HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO

Ramón Ruiz Limón

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 Formas del Conocimiento Sensible

Las principales formas del conocimiento sensible son: la sensación, la percepción, así propia corno de Ios objetos sensibles y del prójimo, la imaginación y el recuerdo. En todas ellas cabe distinguir los aspectos de función y contenido.

La percepción.- Es la aprehensión inmediata de algo, en cuya realidad creernos.

Por la manera de hacerse presentes los objetos a la conciencia y por la diversidad de éstos, la percepción puede ser sensible, interna y del prójimo.

La percepción sensible.- Es la forma de conciencia cognoscitiva de los objetos a ella presentes con intervención de los sentidos. Es una función extremadamente compleja, con la cual respondemos a la actuación sobre nuestro cuerpo de los seres del medio físico. No obstante, en el análisis de la función perceptiva, como explicación de su complejidad, se admite un acto más elemental y ya irreducible a otro más sencillo: la sensación, cuyo contenido sirve de base al percibir.

¿Qué es la sensación?

Es la conciencia pura y simple de algo, producida en nosotros al obrar sobre nuestro cuerpo los seres físicos. Forma la base de todas nuestras percepciones sensibles, y va acompañada y como envuelta o penetrada por múltiples actos.

Sus aspectos.- Los aspectos de la sensación son dos: el de ser un acto de conciencia y el de contenido de ese acto. En la sensación de sonido, una cosa es el sentir el sonido y otra el sonido sentido.

Lo característico del primer aspecto (sensatio) es el ser conciencia elemental, pura y simple: la pura aprehensión del sujeto frente al puro color, al puro sonido que le estimula.

El segundo aspecto (sensación) se distingue por ser:

a)                   El efecto correspondiente a la actuación del objeto que le ocasiona y la respuesta del sujeto a la actuación;

b)                   Algo elemental, concreto, relativamente independiente, intuitivo y consistente. Es decir, que el "verde", contenido de mi sensación, no es algo mío ni del objeto que le ha ocasionado, sino la resultante de ambos factores; no está unido inseparablemente con tal acto mío ni ha de ir necesariamente acompañado de determinados contenidos; es, precisamente, este "verde" que ahora siento, que no se puede confundir con ningún otro; presenta cierto modo de ser plástico, vivo, y tal consistencia que permite el que pueda reaparecer ante la conciencia en conclusiones diferentes, como en la representación.

Las condiciones de la sensación.- Un ser del mundo físico (una casa, un reloj, un caramelo) actúa sobre una parte del cuerpo humano. Tal actuación produce una excitación en los nervios sensitivos, que, llegada a un centro nervioso (determinada región del cerebro), origina el hecho consciente de la sensación, como respuesta del sujeto.

Siendo, pues, tres los elementos que en la sensación intervienen (un ser físico, el organismo del sujeto y su compleja vida psíquica), la sensación se halla sometida a un triple condicionamiento; físico, fisiológico y psíquico. Como la sensación surge al final del proceso fisiológico y merced a él, las condiciones determinadas por los dos primeros elementos son condiciones previas.

Las condiciones físicas: los estímulos.- Los seres del medio físico, en cuanto son causas de la sensación, se llaman estímulos, y pueden definirse como

"aquellos hechos que producen en el organismo una excitación nerviosa que irá acompañada de conciencia':

Con relación al organismo se pueden dividir Ios estímulos en externos o internos, según que sean exteriores o interiore a él. No obstante, el estimulo externo debe transformarse en interno, para que pueda originar la sensación.

Los estímulos externos pueden ser químicos (en las sensaciones olfativas) y físicos; estos, a su vez, mecánicos (movimientos), ópticos, acústicos, térmicos y eléctricos. Los internos son o periféricos o centrales.

Las condiciones fisiológicas.- Aparte de las disposiciones momentáneas e individuales, debidas a la total economía corporal, influyen poderosa y decisivamente en la sensación no sólo la estructura de las partes orgánicas puestas en juego, sino también sus cambios funcionales. El organismo interviene en la sensación con Ios sentidos, Ios nervios y Ios centros nerviosos.

