HISTORIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN MÉXICO
(Siglos XVIII, XIX y XX)
ANTOLOGÍA BIBLIOGRÁFICA COMENTADA
Jorge Isauro Rionda Ramírez
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61. WIONCZECK, Miguel S. (1972) La gestación del desarrollo estabilizador, 1940 1952. Publicado en Excélsior, 30 de octubre. México.
Con el triunfo de la
revolución mexicana la clase emergente, dueña de la mayoría de las
fracciones políticas aún en pugna se enfrenta a nuevos retos: la
institucionalización de su sistema de dominación y la reestructuración
económica (Wionczeck, 1972).
La institucionalización pretende mantener a las diferentes fracciones en
pugna subordinadas pero sin antagonizarlas, a un poder central que no
caiga en manos de una sola persona.
La reestructuración económica procura la reconformación de dos clases
demandantes de mejoras: los campesinos, que reclaman una reforma
agraria, y los obreros, que demandan mejoras en sus condiciones de
trabajo, el derecho a la conformación de sindicatos, entre otras
instancias laborales.
Los retos para lograrlo radican en vencer el caudillismo, lograr
consistencia en el movimiento campesino, muy fraccionado y
contradictorio, incentivar el desarrollo industrial mexicana, al momento
incipiente, lograr un proyecto político consistente, poner en orden a la
Iglesia Católica y a los intereses extranjeros en el país, como superar
la crisis del fordismo expresada en 1929.
En otras palabras, el ideal revolucionario pretende institucionalizar la
actividad política, terminar con el caudillismo local, diversificar la
economía e incluir al movimiento obrero y campesino como actores dentro
del nuevo régimen.