En Busca del Desarrollo de Ventajas Competitivas
Eduardo Amorós
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LA IMPORTANCIA DE LOS GRUPOS INFORMALES DENTRO DE LAS ORGANIZACIONES
Paralelamente a los grupos que están formalmente definidos en una organización, se encuentran aquellos que aunque no lo distingamos en forma clara en la organización, son de gran importancia en cuanto a su participación en posibles situaciones en las que se requiera mejorar los procesos productivos o administrativos, que implica reasignación de nuevas tareas y actividades a los cargos que se encuentren en reestructuración e inclusive en la toma de decisiones en general. Estamos hablando de los grupos informales. Si bien es cierto en las organizaciones se estructuran los grupos informales no necesariamente implica esto que ya sean equipos de trabajo y menos que sean eficientes. Tienen que trabajar mucho para desarrollarse como tales, encontrar sus habilidades y ver su complementariedad, tener bien claros los objetivos comunes, así como un liderazgo tanto transaccional como transformacional definido. En el caso de la formación de los grupos informales, por su espontaneidad, pueden hacer que ese camino para llegar a ser equipos de trabajo eficientes sea más corto.
Los grupos informales, si se lo proponen, pueden convertirse en aliados importantes para conseguir los objetivos de una organización o pueden ser una barrera importante para la creación de un buen ambiente laboral. En conclusión, no se puede determinar con certeza si es bueno o malo que exista esta modalidad de grupos en la organización. Lo que sí se puede hacer es ubicarlos y canalizar esas energías en beneficio de la empresa.
Ampliando el concepto antes mencionado se puede decir que las personas que forman parte de estos grupos, encuentran en ellos ese sentido de pertenencia y protección ante posibles problemas y además presentan formas de pensar e inclusive gustos en común. Es de necesidad que las personas que dirigen la organización canalicen dicha energía generada por los grupos informales de una manera positiva y colabore con el buen desarrollo del grupo para que se convierta en un aliado.
Del mismo modo, la organización también debe prestar atención a aquellos grupos que generan división de tal manera que averigüemos el por qué de su posición, cual es la razón para no cooperar con la buena marcha de la empresa, si tienen claros los objetivos de la organización y que necesitan para que sus objetivos individuales estén orientados a los de la organización. Dentro de este proceso es de vital importancia desarrollar canales adecuados de comunicación tanto ascendentes como descendentes.
De mismo modo como cada organización tiene su gerente, cada grupo también tiene su líder por más informal que sea dicho agrupamiento. Un primer paso sería Identificarlo con el fin de lograr un acercamiento importante a los grupos informales, ya que los integrantes de los mismos siguen a dicha persona y entregarán todo su esfuerzo para apoyar a la organización para cumplir sus objetivos, en la medida que ese líder tenga la confianza de sus integrantes, sientan que los está llevando por buen camino, logrando el bienestar de las personas que la integran y el cumplimiento de esos objetivos individuales. Este es un paso importante para que ese grupo informal se comience a convertir en un equipo de trabajo, que en consecuencia estará dejando la informalidad para entrar progresivamente, dependiendo de la estructura que pueda plantear la organización, dentro de la estructura formal de la misma.
Es de lamentar que así como existen líderes que actúan positivamente, hay quienes sólo buscan generar división entre las personas, así como enfrentamientos, creando un clima laboral tirante, nebuloso y complicado que está en contra de las políticas que sigue cualquier organización. Es necesario ubicar estos líderes, averiguar cuales son las motivaciones que los lleva a actuar así y tratar de corregir esto problemas. Tal vez un punto importante para lograr que esos líderes negativos comiencen a cambiar, es generar un estilo de dirección participativo, comenzar a entregarles más responsabilidades e involucrarlos más en los proyectos actuales y futuros de la organización.
Se puede observar que una de las ventajas de los grupos informales es que cada uno de los miembros que la conforman, aparte de pasar momentos agradables después de su jornada diaria de trabajo, también se siente bien desarrollando su labor junto a sus compañeros con los que tienen ese acercamiento y afinidad, colaborarán para que el ambiente de la organización sea el mejor, disfrutarán de sus tareas, habrá más productividad y el compromiso así como el trato con el grupo y con la compañía mejorará.
Al ocurrir lo anteriormente expuesto, producirá un aumento en la eficiencia y por ende la rentabilidad en todo sentido. El bienestar se notará desde el entorno del líder informal hasta el último de los integrantes del grupo y la cooperación entre todos sus miembros para que todo salga bien mejorará no sólo a nivel personal sino también en el aspecto laboral. Cada integrante de ese grupo informal se sentirá identificado más con ese grupo, luchara por los objetivos del mismo y en este momento, se puede decir, que se están dando las condiciones necesarias para que se comience a hablar de un equipo de trabajo. Lo que le faltaría es tener claro no sólo los objetivos de la organización sino, que esos objetivos individuales y grupales estén orientados a los antes mencionados.
Lo que se sugiere para identificar a los grupos informales lo mejor es realizar actividades fuera de su centro de trabajo, en donde las personas que conforman la organización se sientan más sueltas y desinhibidas, de tal manera que puedan expresarse con mayor confianza y su comportamiento sea más verdadero. En este ambiente totalmente informal, se pueden identificar más fácilmente a los líderes de estos grupos y se comenzará todo un plan de integración de los mismos, para convertirlos en los equipos eficientes que toda organización necesita. En este contexto estos grupos, podrán inclusive, pasar a formar parte de la formalidad dentro de la empresa. Esto dependerá de las necesidades de la organización y en muchos casos funcionan mejor siendo informales, por lo que no es conveniente formalizarlos para que lleguen a los objetivos de la organización y a los individuales por supuesto. Simplemente hay que plantearles retos, darles responsabilidades, involucrarlos en las decisiones e inclusive en la participación del desarrollo e implementación de las mismas.
Todo lo anteriormente expuesto nos ayudará a tener menos problemas dentro de la organización, más colaboración por parte de cada uno de los integrantes de la empresa, un ambiente laboral agradable, es más, personal que disfruta de su trabajo, etc. Todo lo mencionado en el párrafo anterior, crea un ambiente propicio para la formación de equipos eficientes de trabajo ya sea formalizados o no, por supuesto dependiendo de las necesidades de la organización, su eficiencia y eficacia.