APUNTES DE TEORÍA Y POLÍTICA MONETARIA
Mario Alberto Gaviria Ríos
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2. Los argumentos keynesianos:
Para Keynes el ahorro y la inversión son dos actos independientes y realizados por individuos diferentes. En tal sentido, no existe en el mercado nada que garantice la igualdad entre ambas variables, nada conduce al ajuste automático entre las mismas.
Frente a la naturaleza de la inversión no existen diferencias sustanciales entre lo que plantean los clásicos y lo que piensa Keynes (Keynes, Teoría general, 160), a lo que ellos llaman TIR él le da el nombre de Eficiencia Marginal del Capital (EMK). Los planteamientos comienzan a distanciarse en el análisis de la naturaleza del ahorro.
Keynes considera que el ahorro, más que depender de la tasa de interés, depende del nivel de ingreso (es decir, de la capacidad de ahorro de los individuos o las familias). Esto sin negar que la tasa de interés puede quizás tener una influencia (aunque tal vez no de la clase que ellos suponen) sobre la parte ahorrada de un determinado ingreso (Keynes, Teoría General, 160).
En su reflexión señala que mientras mayor sea el ingreso (Y) mayor será la capacidad de ahorro de individuos y familias, por tanto tenderá a incrementarse el ahorro de la economía (ecuación 3 y gráfico No 4).
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Gráfico No 4: función de ahorro keynesiana.
En consecuencia, no existe una variable que ligue en forma automática el ahorro y la inversión, garantizando su igualdad. Uno y otra están determinados, en lo fundamental, por elementos distintos: por el ingreso el primero y por la tasa de interés la segunda. Si no está asegurada la igualdad ahorro-inversión entonces es posible que parte de la demanda que se filtra por concepto de ahorro no regrese como inversión, existiendo por consiguiente la probabilidad de que se presenten insuficiencias de demanda agregada.
De la discusión anterior quedan claras dos situaciones:
a) Es probable, según Keynes, una desigualdad permanente entre el ahorro y la inversión, lo cual origina grandes desequilibrios macroeconómicos
b) Para alcanzar la igualdad entre estas variables, es posible estimular la inversión a través de modificaciones en la tasa de interés. Una disminución de esta haría rentables proyectos de inversión que en otras condiciones no lo serían.
Pero, ¿Cómo hacer variar la tasa de interés? ¿Dónde se determina la tasa de interés? Las respuestas a estas preguntas, en el pensamiento Keynesiano, se encuentran en el análisis del mercado monetario y sus desequilibrios. Esto se analizará de manera detallada en la próxima sección.