COMO ROMPER CON LA HISTORIA DEL CHOLO BARATO
Velisario Cieza Pérez
4.3. Resultados de la simulación del modelo, aplicado a la economía peruana.
Cumpliendo con otro de nuestros objetivos de estudio, se ha hecho uso de los datos existentes sobre niveles de desigualdad de GINI existentes para el Perú de los años de 1961 y 2004, de donde se puede obtener el nivel de equidad haciendo que la equidad distributiva de la renta o ingresos sea igual a la unidad menos el índice de Gini, es decir .
Comparando los niveles de equidad distributiva de la renta y renta per cápita del año 1961 donde se tiene un GINI=0.58 con S/ 3857.4 nuevos soles respectivamente, con el año 2004 que se tiene GINI=0.53 y una renta per cápita de S/ 5026.9 nuevos soles, podemos deducir que han transcurrido más de 40 años y nuestra renta per cápita solo se ha incrementado aproximadamente un 30.31% y el nivel de desigualad distributiva de los recursos son muy elevados, ya que se mantiene según el índice de GINI por encima del 50%, y este solo a disminuido un 5%. De igual manera si comparamos nuestro nivel de equidad distributiva y nuestro crecimiento de renta per cápita con los países desarrollados y los de Europa del Este, estos indicadores son totalmente inversos, ya que dichos países han alcanzado un elevadísimo nivel de renta per cápita y un índice de equidad que se aproxima al 70%.
Por lo tanto, respecto a la relación entre distribución del ingreso con el crecimiento económico en el Perú, podemos deducir que no existen evidencias suficientes para sostener que el crecimiento es incompatible con la equidad, tampoco que primero es la equidad para lograr crecimiento, pero si queda claro que existen evidencias suficientes si comparamos nuestro país con países como Australia, Finlandia, Israel, Irlanda o EE.UU; dotados de recursos naturales como nuestro país y que tuvieron una historia común de colonización como la nuestra, hoy han logrado multiplicar su renta per cápita y gozan de altos índices de equidad distributiva de la renta y son los países que lideran los índices de competitividad en el mundo en los últimos años, mientras que nuestro país convive con el subdesarrollo y la fuerte desigualdad; esto debido a que las políticas económicas aplicadas en dichos países han buscado elevar los niveles de competitividad a nivel estructural, tanto en el aspecto macroeconómico, en avance tecnológico y en la eficiencia estatal y la gobernabilidad con la aplicación de políticas de mediano y largo plazo, aprovechando sus recursos como ventajas comparativas y potenciando o capitalizando la mismas, preocupándose por desarrollar una educación de calidad y por asignar los esfuerzos y recursos necesarios a I&D, lo que posteriormente sirvió como ventaja competitiva.
En conclusión queda claro que no se requiere seguir torturando más cifras para tratar de explicar que primero se requiere crecer económicamente y de manera sostenible y como consecuencia de ello alcanzar mejores niveles en la equidad distributiva del ingreso, lo que se evidencia a un más con la experiencia de muchos países que tienen un pasado común al nuestro (fueron colonias y tienen abundantes recursos naturales), pero siguieron una ruta o camino diferente, el de la competitividad para crecer económicamente y desarrollarse.
En la siguiente simulación se ha asignado a α valores de cero a cien es decir: y valores positivos para y, es decir para y>0, para nuestro modelo:
Lo que nos permite evaluar el grado de sensibilidad en distribución de la renta ante cambios en el crecimiento del PBI per cápita, cuyos resultados se aprecian en el siguiente gráfico donde la distribución imperfecta de la renta toma valores de cero (0) y la perfecta distribución el valor de uno (1):
En la siguiente simulación se ha asignado a α un valor igual a dos es decir: α=2, valores positivos para y, es decir para y>0 y valores de cero para una distribución absolutamente imperfecta y uno para una distribución absolutamente perfecta es decir: ; lo que nos permite evaluar la posibilidad de alcanzar un mejor nivel en la distribución de la renta desde cualquier punto, con variaciones positivas en el crecimiento del PBI per cápita, cuyos resultados se aprecian en el siguiente gráfico:
La siguiente simulación presenta los datos reales de la distribución del ingreso (1-GINI) existente en el Perú, como punto de partida o fase inicial:
En conclusión que nuestro país requiere incrementar su renta o crecer por encima del 50% para alcanzar un nivel de distribución de su renta similar a la que mantienen los países desarrollados, es decir se puede mejorar cualquier nivel de equidad distributiva del ingreso con una variación positiva y sostenible del crecimiento económico per cápita; confirmando que un país pobre que logre un rápido crecimiento sostenido inicialmente, puede lograr mejorar significativamente sus nivel de equidad en la distribución de la renta per cápita.
Por otro lado están los países que disfrutan de altos niveles de equidad en la distribución de la renta, que cualquier variación o cambio significativo en su crecimiento económico, sus niveles de equidad distributiva no se verán afectados significativamente, y para el caso extremo de una equidad distributiva perfecta (teóricamente posible) esta se muestra insensible a cualquier tipo de variaciones en la renta per cápita.
Del análisis de los datos y de la información descrita en la primera parte de este capítulo, se puede decir que recién a partir de los años 90 se está intentando hacer reformas estructurales en ciertos sectores, pero de manera poco agresiva y profunda. Por lo tanto, lo que se requiere es la aplicación de medidas de política económica que apunte a mejorar los niveles de competitividad global, a través de sus componentes como el aspecto macroeconómico, el avance tecnológico y la eficiencia estatal, con reformas agresivas y profundas; para ello se requiere de la aplicación de políticas de mediano y largo plazo, sin cálculos políticos ni de cúpulas de poder, buscando la identificación, explotación y el potenciamiento de fuentes o acervos de ventajas comparativas disponibles en nuestro país así, como el empoderamiento de los que menos tienen, con mecanismos legales y financieros que les permitan tener la posibilidad de acreditar que son dueños de algo, les permita ser sujetos de crédito y al mismo tiempo dotarles del know how necesario para mejorar o incrementar sus ingresos; ya que la inteligencia es el único recurso distribuido de manera democrática por un factor que escapa a la voluntad del ser humano porque hasta hoy solo hemos sido capaces de desarrollar recursos técnicos y materiales distribuidos de manera inequitativa para satisfacer las necesidades animales del hombre, pero no hemos sido capaces de desarrollar los recursos sociales, morales y éticos para distribuir de manera racional y con mayor equidad nuestra riqueza material y nuestro poder en beneficio de todos (*).
* Chomsky, Noam; El gobierno del futuro, Barcelona, 2005