Alexander Alban Alencar
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La expresión gestual tiene que ver exclusivamente con los movimientos del rostro, la expresión manual con los movimientos de las manos y la expresión corporal tiene que ver con el movimiento de todo el cuerpo: piernas, pies, caderas, tórax, cuello, etc. pues los movimientos armoniosos de estas partes de nuestro cuerpo permiten también, transmitir un mensaje a nuestros oyentes. ¡DEJEMOS QUE NUESTRO CUERPO HABLE!
Nuestro cuerpo “habla”, no tengamos reparo en utilizarlo durante nuestras exposiciones; si tenemos que saltar, saltemos; si tenemos que caer, caigamos. Recordemos que el mimo, por ejemplo, nos ayuda a transmitir un mensaje sin emplear ninguna palabra, es puro movimiento del cuerpo. En consecuencia, nuestro cuerpo debe convertirse en elemento complementario y valioso que nos ayude a cumplir a cabalidad los objetivos de nuestra exposición.
LA EXPRESIÓN CORPORAL
Marcel Marceau es el mimo más famoso de la historia de la pantomima. En esta imagen podemos contemplarlo disfrazado de Bip, el personaje que le ha hecho famoso. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005.
La actitud oratoria exige, en primer lugar, serenidad y distinción. El movimiento nervioso es contraproducente, así como la inmovilidad y dureza del cuerpo. Debe evitarse la tensión interna a todo costo, porque rebela una desarmonía de la personalidad y un proceso psicológico de inseguridad, que el público aprecia inmediatamente. El porte debe permanecer también tranquilo frente a nuestros estados emotivos secretos, y no revelarlos.
Asimismo, el porte no debe denotar arrogancia, petulancia, provocación, desafío, menosprecio, indiferencia, falsa solemnidad. El orador está obligado a una nobleza de alma, libre de contaminaciones malsanas, y su actitud general debe trasuntar esta buena cualidad y no otra. Debe revelar también, cortesía, amor, interés y sinceridad. La mirada debe ser directa, sin huir de la gente ni seguirla con aspereza.
RECOMENDACIONES IMPORTANTES:
• Al hablar de pie el cuerpo debe mantenerse erguido, sin rigidez; el pie derecho debe permanecer delante del izquierdo para facilitar el movimiento fácil del brazo derecho.
• El peso del cuerpo debe descansar sobre ambos pies, tanto para evitar el cansancio como para trasmitir equilibrio.
• El cuello no debe estirarse, las piernas y los brazos no deben estar pegados ni muy abiertos.
• El cuerpo puede adelantarse de vez en cuando hacia adelante y hacia atrás, pero no abusar de estos movimientos.
• Los brazos y manos deben estar en actitud apropiada, nunca en posición inadecuada o que parezca ridícula.
• Conviene desplazarse con naturalidad y elegancia, sin rapidez –que denota nerviosismo- ni lentitud –que denota timidez-.
• Al subir o bajar del estrado; no producir una impresión desagradable, hacerlo con sencillez, paso firme y seguro
• Al ubicarse, hacerlo en el centro del escenario mirando al centro de la sala y situándose lo más cerca posible del auditorio,
• No moverse mucho en el estrado de adelante hacia atrás o hacia los costados, es decir, no parecer un péndulo.
• Tampoco es conveniente caminar de un lado a otro, como paseándose, el público se cansará de seguirlo con la mirada.
• Cuando deba pronunciar su discurso sentado; tener el cuerpo derecho, no volcado sobre la mesa, ni tendido hacia atrás.
• En la posición sentada el cuerpo debe permanecer recto, las piernas sin cruzar, separadas ligeramente una de otra.
La Escuela de Oratoria de “Marketing Mix” recomienda las siguientes pautas para un correcto uso de la expresión corporal, o porte, cuando se haga una presentación oratoria.
• Ubíquese en el centro del escenario con los talones juntos y las puntas de los pies ligeramente separadas.
• Mantenga el cuerpo erguido, levante ligeramente la barbilla, ello le dará un aire de seguridad personal.
• Las manos mantenerlas juntas a la altura del abdomen: puede ser con los dedos entrelazados, la yema de los dedos juntos o en forma de bóveda (estrechadas).
• Cuando haga uso de los ademanes separe las manos de la posición inicial y realice sus ademanes, luego, que las manos regresen a su posición inicial.
• No se coja nerviosamente las manos ni los dedos, mantenga sus manos quietas a la altura del ombligo.
• No se desplace por el escenario como “león enjaulado”, usted puede caminar pero deténgase al momento de hablar.
• Finalmente, no haga movimientos innecesarios con el cuerpo, éste debe acompañar con sus movimientos sólo algunas palabras o frases importantes de su discurso.