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Haciendo negocios en Venezuela
Luis Oliveros
En vías de la africanización
Zimbabwe es un país de África austral, con una población de un poco más de 11MM de personas, de mayoría cristiana. Su capital es Harare y tiene en el subsuelo su principal fuente de riqueza económica (destacando el cromo y el oro). Su presidente se llama Robert Mugabe (primer presidente por la vía democrática en la historia de Zimbabwe), quien está en el poder desde 1979, ganando consecutivamente 5 elecciones (la última el año pasado), las cuales han estado plagadas de irregularidades. Llego al poder con un discurso de conciliación, pero en estos casi 24 años ha convertido a este país en uno de los mas atrasados de África, como referencia tenemos que diariamente mueren más de 100 personas por SIDA.
¿Por qué tanto interés por este país?
Toda esta explicación es que recientemente el FMI ha dado a conocer sus estimaciones de crecimiento e inflación de sus 178 naciones afiliadas, y Venezuela encabeza la de la peor caída del PIB con 17%, seguida por Zimbabwe (11.7%) y estamos terceros en inflación con 37.5% (detrás de la misma Zimbabwe con 450% y de Angola con 75.6%). En fin logros que debemos sumar a esta “Revolución bonita”. Entre los años 2002 y 2003, Venezuela se contraerá en más de 25%, mientras que en el período 1980 – 2000 (Cuarta República), la caída del producto per capita fue del 24%.
Nuestro país corre actualmente el peligro de tener la crisis económica más pronunciada de América Latina en muchas décadas, debido en gran parte a la ineficiencia en el sistema de asignación de divisas. Esto gracias a el gobierno no tiene ningún apuro en normalizar la oferta de divisas al sector privado, a pesar del incremento importante en las reservas internacionales, (las cuales llegaron a casi US$ 17 mil millones la semana pasada, un incremento de US$ 3 mil millones desde que fue suspendida la comercialización del tipo de cambio).
La gran CADIVI a liquidado un poco más del 3% de las divisas que circularon en nuestra economía en el mismo período el año anterior, lo cual se ha generado factores restrictivos que afectan profundamente la disponibilidad de insumos y productos finales, tanto de origen nacional como de importado. Por otra parte, la necesidad inmediata de reponer los stock de inventario en las empresas, mantiene la demanda de divisas hacia el mercado negro, el cual al final de cuentas es el que está dictando los precios finales de los productos que se comercializan en nuestra economía, por lo que no nos debe extrañar que a pesar de existir control de precios, la inflación siga en ascenso.
A este explosivo panorama debemos incluirle la bola de nieve que está significando el incremento exponencial de la deuda pública y los esfuerzos del BCV por contener la liquidez en el mercado. El instituto emisor ha tenido que emitir instrumentos por el orden de los 5.5 billones, lo cual le generará costos de 1 billón de bolívares. Esto complicará aún mas las ya precarias finanzas públicas (sin tomar en cuenta la caída del ISLR y del IVA en virtud de la fuerte recesión).
Un requisito indispensable para el retome de la senda de crecimiento está en la reducción del nivel de enfrentamiento político imperante en el país, conflictividad que debería ser resuelta con el llamado a un referéndum, instrumento condicional y el cual nos brindará la oportunidad de medir fuerzas y de una buena vez destrancar esta situación. No obstante debemos tener claro que el mismo, difícilmente se realizará ante los fuertes temores (y con mucha razón) del gobierno de tener una derrota aplastante, y es que como dicen: “una revolución no se cuenta en las urnas”, y de esto pueden preguntarle a nuestro nuevo Comandante en jefe de las FFAA Fidel Castro.
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