COMO ROMPER CON LA HISTORIA DEL CHOLO BARATO
Velisario Cieza Pérez
2.5. Atraso de la agricultura
El mayor problema agrario de largo plazo ha sido la coexistencia de diferentes modos de producción agropecuaria, con distintos niveles de desarrollo y de una fuerte discriminación en la atención estatal con obras de infraestructura y de dotación de know how particularmente a los campesinos del Ande y de la Selva peruana. En la Costa, en algunos valles interandinos y en la Selva Alta, existe una agricultura moderna y capitalista, mientras que en la Sierra predomina la comunidad campesina y el campesinado de subsistencia como el minifundio y en la Selva coexiste la agricultura legal moderna, con la ilegal producción de hoja de coca y con la agricultura tradicional de los distintos grupos étnicos. Esta heterogeneidad económica, tecnológica y social, ha persistido pese a la drástica reforma agraria efectuada entre 1969 y 1980 (IND y PNUD-Perú, 2002).
También el problema del campesino coexiste hasta hoy debido a la segmentación social en el campo, que es otro problema muy antiguo, ya que impide la conformación e integración de organizaciones que les permitan una mejor producción, productividad, negociación, comercialización y consecución del financiamiento (IDH y PNUD-Perú, 2002). Con propietarios de tierras agrícolas con menos de cinco hectáreas por más capital, avance tecnológico o mano de obra calificada que se inyecte en el campo, resulta imposible hacer rentable un proyecto agrícola, por el principio microeconómico de rendimientos marginales decrecientes, mientras persista la segmentación social del campo, ya que la producción agrícola que se obtenga no permitiría recuperar los costos de la misma.
También se tiene el problema del nivel y la calidad educativa de los agricultores que continua siendo muy bajo, según el la información del ENNIV del año 2000, aproximadamente 60% tiene sólo educación primaria completa y el 15.6% restante tiene primaria incompleta y ningún nivel educativo, un 18.7 tiene secundaria incompleta y un 5.6% secundaria completa o más; teniendo en cuenta que es importante señalar que ha medida que se incrementa el nivel educativo de los agricultores la productividad se incrementa significativamente. Este factor es uno de los indicadores del precario desarrollo humano en el ámbito rural agropecuario. A este punto debemos agregar la incapacidad negociadora de un país pobre, si se tiene en cuenta que los sistemas en donde se integran los espacios más pobres asumen con frecuencia orientaciones globales ajenas a sus intereses de desarrollo, como es el caso paradigmático de la ayuda externa. Mientras que con sentido solidario, los países ricos prestan apoyo a los agricultores de los países pobres, como por ejemplo: a la producción agrícola subsidiada los solidarios los empobrecen; además de las enormes ventajas competitivas que posee un productor agrícola, por mencionar un ejemplo: a un agricultor estadounidense campesino que tiene una preparación académica adecuada, utiliza información de satélites y de los mercados de futuros en las bolsas de valores del mundo para determinar el tipo de cultivos que plantará en la próxima campaña agrícola, implica que será múltiples veces más productivo que un campesino(Chomsky, 2002) (1) de los andes peruanos, tanto por su excelente preparación educativa y profesional que integra amplios sectores del conocimiento y de la metodología científica y por las ventajas que le puede brindar el desarrollo tecnológico (2). Oxfam, sostiene que el porcentaje de las ayudas que tienen como destino al 25% de las mayores explotaciones agrarias, en el caso de EE UU llegan al 90%. Con estas ayudas, por ejemplo, grandes productores que reciben cada año 21 mil dólares en subsidios que compiten de manera asimétrica, con campesinos de países pobres como el Perú cuyas familias tienen que sobrevivir con unos pocos cientos de soles al año, en casos extremos con un dólar al día en promedio (Oxfam, 2004) (3).
Por lo tanto, en el Perú, con la crisis rural y ante la falta de alternativas se obliga a que muchos campesinos abandonen sus lugares de origen. La mayor parte de campesinos acaba malviviendo en los suburbios de las grandes ciudades como Lima, Trujillo, Chiclayo entre otras; el resto se arriesga a emigrar a otro país en busca de oportunidades ya sea de manera legal o ilegal. La crisis rural en el Perú, se puede corroborar por ejemplo con las exportaciones de café que han caído aproximadamente del 70% al 35% en los últimos cinco años. A la vez, que las exportaciones oficiales de la coca, sustancia prohibida en los Estados Unidos y algunos países europeos, se han duplicado hasta representar alrededor del 13% del total de las ventas al extranjero según Oxfarm Internacional. En Perú, se está sustituyendo el cultivo de café por coca, debido a que se vende a tres dólares la libra de coca, mientras que el café se vende apenas a 47 céntimos de dólar el kilo (4), cuyos beneficios de las exportaciones del café no llegan a los campesinos que la producen, como se muestra en el siguiente cuadro.
1. Chomsky, Noam; Heinz Dieterich, La Aldea Global, 2002.
2. Más del 70% de las subvenciones de los países ricos se dirigen a agricultores en gran escala, con frecuencia grandes empresas que tienen ingresos superiores, y a menudo muy superiores, a los ingresos medios en Europa, Japón y, en menor medida, los Estados Unidos. El efecto neto de subsidiar a sectores relativamente pudientes de países ricos, en detrimento de los precios de los productos de sectores relativamente pobres de países en desarrollo, es un aumento de la desigualdad en los ingresos a nivel mundial. Dicho de otro modo, los subsidios hacen que los relativamente ricos sean aún más ricos, y que los pobres sean aún más pobres/Banco Mundial, Global Economic Prospects 2004, pág.6.
3. Estudios Internacional Oxfam 14- Noviembre 2004
4. Basado en los estudios de la crisis del café, 09/12/2003, Oxfam Internacional y el suplemento de economía y negocios del diario el Comercio de Lima-Perú del 07/02/05.