HISTORIA DE LA CIENCIA Y EL MÉTODO CIENTÍFICO
Ramón Ruiz Limón
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El pensamiento Científico
Para definir y describir el Pensamiento Científico, necesitamos Recordar que La ciencia como concepto general y logístico, es la investigación metódica de las leyes naturales por la determinación y la sistematización de las causas de un fenómeno o hecho determinado.
Para Aristóteles, la ciencia o epísteme consiste, no tanto en una serie de conocimientos objetivos, sino en una virtud intelectual que se define como hábito demostrativo, entonces podemos concluir que esa aptitud propia del científico tiene, como instrumento de formación, precisamente el silogismo, operación que demuestra rigurosamente las tesis propuestas. Y, por fin, con esto se concluye que la Lógica es el instrumento propio del científico y del filósofo.
El mayor impulso que genera la ciencia es el deseo de explicaciones sistemáticas y controlables por la evidencia empírica. El propósito distintivo de la ciencia es el descubrimiento y la formulación en términos generales de las condiciones en las cuales ocurren sucesos de diversas clases, y las proposiciones generalizadas de tales condiciones determinantes que sirven como explicaciones de los sucesos correspondientes.
La ciencia es una de las pocas realidades que se pueden legar a las generaciones venideras. Los hombres de cada periodo histórico asimilaron los resultados científicos de las generaciones anteriores, desenvolviendo y ampliando algunos aspectos nuevos. Del doble elemento de la época, lo inmutable y lo fijo, lo aún no comprobado y lo establecido definitivamente, solamente lo último es acumulativo y progresivo.
Aquellos elementos que constituyen buena parte de la ciencia y que son la parte efímera y transitoria, como ciertas hipótesis y teorías, se pierden en el tiempo y conservan, cuando más, cierto interés histórico.
Cada época elabora sus teorías según el nivel de evolución en que se encuentra, sustituyendo a las antiguas que pasan a ser consideradas como superadas y en consecuencia anacrónicas.
Lo que permitió a la ciencia llegar al nivel actual fue un núcleo de técnicas de orden práctico (método científico), los hechos empíricos y las leyes que forman el elemento de continuidad, y que ha venido siendo perfeccionado y ampliado a lo largo de la historia con la evolución misma del hombre.
La ciencia en los modelos en los que se representa hoy, es relativamente reciente. Solo en la edad moderna de la historia adquirió el carácter científico que muestra hoy. Pero ya desde los comienzos de la humanidad, se encuentran los primeros trazos rudimentarios como vestigios de conocimiento, de técnica, y que luego se constituiría en ciencia.
La revolución científica, propiamente dicha, se registra en los siglos XVI y XVII con Copérnico, Bacon y su método experimental, Galileo Galilei, Descartes y otros. No surgió, pues, por casualidad. Todo descubrimiento ocasional y empírico de técnicas y conocimiento referente al universo, la naturaleza, y los hombres, desde los antiguos griegos, egipcios y babilonios, la contribución al espíritu creador griego sintetizado y ampliado por Aristóteles, las invenciones hechas en la época de la conquista, preparan el surgimiento del método científico y el espíritu de objetividad que va a caracterizar a la ciencia a partir del siglo XVI, antes de forma indefinida y ahora de modo riguroso.
Años más tarde, ya en el siglo XVIII, el método experimental se perfecciona y aplica a las nuevas áreas del conocimiento. Se desarrolla el estudio de la química, de la biología, surge un conocimiento más objetivo de la estructura y funciones de los organismos vivos. En el siguiente siglo se verifica una modificación general en las actividades intelectuales e industriales. Surgen datos nuevos relativos a la evolución, al átomo, la luz, la electricidad, el magnetismo y a la energía nuclear. Ya en el siglo XX, la ciencia con métodos objetivos y exactos, desarrolla investigaciones en todos los frentes del mundo físico y humano, obteniendo un grado de precisión sorprendente, no sólo en el campo de la navegación espacial, de las comunicaciones, cibernética y de los trasplantes, sino también en los más diversos sectores de la realidad social.