GLOBALIZACIÓN CULTURAL INTERACCIONES SOCIO-ECONÓMICAS Y POLÍTICAS RETOS PARA EL DESARROLLO SOCIAL
Mario González Arencibia
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¿Cómo enfrentar los desafíos culturales de la globalización?: retos para el desarrollo social
c) Preservar lo nacional
Mantener y crear una verdadera diversidad, asignando un lugar a la racionalidad nacional, garantizándole un poder de iniciativa equivalente por lo menos al poder de integración del sistema mundial, debido a que el espacio nacional, es el lugar de transformación de los impulsos externos con arreglo a procedimientos específicos, y está ligado en gran medida al exterior y por ende al sistema mundial.
Los cambios en la cultura política de la sociedad requieren transformaciones en el papel del Estado, por lo que según las particularidades de la gran mayoría de los países subdesarrollados, de lo que requiere este proceso es de un fortalecimiento del liderazgo del Estado en la gestión del mercado, incluyendo los elementos del sector público y privado. Ello supone colocar barreras a la hegemonía del capital, de manera que este responda a los intereses del pueblo, evitando el carácter injerencista del capital.
d) Política activa del Estado
La política exterior del Estado debe ser dinámica frente a las corrientes homogeneizadoras externas en los distintos planos del desarrollo social, construyendo prácticas viables y legitimas de conducción del proceso, que se sustenten en el respeto de la unidad y la diversidad de situaciones nacionales para emprender con éxito las transformaciones económicas, políticas, y culturales.
Es de particular importancia la preservación de la identidad cultural y los valores nacionales en lo que deviene la estrategia martiana de que "el único modo de ser libres es ser cultos".
Esto indica la necesidad de crear programas educativos, ya que no es posible enfrentar los retos culturales de la globalización con la gran suma de analfabetos y subescolarizados que tiene el mundo subdesarrollado.
e) Rol de la educación
Es importante destacar que la educación no debe ser vista solo como un elemento transmisor de conocimientos, sino también de tradiciones culturales, esta representa también una vía para el cultivo de tradiciones que contribuyan al desarrollo de raíces sociales con las que se identifica cada proyecto, cada sociedad.
Estos atributos son importantes en la determinación de la concepción del mundo de los individuos de la sociedad de que se trate, quienes imprimirán una manera específica al despliegue polifuncional de la cultura en cada ingrediente de las fuerzas productivas, las relaciones sociales de producción y la superestructura que la representa.
f) Rescatar la historia
La concepción planteada supone rescatar y desarrollar los elementos de la historia local, regional y nacional poniéndose en función del proceso de creación de valores; supone la interpretación dialéctica del mundo de manera que se asuman los aspectos inéditos de la cultura universal y su incorporación a lo que identifica la realidad nacional de cada país.
En la medida en que las poblaciones estén dotadas de mayores grados de conocimientos de sus raíces, así crecerá el desarrollo autóctono y formativo cultural, el resultado podría ser, una paulatina disminución de la capacidad de manipulación de los "grandes centros culturales" del mundo desarrollado sobre las culturas del Tercer Mundo.
Las experiencias empíricas muestran que mientras la capacidad del Estado para intervenir por la vía de políticas culturales disminuye, la identidad de las nuevas generaciones se construyen más por la lógica del mercado que por los símbolos patrios de naturaleza histórica y regional.
Si un país quiere circular por las sendas del desarrollo sostenible debe crear su ventaja comparativa en términos de capacidades científicas y culturales. Debe dar prioridad a la historia nacional, a la ciencia, la tecnología, y a su cultura, desarrollando estrategias vinculadas a los nuevos escenarios de información y comunicación para construir un sitio a sus relaciones externas y conectarse así con el mercado mundial. Los recursos humanos, la educación y la formación son básicas en este vínculo.
g) Acercarse al mundo
Resulta además, conveniente poner en práctica, políticas de acercamiento y colaboración con otros contextos culturales, lo cual en la estrategia de desarrollo que aborda Martí para América Latina se conoce bajo el legado de "Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas".[51]
Esto tiene su base en el argumento de que "la cultura del desarrollo parte del desarrollo de la cultura y para que perdure el modelo de desarrollo tiene que afirmarse en la identidad y en los valores autóctonos".[52]
Cuando se plantean nuevas formas de organización, la cultura se dibuja como mapa para orientar la tarea de reconstruir los acontecimientos del mundo, lo que indica ir hacia los significados que guían la acción racional que coloca como centro al hombre.
h) Participación democrática
Un proyecto alternativo a los problemas que confronta el mundo de hoy no puede ser viable si no se apoya en nuevas maneras de hacer política cultural. Para construir una nueva sociedad es necesario sustentarlas en nuevas formas de participación democrática, donde el trabajo comunitario debe ocupar un lugar privilegiado, creando los mecanismos que puedan hacer reales y efectivos los derechos individuales y sociales.
Esto exige crear una integración social que comienza por la organización social de los consumidores de los habitantes de una región, donde el hombre y sus organizaciones se transformen en protagonistas; asegurando la existencia y reproducción de una diversidad de circuitos culturales con sus variadas formas de operación es decir, con participación de diversos agentes sociales organizados según sus instancias institucionales.