HISTORIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN MÉXICO
(Siglos XVIII, XIX y XX)
ANTOLOGÍA BIBLIOGRÁFICA COMENTADA
Jorge Isauro Rionda Ramírez
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16. CÓRDOVA, Arnaldo (1972b)
Colaboracionismo de clases y populismo. En La reforma del poder
político en México. Colaboracionismo de clases y populismo. Ediciones
ERA. 2ª. Edición. Capítulo III México. Pp. 35 44.
El ideal democrático liberal no era viable en 1910, y menos
anteriormente, por el muy bajo nivel de instrucción de la sociedad
mexicana. Sin justificar las dictaduras previas como posteriores, las
sociedades democráticas tienen como fundamento un alto nivel de
educación.
El rompimiento entre el maderismo y el zapatismo era inminente. Mientras
Emiliano Zapata procura el reparto (el regreso) de las propiedades
agrarias a los campesinos e indígenas del país, Francisco I. Madero,
ajeno y desinteresado de la realidad de esta población, solo atiende el
anhelo liberal democrático de la pequeña burguesía mexicana.
La revolución mexicana se da dentro de la abierta implementación a
escala mundial del régimen de producción flexible (modernismo o fordismo).
La forma de expoliación de la fuerza de trabajo de este régimen es
abiertamente deshumanizada. Por ello, el movimiento obrero a escala
internacional patenta la necesidad de contar con un Estado corporativo,
que conciba la organización obrera (sindicalismo), como parte de la
organización social del trabajo y la producción. Necesariamente el
estado, el nuevo estado fordista, tiene carácter social demócrata. Una
social democracia con abierta inspiración marxista, pero de abierta
heterodoxia en el mundo capitalista. De ahí el carácter populista de la
revolución mexicana.
La inclusión de inversiones extranjeras cuya presencia en el país no
solo es significativa en el ámbito de la producción y la circulación,
sino que influye mucho en la vida política del país y favorece los
privilegios en la vida cívica de México, a favor de los extranjeros.
Esto reciente a los nacionales respecto al los extranjeros. El
resentimiento es grave en grado de tomar cariz anti imperialista: contra
los ingleses, alemanes, franceses, españoles y yanquis. De ahí el tono
anti imperialista de la revolución mexicana.