Eduardo Jorge Arnoletto
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Autoconciencia, autonomía y soberanía.
Un tema insoslayable en el análisis de los sistemas políticos es el de su autoconciencia, autonomía y soberanía. En el modelo cibernético, la conciencia queda representada, como ya vimos, por el circuito de los mensajes secundarios. "Sin esta división funcional entre información primaria y secundaria -dice Deutsch- sería casi imposible mantener el control sobre el flujo de grandes cantidades de información". La principal función de la información secundaria, que resume en diversos niveles de abstracción mucha información primaria, es hacer posible la elaboración de decisiones "sobre la base de grandes cantidades de información" (pag.222).
En este lenguaje cibernético, conciencia es "el conjunto de procesos de realimentación de los símbolos secundarios" (pag.223). Estructurarla y utilizarla supone costos: utilización de recursos materiales y humanos, y demoras en las decisiones. Es cierto que la conciencia puede aumentar la exactitud y pertinencia de las decisiones, pero también puede aumentar el riesgo de decisiones equivocadas y sobre todo demoradas; la abstracción mal hecha puede desembocar en una falsa conciencia, total o parcialmente fantasiosa. Una organización puede vivir en un mundo de fantasía (como al parecer fue el caso de los dirigentes sureños antes de la guerra civil norteamericana, o más actualmente el caso de los dirigentes comunistas de la U.R.S.S., en su fracasado golpe anti-perestroika. Este tipo de situaciones quizás pueda explicarse con la imagen del "mundo que termina", que en realidad ya ha terminado, pero sin que sus protagonistas lo adviertan. Otro caso es el de aquellos que tienen una imagen de sí que difiere mucho de lo que hacen realmente y de la imagen que los otros tienen de ellos, como es el caso de amplios sectores de la opinión pública norteamericana respecto de la actuación internacional de su país.
En todo caso, siempre la conciencia es "un poderoso instrumento de control" (pag.223). Controlar el flujo de la información es un obvio componente del poder. Ese poder depende principalmente, según Deutsch, "del grado de condensación de datos primarios y de la ubicación estratégica del control en algún punto de estrangulamiento del flujo de información secundaria" (pag.224). La conciencia de las organizaciones es fuente de poder para los que logran ubicarse en posiciones estratégicas de acceso a información secundaria, siempre que se den condiciones sociales favorables.