Comunicación móvil y sociedad, una perspectiva global
Manuel Castells
Mireia Fernández-Ardèvol
Jack Linchuan Qiu
Araba Sey
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El teléfono móvil, inicialmente diseñado para cubrir una demanda propia de un tipo determinado de profesionales, traspasó la frontera laboral de manera que al aumentar su difusión también aumentaba su presencia en la esfera privada de la vida cotidiana. Así, en 1999, un 21,3 % de la población española tenía móvil respondiendo a razones principalmente profesionales. En aquel año, la tasa de penetración era del 37,3 %.1291 En 2004, cuando la tasa de penetración se ha multiplicado por 2,5 y alcanza el 93,9 %,1292 tan solo un 5 % de la población declara tener móvil por dichas razones. Tal y como se muestra en al tabla 15, el uso personal y profesional combinado se mantiene bastante estable, habiéndose incrementado los usos principalmente personales.
Este cambio en la esfera de uso del móvil está vinculado al hecho de que, en España como en el resto de Europa, son precisamente los segmentos de población más jóvenes los que con más fuerza han adoptado la telefonía móvil. Este fenómeno se hace evidente al observar la mayor tasa de mayor penetración de esta tecnología en los hogares con niños hasta 15 años. En 2004, casi la totalidad de los hogares españoles con niños dispone de móvil (92,8 %), tasa que desciende al 71,9 % cuando en la vivienda no hay niños.1293 De hecho, en el segundo semestre de 2005 más de la mitad de los niños entre 10 y 14 años dispone de teléfono móvil (54,3 %), cifra que supone un aumento de veinte puntos porcentuales respecto de la tasa de penetración infantil en 2003. Asimismo, se observa que a estas edades la popularidad del móvil es mayor entre las niñas que entre los niños (tabla 16). La tendencia se mantiene en edades jóvenes algo superiores, según se observa al estudiar la población española entre 15 y 29 años, ya que «son las mujeres más jóvenes (hasta los 24 años) quienes en mayor medida disponen de teléfono móvil».1294 Por el contrario, las diferencias de género no se reproducen en el conjunto de la población, tal y como se ha discutido en el capítulo 2;1295 y tampoco se han encontrado diferencias significativas en las formas de uso del móvil entre adolescentes.1296 TABLA 15. Razones para la adopción de la telefonía móvil. España (%).
Comparación 1999 y 2004 1999 2004 Por otra parte, se observa que quienes usan con más frecuencia el móvil son los adolescentes de 16-17 años (63,3 %) y, entre los adultos, lo hacen más aquellos que viven en hogares con niños (41,8 %).
De hecho, los niños entre 10 y 15 años usan el móvil a diario en la misma proporción que los adultos que viven en hogares sin niños (figura 19).
Así pues, tomando como referencia el año 2004, hemos visto que casi un tercio de los niños entre 10 y 15 años usa el móvil a diario (30,9 %),1297 mientras que la mitad de los que tienen entre 10 y 14 años dispone de un teléfono móvil.1298 De ello se puede deducir que los niños que tienen acceso a esta tecnología están haciendo un uso bastante intensivo de la misma que, tal y como veremos a continuación, se acerca pero no alcanza los niveles de los adolescentes.
Se constata, asimismo, que tanto los niños como los jóvenes utilizan más la comunicación escrita, los SMS, que las llamadas de voz, al contrario que la población adulta.1299 La tabla 17 ilustra este punto y corrobora la continuidad de un fenómeno que ya venía produciéndose.
1300 Y es que Bernete (2004), basándose en datos de 2002 recogidos por el CIS,1301 detecta la existencia de una correlación positiva entre las edades juveniles (15 a 29 años) y el uso de los SMS entre la población urbana española.1302 Los jóvenes suelen disponer de contrato de prepago (63,8 %) con más asiduidad que el conjunto de la población (52,0 % —véase figura 13 más arriba—) y la mitad de ellos gasta un máximo de 19 euros al mes.1303 Los usos más frecuentes entre los niños y adolescentes son los de carácter menos avanzado (SMS y voz), si bien no son los únicos. Es bastante habitual que personalicen los móviles, de manera que más de la mitad de los niños entre 10 y 15 años ha descargado en alguna ocasión tonos o melodías para su móvil (53,7 %), proporción que aumenta hasta el 68,6 % entre los adolescentes de 16 a 17 años.1304 Otros estudios, de carácter puntual y para ámbitos geográficos más reducidos, obtienen resultados en consonancia con los vistos hasta el momento. Así sucede con el estudio elaborado para el Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid por la ONG Protégeles (Protégeles, 2005), en el que se analiza la relación con el móvil de niños y adolescentes con edades comprendidas entre los 11 y los 17 años.1305 En línea con lo visto anteriormente, los mensajes de texto son más populares que las comunicaciones de voz en este colectivo.
El uso de los SMS también incrementa con la edad y se constata que se envían muchos más mensajes durante el fin de semana que en los días lectivos. Por último, el 68 % ha comprado al menos una vez logos y fondos mientras que el 77 % ha adquirido en alguna ocasión tonos y melodías para su móvil.
Durante el curso escolar 2001-2002 se llevó a cabo un estudio entre jóvenes de 12 y 16 años que cursaban ESO en tres áreas diferenciadas de Cataluña.1306 Un 68,2 % afirmaba tener móvil en propiedad, si bien el 82,7 % tenía móvil en casa. Los resultados, algo abultados respecto al total catalán,1307 se podrían explicar por el marcado carácter urbano de las tres submuestras objeto de estudio (Barcelona ciudad, área metropolitana de Barcelona y Girona ciudad) y por el hecho de tratarse de hogares con niños (vid supra). Es interesante comprobar que, de nuevo, hay más chicas que chicos con móvil en una proporción incluso superior a la vista más arriba (74,5 %, frente al 55,45 % de los chicos). El móvil, por otra parte, se utiliza poco en la escuela (27,5 %).
A nivel español, se ha comprobado que la telefonía móvil ha supuesto un aumento en la comodidad, la seguridad, y en la sensación de cercanía y de control. Por el contrario, la percepción de libertad, los niveles de estrés, la riqueza afectiva, la intimidad y el prestigio no han aumentado.1308 Además, comparando datos de 1999 y 2004 se observa, asimismo, la importancia creciente que se le atribuye al móvil en la vida cotidiana de las familias. Los padres se sienten más tranquilos (89 % de las veces), facilita la salida de los hijos (65 %), y se percibe como un instrumento necesario para las madres que trabajan fuera de casa (80 %).1309 El uso de móvil como elemento facilitador de la coordinación, además de los usos expresivos del mismo, también los han descrito Valor y Sieber (2004) para los jóvenes y adolescentes españoles.