Se puede decir que, en este caso yo no soy meramente yo, el autor, sino también yo, el lector. Y hasta más lector que autor. Y no sólo porque el autor es viejo y el lector joven, sino también porque este libro ha sido escrito para y sobre el lector.
El tiempo acelera su carrera. Carlos Marx escribió que fueron necesarios milenios para que el hambre que obligaba a la gente a tragar carne cruda con las manos, la uñas y los dientes, se convirtiese en hambre que se satisface comiendo carne cocida con cuchillo y tenedor. Federico Engels escribió que hicieron falta siglos para que el amor sexual de los antiguos adquiriese el criterio moral de reciprocidad. Pero sólo fueron precisos unos decenios de régimen socialista, por ejemplo, para transformar centroasiáticas soviéticas, para transformar el trabajo, de penosa necesidad en regocijante exigencia espiritual, para hacer al simple obrero soviético más intelectual que el intelectual burgués corriente. Y ese proceso se acelera a ojos vistas.
La época en que vivimos cargó sobre sus espaldas toda la herencia del pasado; y al mismo tiempo vemos ya nÃtidamente nuestro futuro comunista y capitalista en nuestro presente, como doctrinas ideológicas.
Por eso, nuestra conciencia no sólo refleja el presente, sino que también ha acumulado todo el pretérito y añora el futuro. Marx decÃa que el individuo es un producto social, ya que la conciencia y el lenguaje se desarrollan juntos en el trabajo.
En personas diferentes, la conciencia en sus distintas manifestaciones corresponde al presente, o presenta “lunares”, supervivencias del pasado, o se adelante al dÃa de hoy. Y asà puede suceder en todo: en los intereses y aspiraciones, en la concepción del mundo y en la conducta, en las costumbres y el carácter.
Pero yo quiero que mi conciencia de libere de la mala herencia del pasado, que tome de éste sólo lo bueno para el futuro. Quiero que mi conciencia, además de marchar al unÃsono con el tiempo, lo aventaje, traslade mi mañana a mi presente. Quiero ayudarte en esto. Y él quiere ayudarnos a ti y a mÃ. Cuando más se esfuerza el hombre por conseguirlo, tanto más conciente se considera. No es casual que las palabras “conciencia” y “conocimiento” tengan una raÃz común. Cuanto más amplios y profundos son los conocimientos del hombre, más clara y rica es su conciencia y más conciente es él .
¿Cuáles son las funciones de la Conciencia Humana? Las funciones de la conciencia son la percepción, el deseo, la voluntad y la acción.
¿Cuáles son los hechos psÃquicos, contenidos de conciencia o estados sustantivos? Son las sensaciones, imágenes, sentimientos elementales y los pensamientos.
¿Cuáles son las estructuras de la conciencia? Las estructuras de la conciencia - algunas de cuyas facetas son inconscientes – son el cuerpo, la mente, el alma y el espÃritu.
¿Cuáles son los estados de conciencia?
Los estados de conciencia pueden ser normales (como la vigilia, el sueño y el sueño profundo) o alterados (como los estados mediativos y no ordinarios de conciencia).
¿Cuáles son las modalidades de la conciencia?
Las modalidades de la conciencia incluyen la estética, la moral y la cientÃfica. El desarrollo de la conciencia abarca un amplio espectro que va de lo prepersonal a lo personal y, desde ahÃ, hasta lo transpersonal; de lo subconsciente a lo autoconsciente y, desde ahà hasta lo supraconsciente, del id al ego y, desde ahÃ, hasta el espÃritu.