¿Cómo o desde dónde se decide lo que siente y piensa el individuo?

Según Hume, no es la razón la que decide lo que decimos o lo que hacemos; son nuestros sentimientos. El pensamiento racionalista había opinado que es inherente a la razón del hombre el saber distinguir entre el bien y el mal.

Por ejemplo, si alguien decide ayudar a alguien necesitado de ayuda, son sus sentimientos (deseo, interés, intención, condescendencia, compasión, altruismo, etc.22), y no es la razón, la que pone en marcha. Ya que si no le da ganas de ayudar (esto es la acción-voluntad, la fuerza final que impulsa al individuo a lograr su meta u objetivo, la cual se convierte en un proceso)".

También en ese caso son sus sentimientos los que deciden. No es ni sensato ni insensato no ayudar a alguien que necesita ayuda, pero puede ser vil.

Agrega Hume que, todo el mundo tiene cierto sentimiento hacia el bien de los demás. Tenemos la capacidad de mostrar compasión. Pero todo esto no tiene nada que ver con la razón humana.24

Por tanto, no podemos probar con la razón cómo debemos actuar. Actuar responsablemente no equivale a agudizar la razón, sino a agudizar los sentimientos que uno tiene hada los demás. No va en contra de la razón el preferir la destrucción del mundo entero a tener un rasguño en un dedo, dijo Hume.25

Los sentidos u órganos sensoriales son determinadas parte de nuestro cuerpo, sobre las cuales actúan los estímulos. Algunos (el ojo, el (Ado) suelen presentar una particular estructura; y todos alojan elementos ele un tejido peculiar impresionable; eI tejido nervioso.

Los nervios.- El sistema nervioso tiene, como último elemento, la neurona, verdadera unidad anatómica. Esta es una célula que consta de un núcleo, de varias prolongaciones ramificarlas que irradian de aquel, llamadlas dendritas, y de una ramificación larga, que es el llamadlo axón o cilindro-eje. La unión de los axones de varias células que forman las fibras nerviosas que, atravesando todo el cuerpo, se reúnen en la medula y en el cerebro, formando manojos y haces. Una vía nerviosa consta ele ordinario de muchas neuronas contiguas que se suceden. La excitación producida, ya en la periferia del organismo, ya en un centro nervioso, se transmite de neurona en neurona, originando la corriente nerviosa, que o suscita una sensación (corriente nerviosa aferente) o produce una contracción muscular en los miembros (corriente nerviosa eferente).

Los centros nerviosos.- Los elementos que recogen en determinadas regiones interiores del organismo, formando los centros nerviosos. Su finalidad es ser término y principio de corrientes nerviosas y lugar de su transformación. Están constituidos por asociación de innumerables neuronas.''

¿Quién quiere conocer? ¿Cómo puede ser conocido? ¿Qué puede ser conocido?

Resulta bastante extraño que la mayoría de las personas, aun aquellas que nunca han oído hablar del Método Científico (o si lo han oído, poco podría importarles) quieran entender el mundo que les rodea. Realmente, esta necesidad por conocer está presente también en los animales; un mono, o aun una rata, a veces pasarán por múltiples problemas tan sólo para explorar una parte de su alrededor.

En las personas, la necesidad es fuerte, aun cuando altamente diversificada. Algunos estudia a los pájaros, otros disfrutan la lectura de noticias necrológicas. Y además de otros intereses, a la mayor parte de las personas les gusta comprender a otras personas (tales como a sí mismas).

Por lo tanto, el estudio científico del hombre puede parecer relacionado con lo obvio, en tanto que nos dice lo que todo mundo ya sabe, o que nos ofrece ideas extremas o erróneas. Pero debemos de reconocer y recordar que no todo el conocimiento valioso acerca de la gente es obvio y que, entrañablemente, mucho del conocimiento "obvio" a menudo es falso o trivial. Pero deben establecerse primero dos problemas preliminares, a saber: las cuestiones de la existencia del universo y la adquisición del conocimiento.