DEMANDA DE AUTOMÓVILES NUEVOS EN VENEZUELA
Elvis Padilla
Jonny Sequera
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III.3. La Inflación
La historia inflacionaria en Venezuela es un tema relativamente reciente, ya que es a mediados de los años setenta cuando la tasa de inflación registra valores de dos dígitos, los mismos se establecieron en la estructura económica con singular persistencia después de 1984, cuestión que se puede observar en el gráfico siguiente:
Gráfico 6: Tasa de inflación en Venezuela, 1960-2003
Fuente: FMI y elaboración propia.
Como se puede ver en el gráfico, la década de los sesenta se caracterizaró por presentar una inflación promedio de 1.3%, tasas que fueron sustancialmente menores que las registradas por los principales países industrializados (ver e.g Lovera, 1986; Guerra et al, 2002).
En la década de los 70 la inflación se situó en 7.6%, observándose en 1974 y 1979 por primera vez tasas por encima de dos dígitos: 11.8% y 20.4%, respectivamente. Este aumento se debió principalmente al alza en los precios del petróleo y a las políticas macroeconómicas adoptadas por el Estado. El período que va de 1973 a 1977 reflejó la aparición y acentuación del fenómeno inflacionario en Venezuela, el mismo fue acompañado con un proceso de expansión de la economía. El comportamiento de los precios encontró su origen causal en la influencia combinada de crecimiento de la demanda real (impulsada por la elevación de la renta petrolera), de la inflación importada y en la elevación de los costos salariales (ver e.g. Lovera, 1986)
En estos 5 años la demanda agregada real creció a una tasa media anual de 12.2%. El gasto público y privado creció a tasas muy elevadas, ejerciendo una enorme presión sobre la oferta interna, el cual poseía un coeficiente de elasticidad estructuralmente bajo. No obstante, a pesar de que la producción real respondió sorprendentemente bien, los niveles de gastos superaron todo el potencial de expansión del producto. Las importaciones que se vieron fortalecidas por el mejoramiento en la relación de intercambio, se convirtieron en un determinante del nivel interno de precios, debido particularmente a la gran alza en la inflación internacional, la misma fue producto de los incrementos en los precios petroleros. Por tanto el factor inflacionario para ese período se vio potenciado por la inflación interna -la cual tuvo su mayor alza para ese quinquenio- la inflación internacional y los costos salariales, los mismos tuvieron que incrementarse producto de los aumentos continuos y generalizados en los precios (ver e.g. Lovera, 1986).
En la década de los ochenta comienza a manifestarse de forma sostenida el crecimiento de los precios, el cual alcanzó una inflación promedio del 19.4%, incrementándose para la década de los noventas hasta 47.4% (ver e.g. Guerra et al, 2002).
La inflación según Lovera (1986) creció anualmente en el período 197885 un 12.2% en promedio. Los factores explicativos de esta expansión inflacionaria sin precedentes son imputables, teóricamente, en principio, a una sinceración de costos de producción, con la eliminación de subsidios y controles de precios, así como también al componente especulativo.
Para el año de 1989, cuando el Presidente Carlos Andrés Pérez, aplica su paquete económico con las medidas de devaluaciones y eliminación de los controles de precios la inflación se disparo en 81%, para luego caer abruptamente a 36.5% en 1990 (ver e.g. Oficina de Estudios Económicos, 1991).
Según el informe económico del Banco Central de 1998, la inflación se ubicó en un 29.9%, debido al ajuste en el mercado laboral, vía aumento del desempleo, la contracción de la demanda agregada interna y la evolución estable del tipo de cambio.
La disminución en la demanda agregada junto con la aplicación de medidas de carácter administrativo, condujeron a una desaceleración de la inflación, medida por el Índice de Precios al Consumidor que se ubicó en 27,1% (31,2% en 2002). Este resultado, una vez adoptado el control de precios y de cambio, responde al comportamiento de los bienes y, dentro de éstos, los no controlados, los cuales alcanzaron al cierre del año una variación acumulada de 42,0%, mientras que los controlados acumularon 25,1%. En el 2004, la inflación cerró en 19.6% debido en gran parte al control de precios y al éxito del Mercal que mantuvo los precios.