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Haciendo negocios en Venezuela
Otro Impuesto, la Inflación
Para la gran mayoría, la inflación es un aumento general del nivel de precios que trae como consecuencia la pérdida de valor del dinero. Siempre la inflación es un factor que ataca muy seriamente a los sectores más pobres de un país, y prueba de esto es la actual coyuntura inflacionaria en Venezuela. Según las cifras oficiales, la inflación acumulada hasta agosto de este año alcanzaba un poco más del 10%, sin embargo cuando se analiza el rubro alimentos, esta cifra superaba el 25% de incremento en sus precios. La lectura de todo esto, es que los sectores mas desfavorecidos desde el punto de vista de ingresos (más del 60% de la población venezolana es pobre), y que destinan un gran porcentaje de sus ingresos en comida (se habla de más del 50%), están viendo como cada día su capacidad de alimentarse va en retroceso, y mas aún sus esperanzas de que algún día puedan empezar a generar algún tipo de ahorro.
Ahora bien estimado lector, ¿sabía usted que la inflación también se convierte en un impuesto tan voraz y hasta peor para su bolsillo, que los conocidos IVA, ISLR, etc.?, y es que la inflación es un impuesto que históricamente (en especial muchísimos países de America Latina tienen una vasta experiencia en esto, y sobre todo nuestro país desde hace más de 20 años), los gobiernos suelen trasladar sobre ese tan amado y nombrado “pueblo”. Se le dice impuesto porque es una redistribución del ingreso en términos forzosos, a la que se obliga a todos las personas que tengan un sueldo en bolívares. La explicación de esto es que la parte del precio de nuestro signo monetario que se pierde debido a la mayor oferta que de él hace el gobierno, se la embolsa el propio gobierno y se destina a financiar el déficit.
En términos más sencillos, tiene que ver con el hecho de las pérdidas de capital que sufren los poseedores de dinero como resultado de la inflación, es decir que en una economía con cualquier nivel de inflación su dinero está perdiendo valor (comparemos con las tasas de interés pasivas que los bancos venezolanos pagan, y que oscilan entre el 6% y el 8%, porcentajes que podrían representar un 50% de la inflación estimada para el cierre de este 2006). Por lo tanto el término impuesto hace referencia a que esa persona que gana en bolívares, paga con su capacidad de consumo los desequilibrios inflacionarios que presente la economía. Y al final el beneficiado es el gobierno, que si además la mayoría de sus ingresos viene por exportaciones (y por lo tanto genera divisas), en términos reales tiene mayor capacidad de cumplir con sus obligaciones.
Es obvio que todos los países del mundo, en algún momento de su historia han experimentado procesos inflacionarios. Sin embargo lo que se debe tener siempre presente es que esta variable ataca de manera fulminante el bolsillo de las personas más necesitadas, las cuales ven como rápidamente sus ingresos se convierten en agua que se les escapa de sus manos. Este gran sector de la población no puede refugiarse en moneda dura, ni tiene capacidad de ahorro para emprender proyectos de inversión que los ayuden a preservar su poder adquisitivo Es menester para cualquier gobierno abordar este delicado tema, porque los costos sociales y económicos son muy elevados.
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