber tenido un impacto significativo en el cambio del modo en que los j�venes se comunican.837 Dicho �contacto perpetuo�838 se ha visto favorecido por el hecho de que los m�viles son objetos personales e individuales que el propietario siempre lleva consigo y que se encuentra intr�nsecamente ligado a la vida cotidiana de los j�venes,839 permitiendo que se establezcan nuevas formas de uso flexibles y creativas, que ayudan a romper con los l�mites organizativos y espaciales de las relaciones.840 Es m�s, el tel�fono m�vil facilita en diversas formas la materializaci�n de las redes de j�venes tal y como se constata en algunos estudios.
As�, mientras que McVeigh argumenta que el uso del tel�fono m�vil fortalece la tendencia a la individualizaci�n, en la que los j�venes se convierten en seres cada vez m�s egoc�ntricos,841 Matsuda ve el surgimiento de una �comunidad �ntima a tiempo completo�.842 Adem�s, mientras que a Ichiyo Habuchi le preocupa el tele-cocooning, es decir, la producci�n de identidades sociales en grupos sociales peque�os y cerrados a trav�s de las comunicaciones m�viles,843 Ito describe c�mo el uso m�vil crea una �copresencia aumentada� que funciona en el n�cleo de los grupos j�venes antes, durante y despu�s de los acontecimientos sociales.844 El tel�fono fijo es una herramienta de comunicaci�n en la estructura familiar,845 y que tradicionalmente ha permitido la vigilancia paterna.846 Por el contrario, los tel�fonos m�viles se caracterizan por su uso personal, es decir, privado, y, en ciertos casos, �ntimo.847 Por tanto, dicho aparato puede entenderse como nodo de comunicaci�n de la red social, siempre unido a la persona. Bajo esta perspectiva, podemos distinguir entre dos modos diferentes en los que se usa el tel�fono m�vil para construir, mantener y reforzar las relaciones entre los j�venes usuarios: a trav�s del tel�fono m�vil y con el tel�fono m�vil. Perm�tannos explicarlo.
Crear, reforzar y mantener lazos a trav�s del tel�fono m�vil Aunque los tel�fonos m�viles tengan muchas utilidades, se caracterizan principalmente por ser una herramienta de comunicaci�n.848 En este sentido, y siguiendo la taxonom�a propuesta por Ling (2000), debemos subrayar dos papeles que tiene la telefon�a m�vil para muchos adolescentes. El primero es la accesibilidad (o disponibilidad) y el segundo es la microcoordinaci�n.849 Ambas funciones resultan muy importantes para la creaci�n, refuerzo y mantenimiento de los lazos entre iguales.
Por un lado, la accesibilidad se consigue porque el tel�fono m�vil permite la destacable combinaci�n de la disponibilidad social con la intimidad. Hoy en d�a, los adolescentes pueden decidir cu�ndo y d�nde ser accesibles. La microcoordinaci�n, por otro lado, se describe como la gesti�n con matices de la interacci�n social.850 De hecho, los amantes y amigos est�n adoptando un modo m�s flexible de tener citas.
851 Por tanto, el uso de la telefon�a m�vil para obtener informaci�n sobre d�nde y cu�ndo encontrarse con los amigos describe un estilo de vida en el que �la m�vilidad y la planificaci�n flexible y, quiz�s, el deseo de una mayor privacidad en las comunicaciones telef�nicas son muy importantes�.852 Mientras tanto, la evidencia obtenida en Corea del Sur muestra pautas similares, como la investigaci�n de Yoon nos muestra. El autor entrevist� a adolescentes de entre 16 y 17 a�os de cuatro escuelas de Se�l, individualmente o en peque�os grupos, haciendo seguimiento por correo electr�nico. Tambi�n recogi� una serie de autoinformes a modo de diario. Yoon concluye que los adolescentes utilizan el tel�fono m�vil con tres finalidades diferenciadas: primero, el tel�fono m�vil juega un papel suplementario en las relaciones escolares basadas en la comunicaci�n presencial, cara a cara; segundo, ayuda a mantener las relaciones con los viejos amigos y otros compa�eros de otras escuelas, cuando los adolescentes no pueden encontrarse f�sicamente con frecuencia; tercero, el tel�fono m�vil tambi�n se utiliza para mantener relaciones reci�n establecidas.853 Un medio de comunicaci�n en particular que se ha revelado como el m�s importante entre los j�venes es el SMS, tal y como venimos comentando. Los SMS, al igual que las llamadas de voz, cumplen los dos requisitos descritos anteriormente. La comunicaci�n puede ser tanto instrumental como expresiva. Por supuesto, esto tambi�n es v�lido para los SMS, ya que un adolescente puede coordinar un encuentro y/o dar las buenas noches a su novio/a tras apagar las luces,854 o poner en circulaci�n ciertos mensajes, por ejemplo, de soporte moral durante los ex�menes.855 Sin embargo, en el Reino Unido, un estudio demuestra que los mensajes de texto son mayoritariamente expresivos.856 En el caso de los adolescentes noruegos hay una gran variabilidad ya que se mueve del uso instrumental al expresivo.
