HISTORIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN MÉXICO
(Siglos XVIII, XIX y XX)
ANTOLOGÍA BIBLIOGRÁFICA COMENTADA
Jorge Isauro Rionda Ramírez
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55. STEIN, Stanley y Barbara
H. (1970a) Capítulo IV: El siglo XVIII. En La herencia colonial de
América latina. Siglo XXI editores, S. A. México. Pp. 83 117.
Es bien sabido que durante el periodo colonial en América Latina el
control que la Corona mantenía respecto a la prosperidad de las
actividades económicas de sus colonias se basaba en el principio de
proteger aquellas actividades exitosas que prosperaban en la península,
dejando que otras actividades que no representaran riesgo o problema
alguno para un español fueran desarrolladas en sus provincias
coloniales.
Con ello, el desarrollo económico de la Nueva España, como de otras
colonias hispanas, queda recluido desde su origen a prosperar al margen
de los intereses de los peninsulares, donde las iniciativas
constantemente eran frustradas ante el temor o riesgo de que éstas
perjudicaran a algún ibérico (STEIN, 1970a).
No obstante lo anterior, con todo, existieron actividades locales de
alta prosperidad de donde destacan las primarias tales como la
agricultura, la ganadería y la minería en el medio rural, mientras que
en la ciudades prosperaron las actividades manufactureras de tipo
artesanal. Las haciendas agrícolas, ganaderas y mineras de hecho fueron
el fundamento principal de la economía colonial en la región
latinoamericana. Crean un circuito económico cerrado de autoconsumo, no
obstante la expoliación de la plusvalía minera por parte de la Corona
española.
Ya en el siglo XVII la prosperidad colonial es el avío de un desarrollo
de industrialización manufacturero incipiente, dominantemente como parte
de una economía urbana naciente, donde el comercio urbano iniciará las
principales capitalizaciones para conformar un sistema financiero
nacional.
El comercio regional, principalmente de tipo urbano, viene a fortalecer
y generar la acumulación capitalista necesaria para ir conformando un
sistema financiero propio, autónomo, con capacidad de avío para fomentar
el surgimiento de industrias con mayor envergadura que la de los
mercados locales, propiamente dirigida a lograr abarcar mercados
regionales o bien nacionales.
Entre las reformas borbónicas en las colonias españolas se tiene la
supresión de los privilegios que España había concedido a Inglaterra
mediante el tratado de Utrecht, cuestión que incomodará a esta última
por lo que el interés de promover el pensamiento liberal y propiamente
librecambista será uno de sus principales recursos para pugnar, desde
dentro de las colonias, por la apertura comercial contra el control
fiscal primero español y posteriormente de Francia mediante los
controles de los Borbones.
Las logias masónicas serán una estrategia de penetrar e influir a los
intelectuales iberoamericanos para con ello promover el liberalismo
económico como fundamento del desarrollo nacionalista e independiente
durante el siglo XVII y posteriores centurias.
El régimen de control y fiscalización establecido por los Habsburgo en
la Nueva España, con ya una tradición de 2 siglos, había dado ciertas
exenciones tributarias como canonjías, a ciertas actividades económicas,
como bien, a ciertas clases sociales donde destaca la clase que
realmente era tributaria en la sociedad novohispana: los criollos.
Con la dominación francesa sobre España, la nueva casa imperial de los
Borbones, en amparo de ser una potencia militar, urgida de recursos
financieros, extremó las cargas fiscales en las colonias españolas y en
especial a los criollos.