ORIGENES DEL CONOCIMIENTO
Desde tiempos remotos, el hombre ya se preocupaba por las cuestiones fundamentales de la realidad que afectaban de modo especial a su existencia: el origen, la naturaleza, la historia y la finalidad de los seres y, entre éstos, del hombre mismo.
Como respuesta que se esforzaba por dar a esos interrogantes no era de orden racional -como lo hará más tarde la filosofía-, sino de naturaleza mágica y mítico-religiosa, construyó un saber anterior a la filosofía al cual los filósofos suelen llamar "saber prefilosófico".
El saber prefilosófico comprende, entonces, los planteamientos más profundos y universales del hombre, planteamientos que mucho después (propiamente en el siglo VI a.C.) la filosofía retoma y trata de contestar de forma racional y sistemática.
Como se ha señalado, el saber prefilosófico se preocupa, en consecuencia, por conocer y explicar, de forma mágica y mítico-religiosa, el origen, la naturaleza, la historia y la finalidad de los seres.
De forma mágica porque en épocas del saber prefilosófico el hombre se sirve de la magia para conocer, dominar y explicar la realidad parcial o total de Ios fenómenos que acontecen en la naturaleza.
Con el termino magia -del griego Magike Tecne: el arte de la magia-, se designaba originalmente "el arte adivinatorio de los sacerdotes mazdeos" del zoroastrismo, en Persia.
La magia es de origen oriental y se difundió en Occidente durante el periodo grecorromano, perduró de forma más o menos oculta a lo largo de la Edad Media para retornar a la luz con el Renacimiento, época en que se le concibió como parte de la filosofía que "permite al hombre obrar la naturaleza y dominarla". Y fue así, como de esta manera los magos, tribu meda o casta sacerdotal persa, se dedicaban a la astronomía y a la astrología; por esto, se les tenía "como administradores de las fuerzas sobrenaturales".
La magia entonces era y ha seguido siendo un modo de conocimiento y dominio de la realidad total.