BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Econom�a y Ciencias Sociales

 

CORRESPONDENCIA ENTRE EL CRECIMIENTO ECON�MICO Y LAS CONDICIONES DE VIDA DE LA POBLACI�N



Dr. Pedro Maldonado Cruz 
M.C. Jos� del Carmen Palma Sosa

 

 

 

 

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EL CRECIMIENTO ECON�MICO Y LAS CONDICIONES DE VIDA DE LA POBLACI�N

Desde la antig�edad el hombre ha buscado como fin su realizaci�n personal, para llegar a la felicidad, ha lo que Arist�teles se�ala que �es manifiesto que la felicidad es algo final y autosuficiente y es el fin de cuanto hacemos�, es esta la raz�n para que los seres humanos est�n en b�squeda de actividades que los lleven a esos estados superiores de bienestar, es aqu� donde surge que el hombre feliz es el que vive bien y obra bien, si se considera el vivir bien, como el poseer bienes materiales que proporcionen comodidad f�sica, y el obrar bien como el mantener la tranquilidad interior o espiritual a trav�s de las buenas acciones que se realizan a favor de la comunidad, a todo esto la felicidad exige un suplemento de prosperidad y de aqu� que algunos identifiquen la felicidad con la fortuna (Arist�teles:9-11).

Por lo anterior en el presente trabajo se consideran las teor�as econ�micas cl�sicas, marxista neocl�sicas, historicista, la del centro y periferia, as� como la teor�a del empresario y los conceptos de condiciones de vida. Con el fin de identificar las condiciones econ�mico y sociales, que se cumplen en los municipios conurbados Veracruz-Boca del R�o- Alvarado-Medell�n

1.1 Modelos de Crecimiento Econ�mico

La teor�a del crecimiento econ�mico se ha preocupado casi exclusivamente por la din�mica de los sistemas industriales, es decir, de las econom�as llamadas desarrolladas. Busca explicar, desde un punto de vista macroecon�mico, las causas y el mecanismo del continuado aumento de la productividad del factor trabajo y las repercusiones de tal hecho en la organizaci�n de la producci�n y en el modo como se distribuye y se utiliza el producto social (Furtado, 1987: 3, 11).

La escuela cl�sica del pensamiento esta compuesta por las ideas de A. Smith, D. Ricardo, T. R. Malthus, J.S. Mill. Entre otros. En t�rminos generales para estos autores el crecimiento de las econom�as se basaba fundamentalmente, en la evoluci�n que experimentaba el progreso tecnol�gico en la relaci�n con el proceso demogr�fico ( Galindo, 1994 ).

El aumento de la productividad econ�mica en el plano de la empresa solo significa, en algunos casos, aumento de la tasa de ganancia para el empresario, sin repercusi�n en el nivel del ingreso global. Por consiguiente no se debe confundir el aumento de productividad en el plano micro econ�mico con el desarrollo, el cual dif�cilmente puede concebirse sin aumentos del ingreso real percapita. No obstante, el aumento de la productividad f�sica en el plano de la empresa es un fen�meno de gran importancia para el mecanismo del desarrollo, por el hecho de que, casi siempre, dicho aumento se basa en la introducci�n de nueva tecnolog�a y contribuye a liberar mano de obra (Furtado, 1987: 12-14).

Adam Smith se planteo este problema, � Por que aumenta el producto social?, el pens� que la causa ultima de tal fen�meno radicaba en los progresos de la divisi�n del trabajo, en la cual vio tres virtudes: aumento de habilidad en el trabajo, econom�a de tiempo y posibilidad de utilizaci�n de maquinaria. Siguiendo a J. B. Say, los cl�sicos de la primera mitad del siglo XIX clasificaban los �elementos de la producci�n� entres factores: tierra, capital y trabajo. No obstante, atribu�a al trabajo el origen de todo �valor� . Con todo, la cantidad de trabajo que pod�a ser empleada se hallaba determinada por el total del capital acumulado. Esa teor�a establec�a impl�citamente que el nivel de los salarios reales no era arbitrario, y que, por consiguiente, no pod�a ser modificado por la acci�n de los sindicatos o del gobierno, sino que depend�a de la oferta de trabajo y de la capacidad de empleo de la econom�a. Ahora bien, la capacidad de empleo era una funci�n de la acumulaci�n del capital (Furtado, 1987: 15-16).

Teniendo en cuenta ese modelo, Ricardo estableci� dos principios de gran alcance pr�ctico. El primero era que la elevaci�n de los salarios presupon�a la acumulaci�n de capital, no pudiendo ser realizada a costa del sacrificio de las ganancias de los empresarios; el segundo era que la clase de los terratenientes constru�a un creciente peso social, que solamente pod�a ser reducido mediante una pol�tica de libre importaci�n de productos agr�colas.

Sobre la base de estos argumentos pol�micos, desarrollados por los economistas de la clase industrial inglesa al calor de la lucha contra los propietarios de las tierras y contra la clase obrera que comenzaba a organizarse, J. S. Mill formul� su �teor�a general del progreso econ�mico�, que, en rigor de verdad, es una teor�a de �la tendencia al estado estacionario�, Cabria indagar. � que papel desempe�a el progreso t�cnico dentro del proceso econ�mico? Para J.S. Mill, ese progreso retarda el advenimiento del estado estacionario, pero no puede evitarlo, ya que la presi�n hacia el descenso de las ganancias ser� cada vez mayor. Ricardo, con sentido practico, supo utilizar el argumento del progreso t�cnico con fines pol�micos. �con cada incremento de capital y de poblaci�n, el alimento subir� en general, porque es mas dif�cil producirlo. La consecuencia de un alza de los alimentos ser� la elevaci�n de los salarios, y cada alza tendr� tendencia a restringir el capital ahorrado en una proporci�n mayor que con autoridad al empleo de maquinaria y la mano de obra est�n en competencia constante y la primera puede frecuentemente no ser empleada hasta que suba la mano de obra�. Por consiguiente el proceso t�cnico representar�a un medio de defensa de la clase capitalista contra la elevaci�n de los salarios. Pero el aumento de los salarios no beneficiara a los obreros, sino a aquellos que usufructuar�an la renta de la tierra. Por consiguiente, la clase obrera quedaba comprimida entre los capitalistas y los due�os de la tierra, beneficiarios de un monopolio particularmente antisocial. De esta manera, Ricardo conjuraba todas las fuerzas sociales contra el principio adversario de la clase industrial, que eran los propietarios de la tierra. Pero este argumento conlleva de manera igualmente impl�cita, la idea de una tendencia al estancamiento (Furtado, 1987, 16-17).

Los economistas cl�sicos, generalmente, ve�an en el progreso t�cnico sobre todo un medio para sustituir la mano de obra por el capital. La sutileza se Smith, que atribu�a el aumento de productividad a la divisi�n del trabajo, despreciando los efectos ejercidos sobre aquella en virtud de la mayor densidad de capital por persona ocupada, creo dificultades casi insuperables para sus seguidores.

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