HISTORIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN MÉXICO
(Siglos XVIII, XIX y XX)
ANTOLOGÍA BIBLIOGRÁFICA COMENTADA
Jorge Isauro Rionda Ramírez
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP
(133 páginas, 500 Kb) pulsando aquí
45. MORENO Toscano, Alejandra
(1974) Economía regional y urbanización: tres ejemplos de relación
entre ciudades y regiones en Nueva España a fines del siglo XVIII. En
Ensayo sobre el desarrollo urbano en México. Secretaría de Educación
Pública (Colección Sep-setenta. Núm. 143. Capítulo III. México. Pp.
95-130.
Según se aprecia según las rentas de alcabalas de 1792, las
principales ciudades de la Nueva España son la ciudad de México, Puebla,
Guadalajara, Veracruz, Orizaba, Córdoba, Oaxaca, Mérida, Valladolid y el
Bajío (Moreno, 1974). Ciudades que se desarrollaron dentro de la óptica
del desarrollo exogenista, donde la extracción de la plusvalía delínea
el entramado de comunicaciones y sistemas metropolitanos de la Nueva
España.
La traza de caminos reales viene desde los minerales del Norte del país
hasta el puerto de Veracruz donde se embarcaban los productos minerales
y las especies rumbo al puerto de Cádiz. Por ello, los caminos unen los
centros metropolitanos de los que depende la economía colonial, como
fundamento de una organización del territorio basada en la extracción
del bimetálico y las especias, así como del comercio regional intrazonal
entre los centros mineros y los de producción agrícola.
Es en el siglo XVIII que el sistema metropolitano del país ya está bien
consolidado y el sistema de comunicaciones ha logrado integrar el
territorio (al menos el de interés bajo la lógica de la expoliación
colonial), como una unidad productiva. Existen algunos lugares
desarticulados del centro metropolitano de la ciudad de México, el caso
más grave es el de Mérida en Yucatán, cuyo aislamiento le hacen una isla
autónoma del resto del país. Regiones dependientes de áreas
metropolitanas como Puebla, Guadalajara y Oaxaca operan con cierta
autonomía del centro y las divergencias regionales son notorias por la
especialización de la producción. Por decir, mientras en el Bajío al
agricultura adquiere un fin comercial gracias a la seguridad del mercado
agrícola, en Puebla los hacendados arriendan sus tierras a terceros o
medieros por los riesgos que corren en un mercado más débil.