857 Todo lo visto ejemplifica lo que entendemos por las caracter�sticas fundamentales de la mensajer�a de texto expresiva: puede ser local; va a usarse mientras sea asequible, y se percibe como un entretenimiento. Por tanto, la mensajer�a de texto act�a como catalizador de la construcci�n y fortalecimiento de los grupos de iguales.
De forma paralela, tambi�n existen ejemplos que ilustran c�mo la telefon�a m�vil puede tanto reforzar los grupos coet�neos como crear exclusi�n al mismo tiempo. En nuestro estudio etnogr�fico sobre los trabajadores emigrantes chinos, hallamos a una obrera de 19 a�os, trabajadora de una f�brica, que en ese momento no pose�a tel�fono m�vil y que se quejaba de que el env�o de mensajes de texto ocupaba la mayor parte del tiempo libre de su compa�era de dormitorio:Cada noche y cada fin de semana, se sienta en su litera y se pasa horas y horas mirando su aparato, tecleando, sonriendo, y poniendo toda clase de caras.Me molesta porque, mientras se dedica a esto, ignora por completo al resto, ocurra lo que ocurra en el dormitorio. Lo encontramos [incluyendo al resto de compa�eras de dormitorio] irritante. Es una falta de respeto.
En este caso se estaban produciendo diversos procesos culturales.
La emisora de mensajes de texto estaba utilizando el aparato para evitar el ambiente que inmediatamente se ha forjado a su alrededor (el dormitorio de la f�brica y la litera) para conectarse con sus redes sociales �ntimas. Pero, al hacerlo, silenciosamente est� presumiendo ante sus colegas de su supuesto mayor estatus social, evidenci�ndolo a trav�s del m�vil, de su capacidad de teclear con el pulgar, y por el hecho de que tanta gente de su red est� intercambiando mensajes con ella. Mientras tanto, dicha situaci�n dispara la tensi�n en el dormitorio, haciendo que quienes no han adoptado esta tecnolog�a se sientan desplazados, enfadados y seguramente presionados para comprarse un m�vil.
Otros procesos interesantes que se realizan a trav�s del tel�fono m�vil son algunas pr�cticas particulares que rompen con la reciprocidad de la comunicaci�n en las redes de iguales. Un ejemplo de ello, procedente de Corea del Sur, es la denominada �reprimenda� o rega�o (Ssibg�) que se refiere al hecho de ignorar las llamadas o los mensajes de otros. Como dice uno de los encuestados en Se�l: �lo que m�s me molesta al usar el m�vil es el hecho de recibir una contestaci�n insincera y que me rega�e la persona a quien he enviado el mensaje�.858 La importancia de la m-etiqueta para evitar que te rega�en se expresa en otra ocasi�n en la que una estudiante explicaba por qu� descarg� la bater�a del m�vil durante un rato: Si alguien me pregunta ��Por qu� descargaste la bater�a? �Por qu� no lo ignoraste simplemente cuando recibiste mensajes de texto molestos?�. Le dir�a que soy una persona bastante sincera y que preferir�a morir antes que morder los mensajes de otros.859* Por el contrario, existe evidencia de que los j�venes tambi�n usan los m�viles para transmitir mensajes que, podr�an avergonzarlos si se transmitieran a la cara. Prueba de ello es el testimonio de esta estudiante: Cuando me compr� el m�vil por primera vez, hice las paces con una amiga con la que me hab�a peleado, vale, ella tambi�n ten�a m�vil. Porque...estaba tan emocionada... as� que, le envi� un mensaje... y le escrib�: �te hice algo malo... lo siento�... y entonces volvimos a ser amigas.860 Sin embargo, no todo son mensajes de texto. En efecto, observamos un uso diferente de la telefon�a m�vil entre los j�venes usuarios europeos de mayor edad. Los j�venes adultos abandonan el uso intensivo de los SMS861 y adoptan las llamadas de voz como una parte importante de su comunicaci�n, que normalmente mantienen durante la tarde o por la noche.862 En efecto, parece que esto resulta v�lido para los pa�ses m�s ricos mientras que, en el caso de los pa�ses m�s pobres, los j�venes adultos son los principales usuarios de este medio de comunicaci�n, como ya hemos visto en Filipinas. Nuestra hip�tesis es que los j�venes usuarios dejan de usar los mensajes de texto cuando pueden permitirse otros servicios m�viles, en t�rminos relativos a sus ingresos. En todo caso, la telefon�a m�vil se mantiene como una importante herramienta de comunicaci�n entre aquellos que abandonan los mensajes de texto.
