Globalización, Desarrollo Local y Sociedad Civil
Leandro Venacio
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Capítulo 2
Desarrollo y reposicionamiento del Distrito Industrial Italiano
Concentración de empresas y desarrollo territorial
Las investigaciones realizadas en los últimos años en el campo de la geografía industrial, la economía internacional y la llamada nueva geografía económica, muestran claramente que la concentración de empresas en un determinado territorio produce efectos muy positivos sobre las empresas individuales allí localizadas.
Estadísticamente está comprobado que las empresas localizadas dentro de un clúster o distrito tienen un mejor desempeño que las empresas que se encuentran fuera del mismo. Empíricamente, se ha demostrado que dentro de una aglomeración de este tipo se verifica sistemáticamente un mejor desempeño ocupacional y una mayor vitalidad demográfica de las empresas del sector con respecto a las empresas del mismo sector localizadas fuera de esta realidad.
Sobre las razones del mejor desempeño de las PyME territorialmente aglomeradas, la literatura concentra sus explicaciones en los mecanismos de las economías de aglomeración. Los mismos pertenecen a la familia de los rendimientos crecientes de la escala productiva, solo que en este caso las economías de escala que se logran no son internas a las empresas (como en el caso de los gigantes industriales) sino externas a las PyME e internas al territorio de aglomeración, y estos son el fruto de bienes colectivos locales que aumentan la competitividad de las empresas localizadas en un determinado territorio. Las empresas localizadas en un distrito obtienen ventajas derivadas de la relativa abundancia de mano de obra especializada en el sector, de la mayor y mas veloz circulación entre las empresas de las informaciones técnicas y comerciales, de la relativa mayor abundancia de proveedores sectoriales y, finalmente, del conocimiento generalizado que los potenciales clientes tienen sobre la existencia del distrito.19
El fenómeno de los rendimientos crecientes de escala externos a las empresas, no se agota en los efectos puramente técnicos productivos, sino que comprende además efectos histórico-sociales como el sentimiento de pertenencia de los actores territoriales que identifican el bienestar del territorio con el buen desempeño del sector, y estrechamente vinculados con este sentimiento de pertenencia, los efectos benéficos de una fluida comunicación entre los actores locales.20
La literatura italiana ha sido la que más a estudiado y enfatizado la importancia de estas variables en la explicación del éxito, retomando de esta manera una tradición de análisis que había sido inaugurada por A. Marshall a fines del siglo XIX que recalcaba el efecto positivo de la atmósfera industrial como variable explicativa clave del buen desempeño de los distritos industria ingleses de aquella época.21
En las aglomeraciones territoriales de PyME del mismo sector o de sectores ligados verticalmente conforman una situación estructural en la cual en un espacio geográfico, relativamente reducido y con límites netamente definidos, conviven una multiplicidad de agentes económicos privados y públicos involucrados en una red de negociación de alta densidad contractual y de acuerdos formales e informales para la coordinación de complementariedades productivas.22
Se verifica estadísticamente que dentro de las aglomeraciones industriales se encuentra una mayor difusión de agentes económicos autónomos y en consecuencia de una mayor difusión de relaciones horizontales y cooperativas entre sujetos sociales. Esta es la descripción en términos modernos de la atmósfera industrial marshalliana.
Podemos además agregar que en la atmósfera industrial marshalliana, que se respira dentro de las aglomeraciones industriales, los costos de transacción son bajos tanto por la difusión de los códigos comunes, la velocidad de circulación de la información específica del sector y el respeto a los contratos y acuerdos, vía efecto reputación. Estos son elementos constitutivos del capital social, el cual y como hemos visto, es sinónimo de cultura cívica: una cultura compartida que limita los comportamientos oportunisticos y favorece la cooperación.23 Todo ello confluye en una fuerte Sociedad Civil.24
Otro hallazgo estadístico es que el desempeño de las empresas es superior en aquellas aglomeraciones industriales en las cuales la interacción entre sector público y privado es más intensa.25
Todo demuestra que a medida que el sistema local de producción es más complejo e institucionalmente articulado, mayores son las diferencias positivas a favor de las empresas localizadas en ellos. Así, podríamos afirmar que a medida que pasamos de las ventajas pasivas producidas espontáneamente por el fenómeno aglomerativo a las ventajas construidas mediante la voluntad de cooperar entre los actores públicos y privados, se potencian los efectos de las economías de aglomeración.26
Es claro que donde existe una intensa interacción entre público y privado es mayor la producción de bienes públicos27, tales como la formación técnica de los recursos humanos residentes en dichos territorios y la capacidad de transferencia tecnológica de los institutos públicos a favor de las empresas. Además, la mayor producción de bienes públicos como los antes mencionados se relaciona directamente con la mayor producción de otros bienes públicos tales como la mayor actitud positiva frente al trabajo, mayor solidaridad entre empresarios y trabajadores, mayor voluntad asociativa para la resolución de problemas comunes.
En síntesis, en las aglomeraciones monosectoriales de PyME se conjugan positivamente aquellas características que los estudiosos consideran como constitutivas de la Sociedad Civil. Por otra parte, en los mismos territorios, pero especialmente en aquellos donde es mas intensa la relación entre sector público y sector privado, encontramos una mayor producción de bienes públicos. Podríamos entonces afirmar que la sociedad civil es aquella forma de acción colectiva que permite una mayor producción de bienes públicos.
Frente a este diagnóstico, una política pública que apunte a fortalecer las aglomeraciones de PyME, buscando convertirlas en clusters o distritos emergentes28 podría contribuir al fortalecimiento de la Sociedad Civil, y por su intermedio, a una mayor producción de bienes públicos y por ende a un mayor desarrollo y bienestar.29 Además, generar un ambiente local propicio construyendo ventajas competitivas, permite aprovechar las oportunidades de la globalización.
La construcción de aglomeraciones monosectoriales de PyME con fuertes vínculos cooperativos entre actores públicos y privados y en consecuencia la extensión territorial de las condiciones de base de existencia de la Sociedad Civil y de la producción de bienes públicos, no es un desafío al alcance del Estado Nacional. La promoción de fuertes y positivos vínculos entre sector privado y sector público a nivel territorial solo puede ser realizada exitosamente por los actores locales mediante una acción colectiva.
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