HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA Y SUS APLICACIONES
Ramon Ruiz Limón
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Aprendizaje
Un método muy similar de medir la motivación es determinar lo que aprenderá un sujeto para alcanzar una meta. Alcanzar una meta obra como refuerzo en el aprendizaje de la conducta que es necesaria para alcanzar. (Corolario de esto es que todo lo que obre como refuerzo de tal aprendizaje es motivador.) En el experimento descrito anteriormente, de la caja blanca, en el que se daba una descarga a las ratas, concluimos que la caja blanca se había vuelto motivadora porque las ratas aprendieron o podrían aprender a empujar una barra o a mover un volante para escapar de la caja. La rapidez de aprendizaje en tal situación puede servir como medida de motivación. Del mismo modo, a los niños se les motiva por la aprobación social; los maestros y los padres pueden usarla para lograr que aprendan.
Test de personalidad Los cuatro tests que acabamos de describir son muy aplicables a sujetos animales; pero al ocuparnos de personas, nos interesarán más los motivos para cuestiones tales como logro, afiliación o agresión. A un tipo d test ideado para medir motivos como éstos se le llama test proyectivo. El que más se emplea en la investigación de motivos es el Test de Apercepción Temática o TAT, en el que se muestra a los sujetos una seria de imágenes ambiguas y se les pide que digan o hagan un relato sobre los que está ocurriendo en cada imagen. El supuesto es que el hacer sus relatos, el sujeto proyecta sus propias necesarias en la conducta de los personajes. El administrador de tests experimentado identifica entonces las necesidades proyectadas y, por el número de temas relacionados en el relato, juzga la fuerza de cada necesidad.
Otros test de personalidad empleados para medir la motivación reciben el nombre de inventarios de personalidad. Se trata de cuestionarios compuestos por preguntas de falso o verdadero o varias elecciones sobre las costumbres de una persona, sus gustos y sus ambiciones. Uno de tales tests, el inventario de Preferencias Personales de Edwards (The Edwards Personal Prefence Schedule), se ha ideado para medir las necesidades sociales humanas. Otro, la Escala de Ansiedad Manifiesta de Taylor (Taylor`s Manifest Anxiety Scale), es una buena medida general del nivel de ansiedad. Hay incluso un inventario de personalidad, el Cuestionario Test de Ansiedad de Mandler-Sarason (Mandler- Sarason Test Anxiety Questionnaire), que mide la ansiedad al tomar los tests de logro.
Por desgracia, las medidas de motivación obtenidas con inventarios rara vez se correlacionan en alto grado con las derivadas de test proyectivos. Sin embargo, ambas has sido útiles en la investigación de la motivación social (Cofer y Appley, 1964).
A veces se puede usar una prueba situacional para tener una idea aproximada de la fuerza de los motivos humanos. En esta prueba se pone a la persona en una situación real y un observador ve qué hace. Por ejemplo, la agresividad de un niño se puede medir dejándolo jugar con muñecos y tomando nota del número de veces que hace algo agresivo o destructor con ellos. También se puede estudiar la agresión insultando a una persona y observando sus contestaciones irritadas.