Crear, reforzar y mantener enlaces con el tel�fono m�vil Los grupos de iguales se forman en el mundo f�sico, cotidiano y las relaciones se mantienen en parte a trav�s del tel�fono m�vil, como ya hemos visto. Los j�venes tambi�n usan el aparato de forma local, comparti�ndolo principalmente dentro del grupo iguales y, a veces, lo utilizan para establecer nuevos contactos.863 En este sentido, se ha observado un uso colaborativo de los tel�fonos m�viles entre los grupos coet�neos en Suecia,864 mientras que Yoon descubri� una serie de actividades compartidas, tales como el prestar y tomar prestados los aparatos, recibir y enviar mensajes colectivamente en Corea del Sur.865 Teniendo en cuenta si el aparato se presta f�sicamente o no, Weilenmann y Larsson describen dos tipos de estrategias en lo que a compartir el tel�fono se refiere: el intercambio m�nimo y el cambio de manos.866 En primer lugar, la categor�a del intercambio m�nimo se refiere a un compartir de modo estricto el contenido, es decir, la informaci�n. En este caso, el aparato permanece en manos del propietario y el uso colaborativo del tel�fono m�vil puede tener formas diversas.
Puede leerse un SMS en voz alta, o escribirlo conjuntamente, del mismo modo que un MMS puede compartirse con los colegas que se hallan alrededor. Finalmente, tambi�n se puede compartir una conversaci�n a trav�s del tel�fono m�vil con los colegas presentes. Si bien al hablar por tel�fono m�vil en espacios p�blicos se ha creado una situaci�n conflictiva en la que el comunicador est� simult�neamente tanto all� como en otro lugar,867 el comportamiento descrito anteriormente obra en sentido contrario al enlazar a los colegas que est�n presentes alrededor de quien habla por tel�fono m�vil con el otro lado de la l�nea, transmitiendo la conversaci�n o utilizando la aplicaci�n de manos-libres del aparato. Es m�s, en las conversaciones orales, la comunicaci�n no verbal tambi�n podr�a ser relevante como medio de comunicaci�n entre los adolescentes que se encuentran f�sicamente juntos durante la interacci�n telef�nica.
En segundo lugar, la categor�a en la que se enmarca el compartir mediante el cambio de manos incluye aquellas situaciones en las que una persona toma prestado el tel�fono m�vil de otra; un comportamiento que s�lo suceder� cuando haya un grado suficiente de confianza entre quien lo presta y quien lo recibe prestado. Podemos a�adir, tambi�n, que se ha formado una nueva serie de reglas de etiqueta referidas a compartir los dispositivos. As�, si un miembro del grupo se niega a compartir su m�vil, suele considerarse que �no es realmente guay� y que es �irritante;�868 y probablemente el grupo castigar�a los comportamientos gorrones.869 Sin embargo, vale la pena resaltar que la propiedad de una tecnolog�a espec�fica puede excluir a individuos de los procesos, descritos anteriormente, en que los lazos se gestionan a trav�s del tel�fono m�vil. Como se ha comprobado en EE.UU., y siguiendo el mismo patr�n ya se�alado para China, la �nueva divisoria digital� que se est� desarrollando entre la juventud con celulares y aquella que no los tiene y que se concreta cuando la inclusi�n en determinadas redes sociales est� condicionada a la posesi�n de un dispositivo de comunicaci�n inal�mbrica.870 Adem�s de mantener relaciones a trav�s del contacto cara a cara, la gente joven es capaz de fortalecer, consolidar y coordinar estas relaciones a trav�s de los aparatos de comunicaci�n inal�mbricos, siempre conectados. Sin la propiedad de uno de estos aparatos, una persona joven no puede esperar ser parte significativa de las redes sociales de propietarios de celulares. Queda claro que la industria inal�mbrica ha entendido y promueve dicha tendencia con sus paquetes de precios especiales para quienes forman parte de una red. Un anuncio en la televisi�n de EE.UU. en 2004 ilustraba esta idea: un grupo de chicas j�venes afirman que no quieren hablar con gente que no tenga el mismo plan de tel�fono que tienen ellas, no porque sean avaras, sino porque son mejores compradoras. As�, no se trata s�lo de tener un dispositivo de comunicaci�n m�vil, sino que existe una diferencia en cuanto al plan que tengas. Naturalmente, esto no es m�s que una pura construcci�n industrial; est� por ver si los j�venes permitir�n que el sistema de comunicaciones inal�mbricas les dicte sus redes sociales.
Todos los tipos de comportamiento grupal vistos permiten a los j�venes �emprender la tarea de reforzar sus sentimientos de amistad de tipo familiar�.871 As�, aumentan la identificaci�n colectiva y el sentimiento de uni�n, gracias a la creaci�n de un mayor sentido de intimidad entre iguales. Dada su importancia, la secci�n que viene a continuaci�n est� dedicada a este tema.